Cien años de soledad

Re-lectura 2023
Creo que es la tercera vez que leo este libro y siempre descubro algo que me sorprende. Mantengo mi opinión lo de Garcia Marquez con esta novela fue un regalo a la humanidad.

Una edición preciosa y que permite leerla con mayor facilidad por el tamaño de la letra y espaciado, en el entendido que no hay casi diálogos en la novela.

Este libro lo leí en la adolescencia y fue y es un referente para mí en la escritura porque aprendí a amarla de verdad.Me enseñaste tanto...tanto!!!.
Como eterna aprendiz seguiré tu huella.
Gracias por haberme permitido volar dentro de cuatro paredes, por vivir contigo tantos años de soledad (como cien), por acompañarme en mis largas siestas aferrada a los amores en tiempos del cólera, a los cuentos peregrinos cargados de voces del pasado entre geranios antiguos y nostalgias, por dejarme naufragar en algún relato maravillada por un coronel que esperaba palabras escritas con pluma china en pergaminos con olor a incienso.La hojarasca llegó con el sonido del tren entre los despojos de un amor triste... para quedarse... como tú, para siempre.

Creo que este libro no necesita presentación. Muchos quieren o no a García Márquez y puede haber mucho que decir sobre sus obras o sobre ésta en específico pero lo que sí sabemos es que popularmente se conoce esta novela como un clásico.
De Gabo siempre me gustaron sus descripciones rebuscadas, el uso de adjetivos que no pensaría que irían con esos sustantivos. El describir desde la imaginación tangible ciertas cosas que a veces no son tan fáciles de contar.
Cien años de soledad nos cuenta la familia de los Buendia y en esta relectura descubrí que es mucho más triste de lo que lo recordaba. Siempre teniendo en cuenta la soledad y la muerte, la nostalgia y lo imperfecto del ser humano.
Creo que este tipo de obras que tienen tanto en el imaginario colectivo tendríamos que leerlas como lo que son. Libros al fin y al cabo. Y nada más.

Los dioses crearon el universo, García Márquez creó a Macondo.
Un mundo que existe de verdad cada vez que un nuevo lector acepta perderse en él
(muchos vuelven atrás cuidadosamente después de algunas páginas, los más atrevidos hacen un viaje inolvidable que los impactará para siempre.)
Yo era una lectora de 18 años , y desde entonces creo en las alfombras voladoras, y también aprendí que la soledad no protege contra las compañías frutales u otros villanos que irrumpen en la tentativa de refugio tropical de José Arcadio Buendia .

Un vasto sueño, sobre un fondo de realidad histórica demasiado a menudo de pesadilla: este es el relato de este barroco del siglo XX, una obra magistral donde hay que aceptar perder los puntos de referencia fiables de las identidades clásicas de los personajes de novelas, los prejuicios sobre lo posible y lo imposible: ¡hay que dejarse llevar por la corriente de las palabras, entonces la errancia a través del universo tropical de «Macondo» se convierte en una experiencia jubilatoria!

Esta novela seguirá siendo leída más allá de las décadas que sigan pasando por las estanterías de tanta editorial triste y aburrida cuyo único objeto parece ser pervertir el sentido del "más vendido". (Ataque gratuíto, lo sé).

Es de estas novelas a las que hay que llegar sin esperar nada de la historia y lo que llegue, bienvenido sea. Es delicado el tratamiento a los personajes y bien definido el rol de cada uno. El final del entierro es magistral y además, un homenaje al desarrollo de los mismos.

Gran clásico que lo seguirá siendo porque la calidad, en lo que al arte se reifere, nunca se deprecia.

“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.” A partir de este recuerdo arranca una historia absolutamente impresionante que se inicia desde la fundación de Macondo hasta su final, a través de la historia de siete generaciones de la familia Buendía. El título de libro, “Cien Años de Soledad”, está muy bien acertado puesto que Gabo narra la tendencia a la soledad de todos sus personajes, siendo como una especie de maldición de los Buendía acompañándolos a todos de generación en generación. Aunque el lugar donde transcurren, Macondo, sea un lugar ficticio, se puede leer perfectamente entre líneas la historia de Colombia. Esto se puede ver en ciertos hechos como la Guerra de los Mil Días y la compañía bananera, que son indicios de eventos que ocurrieron y que inspiraron a Márquez.
Cuando empecé a leerlo me encontraba perdida entre tantas historias en muy poco tiempo narrativo. Pero he de confesar que conforme uno va adentrándose en el mágico pueblo de Macondo, más ganas tiene uno de conocer y de saber acerca de los acontecimientos que tienen lugar en el seno de la familia Buendía. El mejor condimento de la novela es el realismo mágico donde lo inverosímil y lo mágico no es menos real que lo cotidiano y lo lógico.
Se nota que García Márquez, a parte de grandísimo escritor es un contador de historias, el cual disfruta enormemente relatándonos multitud de sucesos extraordinarios, que aunque estén mezclados unos con otros, solo pretende provocar el sentimiento de maravilla que de niños nos causaban los cuentos de nuestros abuelos.
A los que no lo habéis leído, que sepáis que es una novela compleja, con multitud de historias y personajes, todos ellos entrañables, dando una cierta sensación de desorden, pero es otro de los encantos de la obra, porque en medio de todo ello uno siempre encuentra el camino para seguir leyendo sin perderse. “Cien Años de Soledad” es una obra imprescindible. Es magia, es la esencia latinoamericana.

«La soledad le había seleccionado los recuerdos, y había incinerado los entorpecedores montones de basura nostálgica que la vida había acumulado en su corazón, y había purificado, magnificado y eternizado los otros, los más amargos».

Un libro contenedor de un entramado familiar centenario crudo y real como la vida misma, con pinceladas de magia en cada uno de sus capítulos y con la soledad como denominador común en la historia.

Desde su fundación por la Familia Buendía, Macondo se convierte en un pueblo de lo más extraordinario, superando la peste del insomnio y sobrellevando las visitas de eruditos gitanos como Melquíades, sabio de territorios lejanos, quien tendrá importante relevancia en la historia de la eterna familia.

A medida que la familia crece y el tiempo transcurre, la guerra estalla en el pueblo. Treinta y dos batallas, con sus correspondientes derrotas, darán fé de que la lucha armada no tiene sentido. El coronel Aureliano, aturdido por la magnitud de los hechos, se encomendará la ajetreada tarea de hacer y rehacer pescaditos de oro.

Nuevas y numerosas generaciones Buendía,condenadas a heredar el pasado, seguirán viviendo en un Macondo transformado, con avances en el comercio y prosperidad económica por parte de extranjeros. Sin embargo, esta bonanza no traerá más que mal a Macondo. En este suceso, García Márquez critica y recuerda al lector el episodio verídico de la masacre de las bananeras de United Fruit Company que ocurrió en Colombia a los trabajadores de la compañía extranjera.

Después del exterminio y durante cinco angustiosos años, el pueblo sufrirá de lluvias que alterarán la rutina y paralizarán la actividad como nunca antes había ocurrido.

Posteriormente se nos presentará una intensa unión ilustrada por una bandada de mariposas amarillas que alegrarán la vida de Meme y Mauricio Babilonia dejando un niño con una curiosidad insaciable. Un nuevo integrante que gracias a su astucia logrará desentramar la condena de la soledad que persigue a la Familia Buendía.

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Sin duda una novela muy bien hilada, con una conexión entre los personajes que muestra dos fuerzas enfrentadas, la lucha por el amor frente a la opinión sociocultural de la época.
La familia Buendía a través de varias generaciones será la protagonista de dichos enfrentamientos en los cuales la soledad sin duda jugará un papel fundamental.

Después de muchos años y muchos intentos llegó el momento adecuado en el que pude disfrutar de esta belleza de la literatura. Una historia centenaria de una familia generación tras generación en la que se muestra, con una prosa cuidada y bella, el dramático devenir de unas vidas condenadas desde el principio a existir y coexistir en un especie de cuento bíblico moderno.

Esta novela es quizá, desde mi humilde punto de vista, la mejor que ha llegado a mis manos en mi extensa vida lectora. Ha revolucionado mi forma de entender la literatura, y también mi forma de leer. Me he entretenido en sus maravillosas páginas; he tardado mucho más tiempo en leer cada párrafo, cada capítulo, volviendo atrás cuando me apetecía volver a empaparme de las palabra que me contaban una historia fantástica y mágica.

Me he entusiasmado con cada personaje de esta extensa familia, con su extravagante historia vital contada de una manera sencilla y extraordinariamente poética a la vez, Me cuesta expresar en palabras lo que he sentido leyendo y empapándome de esta fascinante historia de la familia Buendía a través de más de un siglo de existencia.

Antes de empezar a leer le pregunté a mi marido: Tú has leído la novela ¿Qué te parece? Me contesto: Macondo, el pueblo donde vive la familia Buendía; un cuento precioso...

Macondo va a quedar en mi memoria como un pueblo fantástico lleno de vida y de peripecias extravagantes y mágicas, sacadas de la exuberante imaginación de un contador de historias llamado Gabriel García Márquez, que ha cautivado a más de medio mundo con su prosa y su imaginación.

Guardaré este tesoro para volver a leerlo con más calma dentro de un tiempo, para saborearlo mejor y sacarle todo el jugo que no he sabido exprimir en la primera lectura.

Leído en marzo de 2021