Cien años de soledad

Muy buena historia, el relato muy bien contado, ame demasiado a Ursula...Entendí porque es un nobel de literatura.

Bueno tengo que confesar que estoy totalmente dividida en cuanto a mí opinión sobre ella. Por un lado reconozco la gran calidad literaria y me ha gustado mucho las referencias históricas y culturales, los guiños que hace el autor a pasajes de su propia vida, que haga referencia a otros libros suyos, los simbolismos... e indudablemente merece la categoría de obra maestra de la literatura universal. Pero para mí, el punto negativo ha sido que yo no he conseguido conectar con los personajes, exceptuando a Úrsula que era la más cuerda de "esa casa de locos" y este motivo, que para mí es importante, es lo que me crea la duda de no poder decidir. También tengo que reconocer que me deja la sensación de querer releerlo en unos años para verlo con otra perspectiva.

Hace muchos años que leí este clásico (uno de mis favoritos de siempre) y aún habiendo pasado tanto tiempo, acabo de disfrutar de la relectura con la misma intensidad, o más si cabe, que la primera vez. A estas alturas la mayoría ya conocerá el maravilloso universo de los Buendía, sus peripecias y las pinceladas tan bien encajadas de realismo mágico que te envuelven como una espesa bruma hasta hechizarte e introducirte en su particular océano de realidad. Hago mención especial a esta maravillosa edición que editó Penguin Random House en la conmemoración del 50 aniversario de la publicación de la obra. Ilustrada por la artista chilena Luisa Rivera, sus preciosos dibujos encajan a la perfección dentro del contexto de la obra, consiguiendo con ello hacer de la lectura una extraordinaria experiencia y una ocasión única para enamorarte de nuevo de esta estupenda y atemporal novela del gran Gabo.

"—Dime una cosa, compadre: ¿por qué estás peleando?
—Por qué ha de ser, compadre —contestó el coronel Gerineldo Márquez—: por el gran partido liberal.
—Dichoso tú que lo sabes —contestó él—. Yo, por mi parte, apenas ahora me doy cuenta que estoy peleando por orgullo.
—Eso es malo —dijo el coronel Gerineldo Márquez.
Al coronel Aurelinao Buendía le divirtió su alarma. «Naturalmente», dijo. «Pero en todo caso, es mejor eso que no saber por qué se pelea.» Lo miró a los ojos, y agregó sonriendo:
—O que pelear como tú por algo que no significa nada para nadie."

Hay tanto que decir cuando se habla de Cien años de soledad y sobre su autor García Márquez, máximo exponente, en mi opinión, del realismo mágico.

Solo él puede narrar como Remedios, la Bella, (por dar un ejemplo), le dice adiós a Úrsula para que el viento irreparable la lleve volando junto al aleteo de las sábanas para jamas volver y que uno lo tome con toda la naturalidad del mundo, como si le estuviesen diciendo que se tomo un taxi y se fue al aeropuerto.

La escena no es ridícula, uno queda convencido de que eso es lo más lógico que podía pasar y Remedios no podía terminar de otra manera.

Esa es la magia y el verdadero talento del autor.

Más allá del realismo mágico, Macondo, pueblo donde transcurre esta historia, es America Latina.

Como latinoamericana veo mi país y nuestra región plasmadas en las páginas más terribles de esta novela, la pobreza, la precariedad, los “espejitos de colores”, la lucha por el poder, las dictaduras, la violencia sin fin y muchas veces, aún peor, sin sentido, que nos acecha aún hoy.

En lo particular, leí este libro por casualidad en un pueblo olvidado, que había sido muy próspero en el siglo pasado, para luego caer en el olvido con la desaparición del tren, que se llevó consigo generaciones de jóvenes forzados al exilio por la falta de oportunidades.

Desde entonces llamo a ese pueblo Macondo.

Macondo es Latinoamérica, siempre en el límite entre lo real y lo irreal.

Recomendación: Mucha atención a los nombres, son siete generaciones de una familia y los nombres se repiten. La mayoría de las ediciones traen un árbol genealógico que puede ser de ayuda.
Esta es la única dificultad que pueden encontrar, la obra se lee y se entiende con total normalidad.

Es un clásico del siglo XX. Es la novela más apreciada del autor. Su traducción al inglés está en el stock habitual de las librerías en UK.
La universidad de Texas se hizo con el manuscrito tras la muerte del autor

Cien años de soledad es una novela excepcional. El realismo mágico que desprende y la personalidad de cada persona hace que sea una de las novelas a las que regresar y releer. La recomiendo siempre.

Voy a empezar por lo que no me ha gustado de este maravilloso libro y es que he tenido que consultar el diccionario una cantidad enorme de veces. Qué vocabulario más extenso tiene este escritor, lo admiro. Esto ha hecho que mi lectura se ralentizara, que tuviera que ir mucho más despacio, porque, como he dicho, han sido muchas palabras a lo largo del libro. Salvando este pequeño inconveniente, tengo que decir que lo he disfrutado muchísimo. Me ha encantado la historia, ha sido magnífica. Seguir a la familia Buendía durante cien años…Padres, hijos, nietos, biznietos, tataranietos… ha sido una delicia. La peculiaridad de los personajes también ha sido de mi agrado. A algunos los he adorado, como a Úrsula y a otros no, como a Amaranta, pero todos han captado mi atención y estaba interesada en lo que le pasara a cada uno de ellos, y mira que han sido muchos. Y lo del realismo mágico, un regalo. He disfrutado con este estilo, me ha parecido que García Márquez mezclaba la realidad y la “magia” de una manera magistral. El capítulo de las mariposas amarillas me ha parecido precioso, es de mis favoritos. Comencé el libro con mucho recelo porque había leído mucho sobre la complejidad de seguir a tantos personajes y la verdad es que me ha sorprendido muy gratamente. Ni que decir tiene que se viene a mi estantería de favoritos.

Cien Años de Soledad es sin duda un libro muy reconocido que, considero, la mayoría de las personas que aman la lectura como lo hago yo deben haber leído, o deberían leer.
La enredada vida de la familia Buendía lleva al lector a través de distintas épocas e historias entrelazadas, logrando así que sea casi imposible desprenderse del libro.
Debo admitir que su lectura fue un tanto complicada para mi, ya que si no se presta total y completa atención a lo leído es sencillo perder el hilo de la historia. Muchos dicen que leer este libro y comprenderlo sin tener presente el árbol genealógico es casi imposible, pero yo creo que con prestarle atención y leerlo con tiempo y paciencia la historia es llevadera y hasta entretenida. de mi parte, lo disfruté muchísimo, y logré sentirme dentro de todos y cada uno de sus escenarios. Personalmente, es el segundo libro que me animo a leer de este autor y sé que voy a ir por más porque para nada me decepcionan sus historias.
Totalmente recomendable.

Es uno de los libros fundamentales en mi historia como lector. Marca el pasaje del adolescente al adulto. Lo leí a los 18, un momento de cambios.
Por supuesto, lo primero que se impone es el recuerdo de la exuberancia, tanto verbal como de la naturaleza. Páginas que casi no conocen espacios en blanco. Comején, vastedades, mitos, misticismo.
Una novela incómoda, necesaria, lamentablemente subestimada por algunas voces actuales que la consideran un mero artilugio para fascinar al lector europeo.
La repetición, la prohibición del incesto asediada por un constante intento de transgredirla, y los elementos fundacionales que comparten los países latinoamericanos, presentadas en una prosa exquisita y única.

esta novela te encierra en su narrativa cíclica mágico realista que no lo dejas hasta que termina de leerlo