Echo mucho de menos los viajes en tren, aunque no os lo creáis… Me gustaba tener una hora y media para mis cosas donde no había nadie que me conociera y añádele el traqueteo tan calmante. Pues claro, yo llegaba a los sitios muy feliz. Y como el tren no es muy de fiar, yo llegaba casi dos horas antes a los sitios.
En fin, que en honor a los maravillosos viajes en tren que tanto echo de menos, hoy vamos a reseñar un libro en el que este medio de transporte es esencial:
La chica del tren de
Paula Hawkins.
Lo leí hace muchos años, cuando todavía no tenía que viajar en tren y claro, me faltó ese elemento. Por lo demás, desde el estilo hasta la trama y pasando por los personajes me parece un libro muy interesante.
El estilo es bastante fluido, aunque para mi gusto algo lento. Entiendo que la protagonista es una alcohólica y que como tal tarda en recordar lo que vió y en reaccionar ante eso mismo, pero creo que esa parte se alargó más de lo necesario. Una vez que la trama ya es más dinámica y se empiezan a desvelar esos “secretos” (entre comillas porque no son secretos como tal, pero más bien cosillas que ella no recuerda. Aunque sí hay secretos de otros personajes, como siempre.), entonces fue cuando me enganchó del todo.
Hago una breve pausa para los personajes porque considero que son esenciales para la evolución del libro. al principio, los agentes de policía me parecían poco realistas cuando hacían caso omisos del “testimonio” de Rachel, pero ahora entiendo que es lo más real que hay. También me gusta que nos haga sentir cosas hacia ciertos personajes cuando, en realidad, deberían ser de otra forma. Es difícil de explicar sin hacer spoilers así que leeros el libro y lo entenderéis. Con esto me refiero a que es lo que solemos hacer nosotros mismos con las personas que conocemos. Hacemos un juicio inicial nada más presentarnos y progresivamente va cambiando. Es así como funcionan estos personajes: nos los presentan, los juzgamos, los conocemos y entonces llegamos a una especie de “juicio final” en el que ya se nos ha desvelado los bandos de cada uno.
La trama es más enrevesada de lo que puedas pensar cuando empiezas a leerlo y es que, en un principio, parece que la protagonista es testigo de la vida de una desconocida. Una mujer casada, joven y aparentemente feliz. El “juego” empieza cuando esa misma mujer ha desaparecido y ella ha visto algo raro justo antes. Es testigo y a la vez no. Un lío, lo sé. Pero, ¿no es la vida una serie de hilos enmarañados?
Dicho esto, casi adiviné lo que había pasado hacia un cuarto o así del libro. No, no me lo destrozó ni nada parecido. Había huecos en mi teoría que todavía tenía que descubrir y como una buena detective/lectora, seguí leyendo hasta el final.
Un pequeño inciso sobre la película: está bien, pero sin más. No me pareció muy necesario si quiera hablar de ella. Lo hago porque existe, pero no es para mucho, la verdad.
¿Lo habéis leído? ¿Tenéis alguna anécdota de viajes en tren?
A mí siempre se me acercan los locos a hablarme… Y NO ME DEJAN LEER!!!
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