El coronel no tiene quien le escriba

Novela de Gabriel García Márquez, escritor y periodista colombiano, Premio Nobel de Literatura en 1982.
La novela refleja la realidad de la vida en una Colombia, así como la situación política y social del momento.
El Coronel vive con la esperanza de recibir una carta en la que se le reconozca como veterano de guerra y se le asigne una pensión, pero esa carta nunca llega. Malvive con su esposa atenazado por el hambre y la pena de haber perdido a su único hijo.
El autor lo consideró su mejor libro y desde luego su personaje principal es entrañable, muy bien construido en tan pocas páginas.
Sin duda un imprescindible

Esta novela corta narra unos cuantos meses de la vida desolada de una pareja compuesta por un coronel veterano y su esposa enferma que perdieron a su hijo y tienen como su única herencia un gallo de pelea. El coronel ha esperado durante 15 años su pensión de veterano y cada viernes va a la oficina de correos con la esperanza de que por fin le llegue, por lo que la pareja vive en condiciones de pobreza que se hacen más visibles debido a la enfermedad de la mujer y el desasosiego con el que esperan la carta que le otorgue su pensión. El gallo y la venta de sus pocos objetos valiosos son la única esperanza que tienen para conseguir dinero para sobrevivir.

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El coronel no tiene quien le escriba es una historia corta que en sus pocas páginas narra de forma maestra una historia sobre la espera, la obstinación y como afecta la vida de una persona el estar esperando cosas que quizás nunca llegaran.

Una historia sencilla que nos da esa sensación de estacionario que sienten sus personajes y a la vez admirar la resistencia que puede llegar a tener el ser humano aun en sus peores momento. Lo único que me dejo un sinsabor fue el final ya que no termina dando una explicación o cierre a la historia y nos dejan precisamente en esa espera sin saber que sucederá.

Una de las historias mas regulares que he leído de GABO, quizás la extensión de la obra no permite que desarrolle el argumento como es debido, o quizás realmente no es tan buena.
Para algunos se trata de un relato sencillo, humano y emotivo, que con una trama sencilla y una prosa de calidad pero a su vez cómoda y sencilla para el lector, sin embargo nunca fue una historia que me atrapara.

Como todas las obras cortas de Márquez, justamente se me ha quedado corta XD
Obviamente la historia está perfectamente hilada y contada, pero me gusta ver al autor en textos más extensos porque en estos casos me deja a medias, y más aquí que podríamos decir que estamos ante un final un tanto abierto para el matrimonio protagonista.
La historia del coronel, del cual no conocemos en ningún momento el nombre, es un tanto dramática, hace unos 15 años que está esperando su jubilación, y a pesar de toda la miseria por la que debe pasar con su señora se empeña en representar una imagen distinta ante los habitantes del pueblo.
Parte de la historia gira alrededor de un gallo de riña que perteneció a su hijo y del cual se hizo cargo el matrimonio, y de él derivan algunos de sus problemas económicos también.
No es un texto del que se pueda hablar mucho sin decir cosas concretas de la obra que afectarían a futuros lectores, pero probablemente les interese saber que en ciertos momentos deja caer detalles que luego utilizará en su obra magna, "Cien años de soledad". Obviamente, está recomendado, Gabo merece la pena en todas sus obras.
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Una historia sobre la dignidad a cómo de lugar!
El Coronel esperó por más de 15 años, cada viernes, que llegara la noticia de la pensión que le debe la patria por servir a su país en la guerra. La patria olvida ese llamado. Mientras espera, conocemos las penurias, el hambre, el dolor, la pérdida del Coronel, siendo su dignidad (dignidad?) inquebrantable. La pérdida de un hijo, los reclamos de su mujer, lo sombrío de un pueblo, la decisión sobre un fallo. La prosa de García Márquez.

El coronel es un hombre que peleó bajo las órdenes del coronel Aureliano Buendia (quien más tarde veríamos en todo su esplendor en “Cien años de soledad”). Desde los días de la guerra y su posterior derrota se les ha prometido a los combatientes que les llegara su justa pensión, solo hay que tener paciencia porque se trata de muchos hombres los que esperan. Siendo así el coronel va todos los viernes al correo a esperar la preciada carta, una que nunca llega.

El coronel vive con su esposa en una humilde casa donde su posesión más preciada es un gallo de pelea, el hambre y la miseria están a la orden del día pero el coronel tiene fe; esperanza en el gobierno que debe darle lo que se merece y un orgullo tan grande que no permite contarle sus estrecheces a nadie. Su esposa por otro lado empieza a desesperarse, los años transcurren uno tras otro y ya en la casa no queda nada que pueda ser vendido, quizás el reloj, pero después de eso ¿qué?
Y el gallo, ¡ese maldito gallo!, un recuerdo del hijo perdido, un animal hermoso en el que el Coronel tiene sus esperanzas, el único que come en aquel hogar como si fuera más importante que los humanos.

El Coronel es un hombre de costumbres, orgullo y buenas maneras, quizás demasiado recto para su propia conveniencia, tiene la firme idea de que en la vida no hay que deberle nada a nadie, no pide favores, no se rebaja y espera, siempre espera la carta que cambiara su posición y futuro.

Su esposa es diferente, ella es terrenal, por supuesto que el amor que le tiene a su esposo le hace seguirle incluso en aquella pobreza, sin embargo para ella el orgullo puede ser puesto a un lado si eso no le da de comer.

Esta es la novela de un hombre terco que se encuentra con la avaricia del mundo representado en un supuesto amigo que no lo es en realidad, en los sueños de las personas representados en un gallo y de un orgullo inútil que no le hace bien ni a él ni a nadie. También encontramos los oídos sordos del gobierno, uno que ha olvidado por completo a los hombres que en alguna ocasión pelearon por esa nueva era.

El final cierra con una frase que realmente es dura, la esperanza no muere pero la realidad a veces puede aplastar todo.
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Un viejo coronel retirado va al puerto todos los viernes a esperar la llegada de la carta oficial que responda a la justa reclamación de sus derechos por los servicios prestados a la patria. Pero la patria permanece muda..
El coronel no tiene quien le escriba fue escrita por Gabriel García Márquez durante su estancia en París, adónde había llegado, a mediados de los cincuenta, como corresponsal de prensa y con la secreta intención de estudiar cine. El cierre del periódico para el que trabajaba le sumió en la pobreza mientras redactaba en tres versiones distintas está excepcional novela, que luego fue rechazada por varios editores antes de su publicación.
Esta es una historia muy triste de injusticia pero aún así hermosa. Siempre es un placer leer a García Márquez y por suerte aún me queda bastante por leer de él.

Esta es la segunda novela que escribió Gabriel García Márquez, y es sorprendente lo corta que es. En unas cien páginas el autor nos sorprende con una historia que va mucho más allá de estas pocas páginas. Nos cuenta mucho de manera muy breve, hecho que resulta cuanto menos llamativo.

Aparecen varios personajes dentro de la trama, pero solo sabemos vagamente cómo son, por sus descripciones, el coronel, su mujer, el doctor y el señor Sabas. Los demás son personajes casi prescindibles, aunque le dan un toque de realidad, ya que siendo una obra tan corta, si solo se hablara de los personajes principales quedaría un poco pobre para la historia que se quiere contar.

Con un vocabulario simple, nos acercamos a la vida del coronel y su mujer, a los que se les ha muerto un hijo joven. La pena, el hambre y la miseria son frecuentes en su vida diaria, y son descritos magistralmente.

El final me ha parecido más bien apresurado, y no me ha gustado demasiado. En mi opinión, podría haberle sacado mucho jugo, pero decidió acabar ahí y me resulta inconcluso. Con la maestría con que ha escrito el resto de la novela y comparándolo con ella, me ha parecido un final pobre.

Aún así, recomendaría la lectura de este libro, básicamente porque me parece muy original lo corto que es y lo mucho que cuenta.

"—Dime, qué comemos.
[...]
—Mierda."

Alguien me puede decir ¿qué pasó el veinte de enero? o ¿si por fin el siguiente viernes llegó la carta que el coronel llevaba esperando desde el final de la guerra civil?

Esta es la primera vez en mis 27 años que leo a García Márquez, digo la primera porque las veces que me obligaron a leerlo en la secundaria no cuentan porque la verdad no las disfruté. Particularmente El coronel no tiene quien le escriba es la segunda novela publicada por Gabo. A mediados de los 50's Gabo llega a París como corresponsal de prensa, mientras estaba allí el periodico para el que trabajaba cerró y dejó a Gabo en la pobreza —creo que igual de grande a en la que vivía el coronel—, en esta situación Gabo sacó las fuerzas necesarias para escribir tres versiones de esta novela, que también fue rechazada por varios editores antes de ser publicada.

Esta es una historia de pobreza, de ilusión y sobretodo de mucha espera. Una historia simple que se cuenta rápido y que va introduciendo todos los elementos de la vida previa de los personajes necesarios para entender la trama. Una novela de lo cotidiano, de lo real.

Es increíble como el abandono del Estado colombiano puede remontarse hasta tan lejos en el tiempo, pero a la vez no es de extrañarse; porque siempre ha sido lo mismo para los mismos en más de 200 años de 'Patria'.

La novela tiene pasajes muy interesantes, con descripciones muy justas y bellas del paisaje. Con diálogos breves —pero creo que intencionados, naturales de los viejos que solo esperan ya la muerte— que sirven más como un adorno bello de la narración que como desarrollo propio de la historia. Una novela breve, pero muy diciente que debe entrar en la lista de los libros que todos los colombianos deben leer.

Por lo pronto, sigamos comiendo mierda; que esa cae del cielo en abundancia en estas tierras.