A fuego lento

No sé si es un "sí, pero no" o un "no, pero sí", pero tengo claro que no es un "sí lo recomiendo".

Es como si Paula Hawkins hubiera echado al guiso buenos ingredientes: capítulos cortos, un ¿Quién mató a Daniel Sutherland?, varias sospechosas con pasados complicados, un libro dentro de un libro, celos, mentiras, secretos... pero todo junto no me ha terminado de funcionar.

En Masterchef dicen aquello de "Pónganle sabor a la vida" y en A fuego lento es posible que me haya faltado sabor. Suelo leer varios libros en paralelo y me costaba elegir este para seguir avanzando.

De la autora a mí me gustó más La chica del tren. En cualquier caso, para gustos los colores (y los sabores).

La novela comienza con el descubrimiento del cadáver brutalmente asesinado de Daniel Sutherland en la barcaza en la que estaba viviendo. En principio, todo hace apuntar a que la culpable es una joven con serios problemas de comportamiento y con algún que otro antecedente penal. Pero poco a poco iremos conociendo los entresijos y secretos que poseen cada uno de los personajes de la novela y que nos harán sospechar de todos.
Al principio, la novela parece bastante prometedora; se nos muestra un asesinato de lo más interesante, que esconde muchos secretos y además unos personajes de lo más variopintos dándole a la novela ese toque extra. Por desgracia, Paula no ha sabido sacarle provecho a todos estos ingredientes y nos ha traído una novela de lo más desordenada y caótica.
Para empezar, me costaba ubicarme en cada capítulo. La escritora hasta que no llevas leyendo un trozo no deja claro cual es el personaje estrella del capítulo. Por si esto fuera poco, ubicarte en tiempo tampoco ha sido del todo fácil. Estos cambios temporales se podían dar perfectamente a mitad del capítulo si ningún tipo de aviso.
En verdad creo que la historia y la idea es buena, pero Paula no ha sabido sacarle el provecho que merecía y nos ha presentado este desaguisado que consigue desorientar completamente al lector.

Paula Hawkins ha logrado conquistar a varios lectores desde que se publicó el best seller La chica del tren. A fuego lento es la tercera novela que leo de la autora, con unas altas expectativas.

Aunque me ha gustado bastante, no ha logrado sorprenderme o cautivarme como sus obras anteriores. Hay algo que ha fallado.


¿Qué vamos a encontrar en esta novela? Un cadáver, varios sospechosos y una verdad que deberá salir a la luz.

En esta novela, todos los personajes son sospechosos. En un pequeño espacio de Londres, entre secretos y mentiras, se fragua una historia que comenzó quince años atrás y que ha dejado heridas en la actualidad.

Narrada en tercera persona, esta historia muestra la perspectiva de cinco personajes principales: Laura, Miriam, Irene, Carla y Theo. Todos ellos, relacionados de alguna manera con la víctima y con un móvil para querer acabar con él.

Aunque la trama se va entretejiendo poco a poco, se mantiene cierto misterio gracias a las sospechas que se van creando alrededor de cada protagonista. ¿De verdad alguno de ellos es culpable, o serán todos inocentes?


Mensaje de la novela: Si tuviera que escoger un mensaje, sería la importancia del perdón. No obstante, no hay un mensaje que la novela pretenda transmitir, más allá de la aventura de desvelar un crimen.


Personajes: Los personajes de esta novela resultan un poco planos. Es cierto que cada uno tiene una personalidad muy marcada, pero hay bastantes tópicos en ellos.

Laura es una joven con problemas psicológicos, que siempre se acaba metiendo en líos con la justicia; Miriam es una mujer que vive en el pasado y busca venganza; Carla intenta superar una pérdida, pero es un cliché andante; Theo es un escritor cuya musa se fue hace años y ha perdido los escrúpulos incluso por robar ideas a otras personas; Irene es una mujer mayor con problemas de memoria y un inicio de demencia.

Al ver cómo los comportamientos y personalidad de los personajes responden a los tópicos de los que supuestamente huyen, resulta complicado conectar con ellos o ver cierto realismo en la obra. No cabe duda de que estamos en medio de una ficción en todo momento.


Lo que más me ha gustado: La forma en que se entremezclan las diferentes tramas.

Cómo todos los personajes se van conectando entre sí, unificando la historia poco a poco.

Lo sencillo que es leer la novela, que a pesar de todo engancha y entretiene.


Lo que menos me ha gustado: Lo planos que son los personajes.

Que la historia resulte poco creíble en algunos puntos.

Cómo se ha desaprovechado algún personaje, que podría haber dado más juego.

La cantidad de clichés que hay en la historia.


Conclusión: La historia está bien y es sencilla de leer. Para entretenerse o salir de un bloqueo lector es buena opción. Sin embargo, teniendo en cuenta otras historias que he leído de la autora, creo que podría habernos ofrecido mucho más.

Me habría gustado ver una mayor evolución, en vez de una historia que entretiene (eso es muy positivo) pero que no deja huella.

Unos personajes poco memorables y una trama simple sin originalidad. Una historia que podría haber sido mucho más, pues la autora ya nos lo ha demostrado antes.

Hoy os traigo mis impresiones sobre "A fuego lento", la tercera novela de una escritora convertida en un fenómeno literario tras la publicación de "La chica del tren", una historia que supuso un gran éxito comercial y fue llevada a la gran pantalla. Este nuevo título, que podríamos encuadrar dentro del género del suspense y cuyo argumento fluctúa en torno a cómo el trauma causado por una tragedia puede afectar a las personas de diversas maneras, planteándonos buscar la venganza o el perdón, contaba de inicio con una interesante premisa pero no ha resultado ser lo que yo esperaba.
Todo comienza con un espantoso crimen. La víctima es Daniel Sutherland, un joven artista de novela gráfica cuyo cuerpo es hallado en una destartalada barcaza amarrada en un canal del norte de Londres, apuñalado en múltiples ocasiones. Las sospechas van a recaer sobre tres mujeres que tienen distinta relación con la víctima y una tragedia personal que las marcó de por vida: Laura, la chica con quien pasó la última noche; Miriam, la vecina fisgona que descubrió el cadáver, dando la voz de alarma pero ocultando cierta información; y Carla, la tía de Daniel. Todas albergan un resentimiento semejante al fuego que late bajo las cenizas, pero ¿alguna de ellas fue capaz de cometer un asesinato?
Esta es, grosso modo, la intrigante premisa de una novela que articula su argumento en un total de treinta y nueve capítulos de corta extensión más un epílogo, incluyendo retazos de un manuscrito con una dramática historia en la que dos chicas hacen autostop un caluroso día de verano, pero un fortuito encuentro convertirá su inocente aventura en un infierno.
Paula Hawkins ha realizado un buen trabajo de introspección centrado en la construcción de un reducido elenco de personajes, dejando en un segundo plano la investigación policial del crimen. Incluye personajes secundarios con una aparición limitada y un tanto anodinos, alguno que otro obviable al no aportar nada a la historia, cuyas voces apenas contienen matices que las diferencien entre sí, obligando al lector a esforzarse para no confundirlas. La única con un registro propio y reconocible es Laura, una joven que sufrió un accidente de pequeña que la marcó, dejándole cicatrices por dentro y por fuera. Alguien incapaz de controlar sus impulsos, muy agresiva y con un comportamiento social poco apropiado. Para mí ha sido el personaje central de toda la historia y he llegado a empatizar con ella. Otro personaje que me ha tocado la fibra ha sido el de Irene, una señora con un corazón muy grande.
"A fuego lento" está escrita con una prosa clara y concisa, de fácil lectura, un ritmo que no es intenso sino que avanzará con mucha parsimonia, siendo un narrador omnisciente el encargado de posicionar el foco de atención sobre cada uno de sus personajes. Este constante cambio de perspectiva es un recurso que ayuda a crear tensión, pero le resta fluidez a la trama y me sacaba de la historia. Confieso que encontré el inicio de esta novela algo confuso y me costó entrar en ella, aunque últimamente pierdo con facilidad la concentración por motivos diversos y puede que fuera culpa mía. Una manera que tiene la autora de crear tensión es reteniendo información, pero hay momentos en que la historia reclama revelaciones nuevas para no tenernos dando vueltas en torno a un mismo asunto y evitar que el suspense se esfume.
Sintetizando: "A fuego lento" es una novela de suspense de fácil lectura y correctamente escrito que cumple con su cometido de entretenimiento, aunque yo me esperaba algo más de ella. La trama en sí es, como dice su título, excesivamente lenta y solo remonta algo el ritmo en su recta final. La tensión y el suspense que se le presupone a una novela de este tipo no están muy marcados, al carecer casi de giros argumentales que puedan sorprender porque son demasiado previsibles, aunque sí tiene un final correcto, como no podía ser de otra manera. Estas objeciones que os acabo de exponer, que no son más que mis impresiones personales, no son impedimento para que lo leáis y os forjéis vuestra propia opinión.

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El descubrimiento del cuerpo de un joven asesinado brutalmente en una casa flotante de Londres desencadena sospechas sobre tres mujeres. Laura es la chica conflictiva que quedó con la víctima la noche en que murió; Carla, aún de luto por la muerte de un familiar, es la tía del joven; y Miriam es la indiscreta vecina que oculta información sobre el caso a la policía. Tres mujeres que no se conocen, pero que tienen distintas conexiones con la víctima. Tres mujeres que, por diferentes razones, viven con resentimiento y que, consciente o inconscientemente, esperan el momento de reparar el daño que se les ha hecho.

Con la misma intensidad con la que ha cautivado a 27 millones de lectores en todo el mundo la autora de la chica del tren, Paula Hawkins, nos ofrece un brillante thriller sobre las heridas que provocan los secretos que ocultamos.