Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo

En este caso, la autora escribe una carta a una amiga que, tras haber sigo madre, le pide ayuda para criar a su hija de manera feminista.

@chimamanda_adichie ofrece a su amiga una serie de sugerencias para que su hija crezca al margen de los convencionalismos sociales de la mujer como ser inferior al hombre.

Estos libros, está manera de pensar, de educar... Debería ser obligatorio para todo el mundo... Son libros imprescindibles con enseñanzas que ayudarían a construir un mundo mejor.
Os dejo una de las frases del libro: «En lugar de enseñarle a tu hija a agradar, enséñale a ser sincera. Y amable. Y valiente. Anímala a decir lo que piensa, a decir lo que opina en realidad, a decir la verdad. [...] Dile que, si algo la incomoda, se queje, grite.»

Una lectura muy curiosa que es como una especie de manual feminista con sus puntos separados sobre cómo se debe guiar a una niña (o a un niño) en la senda de la igualdad de géneros. No tiene pretensiones de convencer a nadie y simplemente se presentan como consejos hacia una madre primeriza y amiga de la autora que está preocupada por la educación de su hija y le pide ayuda a Chimamanda, que declara abiertamente que ella no es nadie para educar en el feminismo.

Es una carta que la autora le escribe a su amiga Ijeawele que acaba de ser mamá, por petición de esta última que le pide que la aconseje para criar a su hija como una feminista.
Ante esto, la autora escribe 15 consejos que me parecen de lo más certeros.

Chimamanda en ellos habla sobre la tradición, la biología, la crianza, el matrimonio, la equidad, los roles de género, el feminismo light, cuenta sus propias anécdotas y las de grandes personajes que han sufrido el machismo. Deja claro también que no hay que convertir a todas las oprimidas (las mujeres) en ángeles, porque así como hay maldad en los hombres también la hay en las mujeres.

Ya de entrada, Chimamanda le avisa a la nueva mamá que se equivocará, porque es humana, y que esa idea que la cultura aplaude de que "la madre puede con todo" o "que el padre no lo hará tan bien como la madre" hay que rechazarla, porque tanto hombres como mujeres somos igual de capaces e inteligentes para los labores en general. (cosa que pensé toda la vida, pero hay gente que no lo quiere entender)
El padre merece criar a sus hijos, eso no le hará mal a nadie, por el contrario, creará lazos más fuertes entre ellos.

Algo mal dicho es cuando se dice que "el padre ayuda a la madre" cosa totalmente errada, ¡PERO TOTALMENTE ERRADA! chicas, dejen de decir esto por favor, el padre es el padre,él no está ayudando ni haciéndole un favor a nadie, él esta cumpliendo con su obligación de padre, que no es ni más ni menos importante que el de la madre.
Y nunca, nunca, debes decirle a una niña debe hacer algo o dejar de hacerlo solo porque "es una niña", más bien dile que lo haga o no porque está bien o esta mal o porque es útil, pero nunca porque sea una niña.
El típico ejemplo sería "saber cocinar"

En una parte cuenta una anécdota, sobre una nena que decía que "se comportaba como un varón" porque le gustaba jugar al futbol y los vestidos no le llamaban la atención, y que su madre la obligó a que se empezara a "comportar como una niña" y así fue como cambió su forma de ser y ahora actuaba acorde a lo que era. Lo triste, es que aquella niña simplemente se comportaba tal cual era. Y esto pasa mucho, los padres deben tratar criar a sus hijos pensando que son individuos (no es si son varones o mujeres) enseñándoles a ser independientes, a quejarse cuando algo no les guste, a razonar, a ser útiles...

Y por supuesto, las mujeres no necesitan que las reverencien ni las defiendan, solo que las traten como a seres humanos, debe quedar claro que las mujeres no reclamen privilegios, sino equidad, igualdad.

Debemos enseñarles a nuestros niños que en el mundo "la diferencia" es normal, es buena, y está llena de ella. Que siempre se cruzará con gente que ha elegido otros caminos en la vida y que mientras ello no dañe a nadie no hay razón para rechazarla.

Y para ir acabando, (aunque podría escribirles muchísimo más, pero esto se va hacer muy largo) hay un punto que tocó la autora sobre la imagen de la mujer que me parece importante destacar:

Mientras leía este libro no paraba de marcar aquellas partes que me parecían importantes y creo que me he pasado un poco jaja.
Todo lo que dice es tan obvio, pero son cosas que muchas mujeres y hombres aun no se dan cuenta, podría decir que este texto es puro sentido común, y me parece tan triste que recién en pleno siglo XXI recién se esté empezando a hablar de esto. Hay mucha gente (mujeres y hombres) que lo ven como algo malo, o lo minimizan, porque han sido criados de tal o cual manera y no les gusta el cambio. Por suerte esto va cambiando de a poco, las mujeres están despertando, despacio, pero están despertando.

Cuando la gente dentro de cien años lean este tipo de textos van a pensar "que cabeza de termo que eran antes, menos mal que no nací en aquella época" porque yo lo leo hoy en el año 2019 y me siento en la edad de piedra por lo cavernícolas que el mundo demuestra ser.
Y por lo menos yo, les puedo asegurar que no quisiera que mi hija viva para criar niños, atender a un tipo y cuidar la casa. Eso me pondría muy triste. Nadie es sirviente ni esclavo de nadie, todos somos iguales y la responsabilidad es mutua.

Lectura recomendada para todo público, lo pueden leer tanto adultos como jóvenes.

El feminismo empieza en la educación. Con su voz cálida y directa, Chimamanda Ngozi Adichie dirige está emotiva carta a una joven madre que acaba de dar a luz. En sus quince consejos, reivindica la formación de nuestros hijos en la igualdad y el respeto, el amor por los orígenes y la cultura. Una invitación a rechazar estereotipos, a abrazar el fracaso y a luchar por una sociedad más justa. Una bella misiva con reflexiones tan honestas como necesarias que conquistará por igual a madre, padres, hijos e hijas.

En la línea de su anterior libro "Todos deberíamos ser feministas". Chimamanda tiene ese don de enganchar y atrapar al lector desde la primera página y teniendo en cuenta que es un libro muy corto se lee en un suspiro.

En este caso, el libro está escrito en forma de carta dirigida a Ijeawele, amiga íntima de la autora, en la que le da consejos de como educar a su hija en la igualdad. En total, son 15 consejos o sugerencias de las que nos hace participes la autora Nigeriana. Como en el anterior libro, está lleno de ejemplos y anécdotas dándole un toque muchas veces, de humor siendo realmente muy entretenido. ¿Y qué mejor que un libro didáctico y entretenido?

Aborda diferentes temas como el sexo, amor, maternidad, culpabilidad y educación convirtiéndolo en un libro muy completo. Es un libro ideal para todas las personas independientemente de que tengan o no hijos o no se planteen tenerlos.


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Cortito, clarito y conciso. Va al punto sin detenerse en "marco teórico" ni nada complicado, simplemente son quince consejos de una amiga hacia otra, muy bien logrados y que está bueno tener siempre a mano. Recomiendo!

Este libro debería ser de lectura obligatoria en las escuelas, en las iglesias, en las casa, para niños, para niñas, para padres, para madres, para hermanos, para hermanas, para TODOS. Educar en Feminismo es contribuir al cambio necesario en la sociedad para lograr la igualdad de género.

Creo que estos consejos que le da Chimamanda a su amiga son muy buenos en todos los aspectos, no leí ninguno que me haya desagradable o que sienta que está de más. Me parece que la autora fue muy acertada en cada una de estas críticas que hace a la sociedad en la que vive y que desafortunadamente se vive no solo en su país sino que sucede en la mayoría de los países.

Cómo educar en el feminismo. Chimamanda narra en quince consejos cómo educar a una hija. En este pequeño libro, reivindica la importancia de educar en la igualdad y el respeto, el orgullo por los orígenes y la cultura. El libro muestra como en sociedad, nuestro comportamiento importa. Las decisiones que tomamos importan, tienen efectos en el tiempo. Todos sus libros ofrecen esta mirada crítica a la sociedad, que de alguna manera u otra, deberíamos tener.
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Lo he releído, por que me parece interesante hacerlo una vez al año. Anotar lo importante y tenerlo siempre presente.

Me ha encantado. No solo lo que narra, si no ver como yo he sido educada para hacer muchas, sino todas las cosas que se comentan.

Mis padres siempre se besaron delante nuestra y se tocaban el culete. Nos educaron pensando que eso era algo normal. Amor, sin vergüenza, se llama.
Nunca nos impidieron jugar con cosas "de chicos", así yo jugaba a despeñar coches. XD

Hoy en día estamos yendo para atrás. Es cierto, que muchos intentamos avanzar. No decirle a los niños pequeños: "Haz esto, por que es de chicas, o no llores, por que eres un chico". Cada uno tiene que ser como quiera ser. Siempre respetándose a sí mismo y a los demás. No debemos hacer las cosas por agradar y mucho menos, olvidar nuestra opinión por los demás.

El libro, te enseñará por qué no es bueno llamar príncipe o princesa a los peques. Qué es lo que le va implícito, cuando lo haces.
Me encantaron todas y cada una de las enseñanzas de este libro. Y tendrían que leerlo todas las personas, sobre todo los que van a tener hijos. Para no repetir los errores del pasado.

¿Lo has leído? ¿Tienes ganas de hacerlo?

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