Cien años de soledad

En un primer capítulo logra desarrollar a varios personajes, al punto de conmovernos con cada uno de ellos: la nobleza de Melquíades y su honestidad con la desaforada imaginación de José Arcadio Buendía, la paciencia y abnegación de Úrsula ante las empresas de su marido; todo esto, encerrado en el recuerdo de Aureliano hijo, que por circunstancias que aún no sabemos, está frente a un pelotón de fusilamiento.

Todos conocemos, lo hayamos leído o no, a la familia Buendía y el pueblo de Macondo. Es un referente en la literatura clásica, un libro mil veces premiado y un imprescindible para cualquier tipo de lector. Sí, pienso que hay libros que hay que leer sí o sí, o por lo menos intentarlo y poder tener nuestra propia opinión.
La narrativa del autor es peculiar, pero no es un libro enrevesado o con vocabulario difícil de entender. Lo único que me ha costado es enterarme de que personaje era, ya que toda la familia tiene el nombre igual y a veces cuesta saber de quien está hablando.
Quizá hacia la mitad se me ha hecho más denso, pero el final me ha parecido espectacular.
Me ha gustado pero no me ha encantado, no he descubierto eso que hace que ames esta historia como le pasa a tanta gente.
Del autor leí hace muchos años El amor en los tiempos del cólera y recuerdo que me gustó muchísimo más.

Un clásico de la literatura que no pudo llenarme por completo. La trama se vuelve tediosa y uno que llegó hasta el libro con grandes expectativas empieza a decepcionarse poco a poco.
Sin embargo, me pareció muy bueno el final, lo que compensa un poco mí calificación personal.
PD: Me han dicho que leerlo una vez más ayuda a comprenderlo mejor y a hacerlo más llevadero.

La historia de todo. Tan latinoamericana que no podemos no sentirla cercana.

Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez: En Macondo no ha pasado nada, ni está pasando ni pasará nunca. Este es un pueblo feliz.

No me gusta pensar en los libros como eternos pendientes si no más bien como posibilidades por descubrir y después de muchos años de eludir está cita, gracias al @macondoclubliterario me he enfrentado a una de las lecturas más importantes de mi vida.

Uno de mis mayores temores era encontrar más dosis de realidad que de magia y fue así, pero es una realidad que me ha sido triste y placentera al mismo tiempo, la absurdes e inocencia de un pueblo perdido alejado del "progreso" de las grandes ciudades, el asombro y travesuras de los niños, la fortaleza del hogar en manos de matronas centenarias que hasta el último momento tuvieron fuerzas para luchar por los suyos aunque estos no fueran más que una partida de zánganos irresponsables 🤦🏻‍♀️, el calor sofocante, los olores de las personas y lugares, la mística milenaria y la tradición oral. Todo es tan real que frustra y a la vez te arrastra como si no pudieras desprenderte de esa magia macondiana.

Puede que te guste o no el libro y su historia, que te enredes con los nombres (que no son lo importante) que te parezcan grotescas algunas situaciones pero cien años de soledad es una obra magistral, la construcción del mundo macondiano en un constante ciclo, los personajes místicos que entran en escena y desaparecen en un capítulo pero no de tu memoria (mención especial a Mauricio Babilonia y sus mariposas amarillas✨), la lección de historia colombiana y un gran etcétera de maestría literaria que solo me resta decir a sus pies señor Gabo.

Este es uno de esos libros que puedo releer con mucho placer y entusiasmo, sus historias me atrapan de una manera alarmante, puesto que me siento vivir una serie de historias fantásticas con la naturalidad que les da Gabriel García Márquez. Las generaciones de los Buendía son el centro de este relato cargado de recuerdos históricos colombianos, con una descripción detallada de la cultura de mi país. Gabo supo representar muy bien la idiosincrasia de un pueblo y de un continente, pagando las páginas con su tono irreal pero crítico.

En Cien años de soledad pasan muchas cosas y muchas personas, pero el tiempo parece no pasar y enrtrecruzarse una y otra vez. La política parece ser otro gran tema en este libro, Gabo nos presenta la dicotomia que ha dividido al pueblo colombiano desde siempre en su más notable ejemplo (la gurrra entre conservadores y liberales), pasando por una de las masacres que nadie entiende y que hemos olvidado porque así lo han querido quienes la perpetuaron.

Finalmente, me gustaría aclarar que es un libro denso, confuso y que retrata sin correcciones políticas o morales las realidades a las que nos hemos enfrentado en este país durante 200 o más años. Yo recomiendo bastante este libro, pero, me parece que es necesario antes haber leído otros libros de García Márquez.

Me gusta

¿Qué decir de Cien años de soledad?
Me parece ya absurdo hacer una crítica de esta novela, para mi una de las obras cúlmenes de la literatura y mi particular Macondo, que releo cada par de años.
Imprescindible

Releida después de casi trei... unos añitos y la impresión no ha variado.
Si hay listas de las 7 maravillas arquitectónicas del mundo, en cualquier relación de las mismas 7 maravillas literarias, no podría faltar esta portentosa novela.

El universo Macondo, la saga Buendía y su maldición hacia la soledad siempre encontrarán hueco en nuestro equipaje mental. Aunque soy consciente que esta manera de abordar fantasía en lo cotidiano no gustará a todo el mundo, su originalidad expresiva y su mágico derroche imaginativo la hacen inolvidable.
Qué aportación tan reveladora ha hecho la novela hispanoamericana a nuestro idioma...
Pues eso, muy recomendable.

Más allá de lo que pudiera decirse de 100 años de soledad, de Gabriel García Márquez, la influencia recibida por el colombiano de su lectura de la obra de Juan Rulfo resulta más que evidente. Sin embargo, el Gabo no es el creador del llamado realismo mágico, Alejo Carpentier, el autor cubano es el pionero con algunas de sus novelas. Y antes que Gabriel García Marquez, primero fue la gran narradora mexicana Elena Garro, oscurecida por un sistema machista y por la terrible sombra de su exmarido Octavio Paz, con la novela "Los recuerdos del porvenir", quien comparte ciertas similitudes o coincidencias con Pedro Páramo.