Canción

Esta es la primera vez que me acerco a la obra de Eduardo Halfon, autor guatemalteco de ascendencia judío áraba y polaca. de entrada, me pareció interesante leer a un escritor con este bagaje cultural, ya que la literatura latinoamericana ha explorado poco las historias de las comunidades migrantes en Centroamérica y América del Sur. En ese sentido, en Canción, el autor retrata la historia de uno de sus abuelos, nacido en el Líbano a principios del siglo XX y que tuvo un largo peregrinar por Europa y Estados Unidos antes de establecerse en Guatemala. Este es un relato mezcla de crónica, autobiografía y memoria histórica que me ha parecido interesante en partes, pero en otras me he sentido extraviada.

Pensé que el texto se enfocaría en la vida del abuelo, en cómo llegó a Guatemala, en la mujer con la que se casó, en sus hijos, y en cómo se integró en un país completamente distinto. Esperaba que se tratara algo sobre el desarraigo y la incorporación a una nueva comunidad, de cómo le recibieron en Guatemala, y cómo fue la relación con la comunidad migrante (si es que existía).

Sin embargo, el pasado del abuelo apenas se toca durante las primeras páginas, detonado por la reflexión del autor mientras es invitado a dar una conferencia en Japón sobre la literatura de las comunidades árabes en todo el mundo. Después, sigue una serie de recuerdos de la infancia del narrador, de la figura del abuelo y el secuestro del mismo, para después centrarse en la dictadura y la violencia en Guatemala. Aunado a ello, regresamos varias veces al seminario en Japón, en donde el narrador conoce a una mujer japonesa, y tiene una relación platónica un tanto extraña...

Creo que basada en la sinopsis del libro, esperaba otra cosa, una exploración más profunda sobre un tema en concreto -la vida de un migrante en una comundidad totalmente distinta- pero la incorporación de tantos temas hizo que faltara algo para hacer que conectara con el texto. Halfon es un buen autor y hay potencia en su pluma; sin embargo, no terminó de convencerme en esta obra.

La publicación de un nuevo libro de Halfon para mí significa correr a mi librería de cabecera. Necesito leerlo cuanto antes, volver a entrar en su universo y ver qué parte nos quiere contar está vez.

Yo lo abro y asumo su juego. Sé que Halfon es un trilero, que va a dirigir mi atención hacia un punto concreto mientras hace su truco. Y por más que sepa que me está engañando no dejo de disfrutar de la partida ni un minuto. Mejor dicho, es el hecho de saber que está haciendo su magia lo que provoca más adicción y disfrute en sus novelas.

En este caso, es la excusa de la invitación a un congreso en Japón la que sirve para conocer una etapa de la Historia de Guatemala de la que apenas nos había hablado nunca, las décadas de los sesenta y setenta y la guerra civil del país. En la época que nos cuenta, su abuelo Eduardo Halfon, con el que comparte nombre (vaya peso no elegido, una herencia forzada) es secuestrado y, tras el pago de un rescate, liberado.

Con el fondo del congreso, el secuestro y un extraño encuentro en un bar, Halfon aprovecha para ensalzar el valor de la literatura como vehículo para vivir diferentes vidas, ponernos disfraces que sin la escritura y la lectura nunca podríamos llevar.

Por supuesto, al terminarlo me supo a poco, querría seguir leyéndole durante muchas páginas más. Y por eso, cuando publique su próximo libro volveré a correr a la librería, necesitaré probar el nuevo disfraz lo más pronto posible.

Última novela de Eduardo Halfon, escritor nacido en Guatemala en 1971.
El escritor nos cuenta desde el punto de vista de un personaje mas, la vida de su abuelo paterno, secuestrado, en el año 1967, por la guerrilla, para cobrar un rescate.
Halfon nos sumerge en la historia de Guatemala y su larga guerra civil. En 1963, tras un golpe de Estado, el Ejército de Guatemala, asumió el control del Estado, implantando una dictadura militar.
Todo el ambiente que surge de estos momentos históricos es retratado a la perfección por el autor, y ahonda en los personajes de forma que asistimos tanto a la vida de los ciudadanos guatemaltecos como a la de los guerrilleros de la FAR financiadas por los rescates de los secuestros perpetrados.
Un episodio de la tragedia histórica y política guatemalteca es el telón de fondo, ficcionada de manera magistral por el escritor.

Llegué a este libro gracias a una suscripción literaria que decidió que me iba a interesar leerlo; y así fue.
Aborda cuestiones históricas sobre Guatemala, un lugar del cual particularmente no conocía más que su ubicación en el mapa. Leer que allí también atravesaron cuestiones similares a lo que ocurrió en Argentina me invitó a pensar en cuán similares somos los latinoamericanos en cuanto a las mochilas que traemos sobre nuestras espaldas.
Está escrito de una forma muy amena, provocando una lectura que engancha y es difícil soltarlo. Un libro muy lindo, con una historia que invita a pensar.