3.3 "... Todos estamos a menudo medio locos, con la única diferencia de que los enfermos están un poco más "locos" que nosotros, porque hay que saber distinguir el límite. Realmente, no hay casi ningún hombre equilibrado por completo; es posible encontrar a uno entre decenas, y quizá entre centenares de millares, y en este caso, en forma de ejemplar muy débil..."
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