El coronel no tiene quien le escriba

El coronel es un hombre que peleó bajo las órdenes del coronel Aureliano Buendia (quien más tarde veríamos en todo su esplendor en “Cien años de soledad”). Desde los días de la guerra y su posterior derrota se les ha prometido a los combatientes que les llegara su justa pensión, solo hay que tener paciencia porque se trata de muchos hombres los que esperan. Siendo así el coronel va todos los viernes al correo a esperar la preciada carta, una que nunca llega.

El coronel vive con su esposa en una humilde casa donde su posesión más preciada es un gallo de pelea, el hambre y la miseria están a la orden del día pero el coronel tiene fe; esperanza en el gobierno que debe darle lo que se merece y un orgullo tan grande que no permite contarle sus estrecheces a nadie. Su esposa por otro lado empieza a desesperarse, los años transcurren uno tras otro y ya en la casa no queda nada que pueda ser vendido, quizás el reloj, pero después de eso ¿qué?
Y el gallo, ¡ese maldito gallo!, un recuerdo del hijo perdido, un animal hermoso en el que el Coronel tiene sus esperanzas, el único que come en aquel hogar como si fuera más importante que los humanos.

El Coronel es un hombre de costumbres, orgullo y buenas maneras, quizás demasiado recto para su propia conveniencia, tiene la firme idea de que en la vida no hay que deberle nada a nadie, no pide favores, no se rebaja y espera, siempre espera la carta que cambiara su posición y futuro.

Su esposa es diferente, ella es terrenal, por supuesto que el amor que le tiene a su esposo le hace seguirle incluso en aquella pobreza, sin embargo para ella el orgullo puede ser puesto a un lado si eso no le da de comer.

Esta es la novela de un hombre terco que se encuentra con la avaricia del mundo representado en un supuesto amigo que no lo es en realidad, en los sueños de las personas representados en un gallo y de un orgullo inútil que no le hace bien ni a él ni a nadie. También encontramos los oídos sordos del gobierno, uno que ha olvidado por completo a los hombres que en alguna ocasión pelearon por esa nueva era.

El final cierra con una frase que realmente es dura, la esperanza no muere pero la realidad a veces puede aplastar todo.
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