Cien años de soledad

Me ha costado muchísimo terminarla, no he conseguido meterme en el libro, me he perdido entre tanto Arcadio y Aureliano y el realismo mágico me chirría. Hay mucho consenso con este libro en cuanto a que es una obra maestra pero creo que no es para mí, o no lo he cogido en el momento adecuado.

“Porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra”.

¿Qué decir nuevo de un libro del que se ha hablado y escrito tanto y que ha influido en tantas y tantas generaciones de lectores? Con esta reseña no trato de innovar o aportar nuevas ideas o puntos de vista sobre la obra maestra del genial Gabo. Solo tratar de ordenar los mil y un sentimientos y pensamientos que me ha producido su lectura, tan tumultuosos y enrollados como lo estaban el sentir y la existencia de toda la galería de personajes que han pasado por sus páginas.

Desde su publicación en 1967 “Cien Años de Soledad” se ha convertido en un clásico de la literatura universal por méritos propios. Y eso que es una novela muy exigente para el lector por lo densa e, incluso, farragosa que puede resultar. Hay muchos personajes y suceden muchas cosas narradas a un ritmo muy rápido y trepidante, todo ello en un contexto del realismo mágico en el que cuesta mucho ubicarte hasta que no le pillas el truquillo. La prosa de García Márquez es de una cruda y plástica belleza en la que el uso del castellano por su parte es de una calidad barbara, usa las palabras con tal maestría que los olores y los colores de sus descripciones son unos actores más del drama. Es una autentica gozada ya no literaria, sino sensorial, leerle. Su pluma tiene tantos recovecos y es tan sutil que obliga a leerla lentamente, tomándose uno su tiempo para que se filtre en su cerebro como el agua en la tierra. de allí que sea fácil entender porque es un libro que despierta tantas pasiones como odios, no está hecho para todos los lectores, y es comprensible que más de uno no pueda con él . Además con él me ha pasado una cosa muy curiosa, y es que al momento de retomar la lectura no podía evitar pensar que me daba mucho cansancio seguir con esta novela, pero era empezar a leer de nuevo y rápidamente volvía a sumergirme en la obra totalmente. Me alegro mucho que el autor me haya obligado obligado a leer lentamente, aún así siento que me ha permitido poder disfrutar más reposadamente de su maravillosa forma de escribir y del maravilloso mundo que ha creado.

Y también tiene mucho que ver que sea una obra inclasificable por lo personal que es. de hecho, el propio Gabo declaró que él se había limitado a plasmar su propia realidad, el termino de “Realismo Mágico” fue ideado por los críticos, quizás para dar sentido a aquello que solo lo tenia en la cabeza del escritor. La única forma que encuentro medianamente cercana (por lo menos para mi, con mis propias palabras) es la de describirlo como una metáfora perfecta de la condición humana en un microcosmos, Macondo, un pueblo que tiene algo de inalcanzable y de irreal. Pero no así la familia del destino trágico condenada a cien años de soledad, los Buendía. Cada uno de ellos es único, especial, complicado y lleno de claroscuros. A todas las grandes virtudes literarias que tiene esta novela hay que unir la gran capacidad e inteligencia del premio Nobel para describir todas estas variadas y difíciles personalidades, capaces de llegar a lo mejor y a lo peor de la humanidad. Ha sido poéticamente desgarrador leer el auge y caída de este clan a lo largo de las generaciones, ver con que ferocidad todos sus miembros estaban condenados a una endémica y profunda soledad por fuerzas más allá de la razón, fuerzas del destino y del corazón, confabuladas para hacer que sus miembros repitan una y otra vez los mismos aciertos y errores.

Como le habrá pasado a muchos lectores antes que a mi, hubo momentos en los que me hice lío con tantos personajes, muchos de los cuales tenían nombres iguales o similares. Dios bendiga a todas esas almas caritativas que hicieron arboles genealógicos de la familia protagonista, especialmente a los que incluían breves descripciones de cada miembro del clan. La edición que manejado es un poco antigua, así que no sé si en otras más modernas existirán estos apéndices o genealogías. de ahí que haya valorado mucho los que me he encontrado por Internet, me han ayudado mucho a entender a entender quién es quién en este tupido tapiz.

A modo de observación personal debo decir que más que las referencias al incesto que se dan a lo largo de las generaciones de esta familia, me ha molestado infinitamente más los distintos episodios de pedofilia que protagonizan algunos de sus miembros. Este punto, aunque quizás parezca una tontería, para mí no lo es, de hecho creo que es lo único que podría decir que no me ha gustado de o de una novela que sin este aspecto sería absolutamente perfecta para mi. Pero es que son cosas con las que no puedo en ningún género o tipo de libro.

La grandeza de esta novela, para mí reside en que todo aquel que la lea, de un modo u otro, puede sentirse identificado con lo que pasa en ella o con lo que sienten sus personajes. Y los clásicos lo son porque tratan temas imperecederos para la humanidad, y creo que pocos han sido tan universales y tan crudamente cercanos a la condición humana y a la universalidad como “Cien Años de Soledad”. Es un cuento que es imposible que ocurriera por muchos de los episodios sobrenaturales que cuenta,claro, pero que si pudo pasar por la forma en que Garcia Marquez crea un vibrante fresco de la humanidad por media de la trágica y profilica saga de los Buendía. Nunca ningún autor fue tan Dios como Gabo en este caso.. Y por ello es un bello y complejo contrasentido narrativo que se convierte en algo real y palpable, hace que uno sienta que Macondo, sin tener en cuenta la fama que ha alcanzado desde que aparecio la novela por primera vez, y el uso masivo que se le ha dado al nombre para todo tipo de productos y lugares ( es lo que tiene, para bien o mal la globalización) sea como ese recuerdo lejano que uno tiene de la infancia, tan lejano que parece soñado, pero que al mismo tiempo le es tan familiar como la propia cara que le devuelve el reflejo del espejo cada mañana. Pocos finales me han dejado tan hecha polvo y tan sin habla como el de esta obra, con esa última frase que me destrozo de forma tan contundente.

Por supuesto, tampoco hay que obviar la carga social que el libro esconde entre sus páginas, con la cruda critica que porta sobre la situación social, política y económica de América latina y todos los problemas coloniales y bélicos que ha sufrido desde hace mucho tiempo. Es uno de tantos toques que muestra hasta que punto la novela es hija de su tiempo y de su contexto histórico, como Gabo trabajó y trató la realidad de forma más cercana y firme de lo que puede parecer a simple vista.

Para acabar, no sé si será por la emoción de haber terminado esta novela que me ha calado tan hondo, y que ya es uno de mis libros favoritos, pero la afirmación del periodista y premio Pulitzer William Joseph Kennedy, de que “Cien años de soledad es la primer pieza de literatura, desde el Génesis, que toda la especie humana debería leer”, no me parece para nada una exageración. Era un libro que me avergonzaba no haber leído hasta ahora pero creo que he llegado a él en el mejor momento posible. Si lo hubiera leído hace unos años no lo habría apreciado en su justa medida, ni me habría marcado tanto. Esa es la expresión que mejor define lo que he sentido en esta lectura, porque como ya he dicho antes, no es un libro con el que sea muy fácil divertirte o disfrutar mientras lees. Pero, sin duda, es un libro que hay que leer una vez en la vida por lo menos, para dejarse transportar a ese reino de Iras y No Volverás que es Macondo, por medio de la cruda y luminosa belleza de la prosa de García Márquez y por el terrible y fascinante realismo humano que se esconde tras los sucesos sobrenaturales y mágicos que jalonan las existencias de las siete generaciones Buendía.

De los mejores libros que leído nunca. Las cinco estrellas se le quedan cortas

Soledad, silencio, vacío.

Si este libro es lo que es, es por lo que trasciende de él, no por lo que se relata. Porque, a fin de cuentas, lo que se narra son únicamente las aventuras, tejemanejes, desaciertos, vivencias... del coronel Aureliano Buendía, de su familia, de sus aledaños y de sus descendientes.

Unas vidas como tantas otras, con momentos más interesantes o emocionantes, otros más aburridos y sosos.

Aquí son los Buendía. Pero esto es aplicable a cualquier otra familia, de cualquier país, de cualquier época.

Vida, sin más, con lo que da de sí.

No hay más, salvo el poso que deja la última de sus páginas, que es cuando percibes la magnitud de la obra y la extrapolas a todo lo demás, incluido el título.

La grandeza llega al sentir que la vida no es más que eso, que no hay más, que lo que una persona puede abarcar como mucho, si es que llega a cumplirlos, en sus cien años de vida, es eso: soledad, vacío y silencio... y quizás recuerdos, pero los recuerdos también son soledad, vacío y silencio.

Este libro habla de la vida, de su sentido, de su significado y de su a veces "sí" a veces "no" trascendencia. Polvo, silencio, vacío y soledad. Y por eso mismo es magnífica.

Un absoluto "Fondo de Armario".
Enlace: https://instagram.com/los.li..

Nadie escribe como Gabo. Con tanto detalle, tanto sosiego, tanto cariño, tanto amor, tanta vida... Fue uno de esos libros que lees en el instituto por obligación, y que acaban haciendo que ames profundamente las letras. Incluso que quieras escribir. Gabriel fue el mejor y esta novela una de las mejores historias jamás escritas...

Como muchos ya sabréis, en el libro se narra la historia de la familia Buendía y los acontecimientos que tienen lugar en el pueblo ficticio donde viven: Macondo. La novela está marcada por una narración muy característica sin apenas diálogos y una gran variedad de personajes ya que está desarrollada a lo largo de varias décadas y generaciones de la estirpe. El autor además les da nombres muy similares que pueden prestar a una fácil confusión; una decisión calculada y acertada que transmite a la perfección la estructura cíclica temporal que tiene la obra y uno de sus mayores puntos fuertes en mi opinión. de todos los protagonistas me quedo con Úrsula, pilar de la novela y del clan familiar (personaje inspirado en la abuela de Gabo), y con Remedios, la bella, un personaje magnético, mágico y lleno de gracia que brilla en todas sus apariciones.

Es incuestionable el valor de este texto tan irrepetible y cargado de la personalidad de Márquez, y merecedor de todos los halagos que recibe. La novela desprende una grandeza y un aura de obra atemporal indiscutible. En mi caso no he logrado conectar al 100% con el libro, especialmente en su segunda mitad, debido en parte a esa gran cantidad de personajes que hace que unos me acaben interesando más que otros, pero he disfrutado en su mayor parte de la lectura.

Obra icono del realismo mágico que refleja la inestabilidad política de Latinoamérica a lo largo del siglo XX y que nos habla del paso del tiempo y de la soledad, entre muchos otros temas, de una forma muy singular y rocambolesca.

Volví a viajar a ese pueblo imaginario llamado Macondo.

Mi primer viaje fue cuando tenía 12 años y fue un viaje obligado, ya saben cómo resulta muchas veces las cosas obligadas. Pero está vez fue años luz más placentero, disfrutar del realismo mágico de la pluma de Gabo.

Disfrutar de las vivencias del pueblo, sus olores, las alegrías y penas de la familia Buendía. Ese aire de nostalgia y soledad que compañan a cada uno de ellos.

Disfrutar de la cantidad de información y la diversidad de mundos que coexisten en esta novela. Llena de alegorías que representan Latinoamérica

En resumen disfruté mi viaje...

Son sobre todo sus hermosas resonancias poéticas lo que han convertido a esta novela en uno de los grandes clásicos hispanos de todos los tiempos.
Puede parecer una novela de lectura densa, donde la repetición constante de los mismos nombres o nombres similares para distintos personajes puede presentarse como un obstáculo para algunos. No obstante, esa repetición continuada de los nombres responde a un recurso literario con objeto de destacar la idea de que el destino de los personajes de la novela está tan predeterminado como el destino fatal de la humanidad entera, que siempre avanza en círculos. Algunos críticos hablan de prosa hipnótica en esa repetición de nombres de personajes, motivos, actitudes y acciones, todo para intentar sumergir al lector en una especia de encantamiento narrativo que no siempre surge el efecto esperado…
La trama nos habla de una ciudad ficticia, Macondo y de sus fundadores también ficticios, los Buendía, que inician toda una saga familiar que se enfrentará sin remisión a la tan temida soledad, esa soledad del aislamiento y la incomunicación, esa soledad entendida como la incapacidad de interpretar la realidad a partir de uno mismo, sin contar con las miradas ajenas, con los esquemas ajenos y que acaba aislándonos de los demás y de nosotros mismos, alejándonos de la libertad. Una soledad entendida a nivel individual y comprendida también a nivel territorial, relacionándola con el mal endémico de América Latina y quizá con el mal endémico del mundo entero.
Cien años de soledad es también una acerada crítica política y social, que ataca las convenciones y las normas sociales establecidas. Y lo hace utilizando el realismo mágico, esa mixtura perfectamente equilibrada entre lo real y lo imaginario, cuya frontera entre lo uno y lo otro queda tan difuminada que es fácil adentrarse en la magia de la narración y al mismo tiempo perderse en ella y no ver la realidad que la inspira, esa realidad cifrada, simbólica, cuyas claves podemos hallar en el estudio de la obra y la vida de su autor, que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982.
Cien años de soledad se publicó en 1967 y es concretamente la obra más premiada y traducida del colombiano Gabriel García Márquez.
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Cien años de Soledad es una novela que narra la historia de la peculiar familia Buendía en el pueblo de Macondo. Una aldea fundada por el cabeza de familia, y lugar de donde parte la historia. Una historia que se desarrolla a través de las aventuras y desventuras que sufre la familia, generación a generación

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella remota tarde en que su padre lo llevo a conocer el hielo."

El artista escritor colombiano, Gabriel García Márquez, nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, Colombia y falleció el 17 de mayo de 2014 en México. Fue conocido por sus grandes obras literarias, lo llamaban un malabarista de palabras con el don de escribir.
La novela Cien años de soledad fue publicada el año 1967 por la editorial Sudamericana. Consumida por el realismo mágico, Cien años de soledad fue aclamada por el público, una verdadera innovación latina, dando nuevas incógnitas a muchos conceptos de la época, volviéndose así un icono de la literatura universal, y más que nada, de la literatura latinoamericana.
Trata la novela de la familia Buendía, una de las familias fundadoras de Macondo.
José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, patriarca y matriarca, los cuales comenzaron un enorme árbol genealógico lleno de mitos, presagios, héroes, antagonistas, amores, muertes, enigmas y descubrimientos, pero más que nada soledad.

"había necesitados muchos años de sufrimiento y miseria para conquistar los privilegios de la soledad, y no estaba dispuesta a renunciar a ellos a cambio de una vejez perturbada por los falsos encantos de la misericordia."

A medida que la familia crece y se renueva constantemente, la ciudad de Macondo también, prosperando con ella.
José Arcadio Buendía es un verdadero patriarca, virtuoso, líder nato, bondadoso, libre, conocedor, todos confían en él. Pero no obstante el personaje jamás se siente satisfecho, tiene el lugar propio, una región prospera, una familia completa, sin embargo, siempre tiene sed de aventura, de buscar algo que le falta. Se puede decir que la matriarca es lo contrario del esposo, protectora, acentuada, autoritaria, llena de reglas, límites y mitos con presagios que le ayudarán a educar a sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos.
La entrada de Melquíades a Macondo concibe esperanza siempre, trata de un personaje con espíritu de Dios y mesías, es un verdadero sabio dispuesto a conceder conocimiento a los Buendía.

"su misterioso sentido de orientación le permitía eludir los sitios profundos y peligrosos. «Somos del agua» dijo en cierta ocasión."

Con la llegada de Melquíades, el insaciable José Arcadio Buendía, se encamina en la agraciada búsqueda de la verdad, teniendo fe que lograría cumplir sus grandes ambiciones, y dando una por una el nombre de fracaso y frustración. Supongo que un día descubrió la verdad del todo, ya que su forma de percibir el mundo cambió completamente, se autodeclaró loco.

"«Pero de pronto me he dado cuenta de que sigue siendo lunes como ayer. Mira el cielo, mira las paredes, mira las begonias. También hoy es lunes.»"

A medida que sus hijos crecen, crece la ciudad, la economía, la sociedad, desprendiendo ramas de posturas que se intentarán imponer. de allí la guerra civil, conservadores contra liberales, Aureliano Buendía como coronel de los liberales, se vio varias veces en el campo de batalla, sobreviviendo siempre que estuvo cerca de la muerte, incluso luego de terminar la guerra y firmar el tratado que tuvo fina con el final de Macondo, se sintió tan colérico, lleno de sufrimiento y suicida, que creyó encontrar la paz únicamente en la muerte, entonces se disparó en el pecho, pero para su desgracia, también sobrevivió. Así fue como encontró paz en la soledad, encerrándose a fabricar pescaditos de oro para vender.

"Sólo él sabía entonces que su aturdido corazón condenado para siempre a la incertidumbre. al principio, embriagado por la gloria del regreso, por las victorias inverosímiles, se había asomado al abismo de la grandeza."

Como en toda familia y persona no puede faltar, el amor pasional y las atracciones sexuales se dieron en varias, e incontables, ocaciones. Sin tener mucho éxito, todss infelices, todas marchitas, todas turbias y envenenadas. Ni desde el primer Buendía el amor duró hasta la muerte o fue verdadero.

"un duelo callado y tenso, un pacto secreto, un desafío irrevocable cuya culminación no podía ser solamente el amor sino también muerte."

Los hombres de la familia Buendía jamás pararon de tratar de buscar un significado de la vida o del conocimiento en sí, uno fue luchador liberal, otro dictador, una un ángel y otra corrompida por el deseo. Los que encontraban la sabiduría se encontraban en dos caminos, o no tenían como transmitirlo o morían en soledad, como todos los integrantes de la familia.

"Sin embargo, antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra."

de esta querida obra percibí las fuertes denuncias de lo que nos vende la sociedad, desde el inicio que Macondo se representa como la ciudad de los espejos hasta el final qué es destruida por la misma familia que la fundó. Habla de evolución, de como todos entrelazados por la sangre son diferentes y antagónicos entre sí, se traicionan, se convierten en personas turbias. Denuncia la sociedad traicionera, un espejismo que nos enseñan pero que no es así, denuncia el amor perfecto convirtiéndolo en trágico, denuncia la iglesia y lo que calla y arrebata. Me fascina como habla de como la soledad es la cura del sufrimiento, la compañía misma y no de los demás.
Recomiendo la lectura a un público juvenil y adulto. La obra es cruda, pasional, viciosa, turbia, pero más que nada verdadera.

Es un clásico.
Es todo lo que voy a decir por ahora JAJAJAJ, este libro lo empecé a leer principalmente por que me lo dieron en la escuela pero soy un poco desesperada, así que el que el libro sea demasiado detallado o juegue de vez en cuando con tu mente, me estresa(: pero eso no le quita lo clásico obvio