Tragedia en tres actos

Unos días después de que María me hubiera recomendado un par de novelas de Agatha Christie, ya estaba yo de regreso en su librería para llevarme unas cuantas más. Y no sin cierta sorpresa porque, como comentaba con @cris_leyend, en casa de mis abuelos estaba la clásica colección de la editorial Molino, cuyas portadas me espeluznaban de niña. Igualmente que de niña leí muchas obras que, quizá, no deberían haber llamado mi atención y caído en mis manos, nunca me atrajeron aquellos volúmenes de tapas blancas cuyas historias me están generando una notable adicción este verano.
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Creo que mi favorita, hasta el momento,  ha sido la teatral Tragedia en tres actos (1934), que pertenece a la colección del detective Hercules Poirot y que protagoniza un famoso actor retirado, quien organiza una cena en su particular casita de recreo, entre cuyos invitados se encuentra el belga. al inicio del evento, el vicario fallece repentinamente ante los presentes. El anfitrión, uno de sus amigos y una jovencita, vecina del pueblo, iniciarán sin demasiado éxito una investigación que pruebe que, en realidad, se ha tratado de un asesinato y no ha sido una muerte natural, como parece, dada la edad y la precaria salud de la víctima. Todo cambiará cuando uno de los invitados ofrezca otra cena en su casa y fallezca en idénticas circunstancias.
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A diferencia de otras historias del detective, como él mismo reconoce, el muerto podría haber sido él, y solo el destino y la fortuna han conseguido que no fuera así. Está dividida en tres actos - "Sospechas", "Certezas" y "Aclaración"- lo que, junto con sus particulares personajes, potencia el carácter dramático de la obra que está tan bien hilada por Chistie, que al final el lector casi se pondría en pie, a aplaudir.
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El misterio es muy interesante precisamente porque nada parece tener sentido, ni siquiera el orden de los asesinatos (no me miréis a mí, es cosa de Poirot). En este aspecto, sí que me hubiese gustado tener algo más de información para no ir tan a ciegas en todo momento y poder formarme mi propia teoría en lugar de pensar que ha tenido que ser tal o cual solo porque parece sospechos@. Sí, hay alguna que otra pista escondida en las páginas del libro y justo al final, se nos señala al culpable justo antes de que Poirot de su brillante explicación ;)
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Este es uno de los libros que hace que ame a Agatha cada día más. Me encatna esta historia, te tiene atrapado de principio a fin.

° Mi calificación: 🌟🌟🌟🌟🌟 (5/5)

Los invito a leer toda mi reseña en mi blog, esta super interesante 😊❤
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De nuevo una historia en la que Poirot ni pincha ni corta hasta que hay que resolver el misterio al final del libro, y casi sobre un escenario para poder presumir de células grises.

Una fiesta en la casa del acantilado reúne a un pequeño grupo de amigos y conocidos. Ninguno podría imaginar que el vicario fallecería repentinamente, y ninguno pensaría que se trataba de un asesinato hasta verse reunidos de nuevo en otra fiesta y comprobar que su anfitrión, esta vez el doctor, había corrido la misma suerte.

La trama es bastante diferente, y distendida, a las que nos tiene acostumbrados la reina del crimen con Monsieur Poirot, y es que en más de una ocasión me ha recordado a los cozy crimes de Miss Marple y sus vecinos.

También diré que de los libros que llevo leídos hasta ahora de la señora Christie Tragedia en tres actos tiene la mejor adaptación en la pequeña pantalla. Está tan bien narrado e hilado que me ha hecho dudar hasta el final si todo sería como lo recordaba.

Después de la decepción que me llevé con Cita con la muerte esta novela era necesaria, aunque no se lleva más estrellas por el romance absurdo que hay tras toda la trama de los asesinatos y por la ausencia de nuestro bigotudo detective.
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Tragedia en tres actos, un libro como todos los de Ágatha que se espera mucho y la verdad si fue un buen libro solo que creo que al principio de este me aburrió un poco. Los libros de Ágatha se caracterizan principalmente por su forma de explicar todo tan detalladamente para que uno pueda encontrar pistas como el protagonista, eso es algo muy bueno, solo que en esta ocasión me revolví en alguna partes y claro que eso también trata de hacer Ágatha para que no se nos haga tan fácil descubrir al asesino.

La calificación que le di es porque se me hace un buen libro, el final fue el que esperamos siempre, algo que nos sorprende y nos deja satisfechos, pero para mí todo el trama se me hizo un poco entablado y puedo decirlo repetitivo, se que son pocas páginas pero también por eso creo que se me hizo así.

Es un buen libro pero no es uno el cual me allá emocionado o me haya dejado gritando de placer al leerlo jaja por eso le doy esas tres estrellas, y bueno, a seguir leyendo las historias del gran Hércules Poirot.

El final definitivamente es muy inesperado. Este libro es un poco lento respecto a los demás libros de Poirot, y tiene una poca participación, lo que conlleva a que el libro pierda un poco el encantó, sin embargo, es un buen libro. Me gustó que le diera un nuevo aire a la historia, dejando que otros descubran quien es el asesino.

Bueno pues la autora me ha engañado totalmente. Esta vez no tenía una idea aproximada de quién podría ser el asesino pero ni por asomo hubiese acertado. Como punto negativo del libro, que Poirot aparece más bien poco, solo hacia la mitad.

En esta historia Agatha me impresionó. Logré conectar con los personajes y emocionarme cada vez que Poirot aparecía y ayudaba en el caso.
Recuerdo estar leyendo la resolución del caso y quedarme con la boca abierta por 20 páginas, me quedé en shock y quería releer el libro en ese instante.
Tiene muy pocas páginas para contener tremenda historia. Todo está calculado y el final cierra por todas partes.

Sonará bastante extraño decirlo, pero siento los libros de Agatha Christie como esa clase de lecturas acogedoras que hacen sentir en casa al lado de una hoguera. Y es bastante irónico porque —al menos las que he leído hasta ahora— suceden en mansiones donde hay asesinatos, la casa parece que deja de ser segura en el momento que se celebran cenas con amigos o vecinos... Pero no sé, es esa atmósfera en la que, sí, hay tensión, hay un muerto o varios, todos parecen igual de culpables que inocentes, pero no hay el mismo pánico que en otros thrillers, no hay sangre ni crueldad. Se van recogiendo pistas, se van analizando a todos los que estuvieron en cada una de las cenas, la historia avanza a un ritmo pausado y suave y recoge al lector en cada una de sus paradas, enseñándole cómo es el camino hacia el desenlace.

Lo curioso de los libros en los que Poirot es el detective es que, aunque el resto de personajes vayan buscando al asesino, para él todo parece un juego realmente sencillo, es como si tuviera un radar en el momento que entra en acción o en una acción que aparenta calma hasta que sucede la primera muerte.

De nuevo dentro de la ironía del género, siento que Agatha Christie escribía esa clase de novelas que son como un lugar seguro. Ni siquiera me preocupo en buscar culpables, sino escuchar las sospechas y sorprenderme con lo que realmente ha pasado cuando se abre el pastel.

Este libro como todos los de Agatha que he leído hasta el momento me ha gustado mucho, creo que es una autora que nunca me defraudará.
Me ha parecido muy curioso que Poirot apenas aparezca en la historia, pues él siempre está involucrado de alguna manera en la trama y es quien lleva a cabo la investigación, preguntando a los sospechosos y asociando pistas. Sin embargo su aparición final es estelar y en poco tiempo deja a todos sorprendidos con la resolución del caso.