Crimen y castigo

Sombras y fragmentos de algo como ideas cruzaban su mente; pero ni uno solo pudo aprehender, ni en uno siquiera pudo detenerse, aun haciendo un esfuerzo.

No hay en el mundo cosa más difícil que la sinceridad, ni más fácil que la lisonja

Se afanaba por producir una gran impresión, y la vanidad le trastornaba el raciocinio

... No, la vida me ha sido concedida de una vez por todas; no quiero esperar esa felicidad universal. Quiero vivir mi vida, yo mismo...; en caso contrario, no vale la pena vivir.

Todo está en los detalles... Esos pequeños detalles que lo echan siempre todo a perder.

La mentira es el único privilegio del hombre sobre todos los demás animales.

En la pobreza uno conserva la nobleza de sus sentimientos innatos; en la indigencia nadie puede conservar nada noble.

Siempre que salía de la universidad, generalmente había de sucederle, puede que le ocurriera cien veces, quedarse parado precisamente en aquel mismo sitio, contemplando con toda atención aquel panorama, verdaderamente espléndido

A pesar de la aversión que su hermana sentía hacia mi persona, a pesar de mi actitud sombría y repulsiva, acabó por compadecerse del hombre perdido que veía en mí. Y cuando la piedad se apodera del corazón de una joven, esto es sumamente peligroso para ella. La asalta el deseo de salvar, de hacer entrar en razón, de regenerar, de conducir por el buen camino a un hombre, de ofrecerle, en fin, una vida nueva.

El verdadero dominador, al que todo le está permitido, bombardea Tolón, asuela París, olvida a su ejército en Egupto, derrocha medio millón de soldados en la retirada de Moscú y sale del paso con un retruécano en Vilna; y todavía, después de muerto, le levantan estatuas... Según parece, todo le estaba permitido. ¡No; esos seres, por lo visto, no son de carne y hueso, sino de bronce!