No soy un monstruo

Comenzamos el libro con un primer capítulo en el que un secuestrador selecciona a un niño en un centro comercial aunque no conocemos más datos. En los siguientes capítulos, empezaremos a conocer a los personajes principales y qué están haciendo en el momento en que sucede la desaparición. A partir de ese momento, conocemos como Inés asiste a una terapia por recomendación de su editor, como la inspectora Ana Arén tiene que soportar las insinuaciones de sus subordinados o como Laura, una jubilada que, tras la muerte de su marido, descubre una segunda vida gracias a su vecino de enfrente, Joan.

Tristemente, la desaparición de niños es algo que tenemos muy presente en el día a día de nuestra sociedad. Periódicamente, tenemos noticia de niños perdidos, padres angustiados que hacen cualquier cosa por encontrar a sus hijos, programas de sucesos especializados en desapariciones... Esta novela es un fiel reflejo de la actualidad y la sociedad en la que vivimos, de la angustia de perder a un ser querido, de la necesidad de avanzar en la investigación policial porque, a cada minuto que pasa, es más difícil de encontrar, de la presión de los periodistas en los medios de comunicación por tener la última hora y dar la primicia de la desaparición.

En resumen, se trata de una historia adictiva y actual que se desarrolla en solo una semana aunque, en ocasiones haya flashbacks que nos ayudan a conocer a los personajes, su vida anterior y cómo han llegado hasta donde están. Este punto, los personajes junto con la trama, es para mí uno de los aspectos más destacados de la novela. Con unas pequeñas pinceladas, descubrimos lo que ha tenido que sufrir la policía Ana Arén para demostrar su valía e imponerse en un mundo dominado por hombres lo que la ha convertido en la persona desconfiada y fría que es en la actualidad; soportaremos la presión que soporta Inés para tener siempre la primicia, inspirarse para su nueva novela y cuidar de su hijo pequeño; o veremos cómo se las apaña Joan para trabajar en la seguridad informática de algunas grandes empresas y, a la vez, ayudar a sus amigos. Mención aparte merece Laura, una jubilada que siente que su vida carece de sentido tras perder a su marido pero que descubrirá una nueva vida ayudando a su vecino de enfrente.

Dicho todo lo bueno y adictivo que tiene ahora viene la parte negativa. Pese a que la historia y la trama son estupendas, la narración deja mucho que desear. Los capítulos se reparten entre los personajes protagonistas y otros personajes secundarios que no habían aparecido antes y narra su papel en ese momento concreto de la historia, o incluso pueden encabezar el capítulo un par de personajes. Hasta aquí, puede entenderse. El problema llega cuando hay capítulos dedicados a una persona (por ejemplo, Ana) y, de repente, empieza a hablar en primer persona Inés, sin previo aviso. Puedo aceptarlo y entenderlo en un libro autopublicado, pero no en la quinta edición del Premio Primavera de Espasa. Además, se intercalan partes de narrador en primera persona con otras con un narrador omnipresente que sabe todo lo que va a pasar y nos deja frases como "sin saberlo aún, comenzó a salvar una vida". Para él, todos los momentos son clave y se les van a quedar clavados en la piel para siempre. En ese sentido, para mí es demasiado rimbombante, da demasiados detalles dolorosos de cómo se comporta el corazón y el cerebro con el dolor físico y mental. A esto tengo que añadir que en ocasiones resulta repetitivo. Por ejemplo, no sé cuántas veces repiten que no hay cámaras de seguridad porque las tiendas están cerradas, cuando además en Madrid la mayoría de los centros comerciales abren los domingos. Si a eso le sumas algún error puntal de gramática o puntuación podréis entender que en ocasiones me sacara de mis casillas.

A pesar de todas estas pegas, conforme va avanzando el libro, consigue engancharte a la historia con un ritmo trepidante. Con deciros que me lo acabé de madrugada porque no podía parar de leer, podéis imaginaros cómo es el final. Y no tengo ninguna duda de que leeré la segunda parte que se publicará en los próximos meses. Así que, si tengo que recomendarlo, lo haría sin duda aunque advirtiendo que no es ninguna obra maestra de la novela policíaca y que tiene sus inconvenientes.
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Yo no soy un monstruo de Carme Chaparro es un thriller/policial que comienza algo lento. Como suele suceder en este género los primeros capítulos son introductorios. En este caso, la primera mitad del libro es algo innecesaria. Tenemos capítulos que introducen a los personajes pero que están repletos de datos y anécdotas que nada aportan a la historia.
El libro gira en torno a la desaparición de niños dentro de un centro comercial. Inés es una periodista que sigue el caso y Ana es la jefa de investigaciones a cargo del caso. Ambas son amigas y la narración del libro está dividida principalmente en sus perspectivas. A lo largo de la historia algunos capítulos alternan con otros personajes pero son solo algunos.
Lo que sucede con este libro es que la primera parte es difícil de pasar y a partir de la mitad comienza a pasar todo rápidamente. Realmente el plot twist del final es lo que se lleva las tres estrellas ya que fue completamente inesperado y la resolución del caso te deja pensando.
Creo que es una buena historia pero que tiene demasiado relleno y podría ser mucho mejor sin ello.

Una novela negra que no he disfrutado que profundiza en la investigación sobre unos niños desaparecidos en un centro comercial de Madrid, el peso de la trama lo lleva Ana ,la inspectora jefe.En cuestión de una semana se reabre un caso de hace tres años por la similitud del actual y con sorpresas que aceleran el suceso, también se amplia la red de sospechosos, nadie es inocente, el culpable puede ser cualquiera. Un libro con final cerrado para resaltar la pluma y tal vez leer su siguiente libro La química del odio ,una serie sobre la inspectora jefe que promete ser más de mi estilo con el asesinato de una de las mujeres más famosas de España.
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La historia es brutal pero me han fallado demasiadas cosas como para darle a esta novela más de tres estrellas. La autora repite mucho las descripciones y eso a ratos me ha resultado cargante. Se extiende demasiado en datos de la vida pasada de los personajes que no aportan nada de nada a la trama. No quiero dar ejemplos por no haber spoilers pero uffff, ha habido un momento un poco antes de llegar a la mitad de la novela en que he estado a punto de echarlo a un lado y comenzar otra lectura para volver a retomar esta más adelante. Gracias a que, como ya os comento al principio, la trama es buena no lo he hecho. Eso si, el final me lo veía venir pero la resolución de todo me ha dejado fría. Me da pena porque lo cogí con muchísimas ganas pero no ha cumplido mis expectativas.

Es un libro que te tiene enganchado desde el principio hasta el final.
Al principio yo me he hecho un poco de lío con lo que estaba contando porque no le encontraba ninguna lógica a esa parte de la historia. Pero luego a medida que va avanzando la historia vas entendiendo las cosas aunque también me he ido creando otras ideas y he tenido la suerte de que se han resuelto en el libro.

¿Hay algo que aterrorice más a una madre y que movilice más a la sociedad que la desaparición de un niño? No lo creo. Hace un par de años Nicolás desapareció. Ha pasado un tiempo, y esta vez es Kike quien ha desaparecido. El hombre sin cara se lleva a los niños, ataca de nuevo. Anna, la inspectora, deberá superar sus traumas y enfrentarse de nuevo a él. Inés deberá cubrir las noticias, con el pánico a que su niño sea el siguiente.

¡Que me gusta a mí una novela de desapariciones! Y no ha sido menos. Da comienzo con una narración impactante. Sin embargo, los hechos tardan bastante en arrancar. Hasta casi la mitad del libro todo son conjeturas y no se investiga a nadie. Cuando empiezan a trabajar con sospechosos, el ritmo de la novela se retoma. La trama en sí es atrapante por partir de un temor tan natural. Sin embargo, a medida que se acerca el final, siento que todo se deshincha y pierde credibilidad.

Algo que me ha encantado es la sensibilidad que desprende toda la obra. El terrible dolor, la impotencia, el frío interno que siente una madre al perder a su hijo. Los personajes son muy humanos. La autora ha hecho un trabajo impecable. Debo destacar también la documentación que ha llevado a cabo, es una obra que cuenta ya con algunos años, ¡y se tratan temas tan actuales como la huella digital!

El final me ha sorprendido porque no lo he visto venir, pero por eso mismo no me convence. El hecho que el culpable aparezca al final no nos da la oportunidad de sospechar de él. Aún así pienso que con razón es uno de los clásicos contemporáneos del género.
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Ha sido una lectura rapida que me hizo sufrir mucho y tambien llorar.
Atrapa desde la primera pagina, aunque he de decir que hasta la mitad no me enganchó del todo, capitulos cortor y narrados por sus personajes.
La novela narra la historia de secuestro de niños, si esta fuera real en mi vida no sabría como actuar porque solo de pensarlo muero!
Donde nos muestra como el dolor de las personas se puede convertir en una autentica generadora de morbo total.

Hoy vengo con la reseña del primer libro de la hasta ahora trilogía de la inspectora Ana Arén.
Lo que nos cuenta el libro, es tan real y existen tantas posibilidades de que puedas sufrirlos en tus carnes, que da miedo. ¿A cuántos se le ha perdido su hijo, momentáneamente, en la playa? ¿Y por la calle? ¿Y en un centro comercial? Y si encima, no es solo un momento… pasan los minutos, las horas, los días,… y tu hijo no aparece. Yo tiemblo cada vez que lo pienso.
Esta es la premisa con la que parte este libro: la desaparición de un niño en un centro comercial. Con capítulos contados en primera persona por los diferentes personajes, la autora nos va narrando el proceso de búsqueda del niño, el dolor de la familia, el impacto mediático en los medios,… y cómo se nota la profesión de la autora. Muy bien todo lo referente a los medios de comunicación y el manejo que hacen de la información.
El final me ha sorprendido pero… no me ha acabado de convencer al 100%.
Los personajes están muy bien construidos, y llegas a conocerlos a fondo y a ponerte en su piel.
Me imagino que la gran mayoría ya lo habrá leído e incluso se habrá acabado la trilogía. Yo como siempre, llego tarde! 😅
📖 ¿Qué os ha parecido este libro, y en general la trilogía, aquellos que los habéis leído? Pronto me pondré con la segunda parte, que la tengo también en casa.

Si hay algo peor que una pesadilla es que esa pesadilla se repita. Y entre nuestros peores sueños, los de todos, pocos producen más angustia que un niño desaparezca sin dejar rastro.
Eso es precisamente lo que ocurre al principio de esta novela: en un centro comercial, en medio del bullicio de una tarde de compras, un depredador acecha, eligiendo la presa que está apunto de arrebatar. Esas pocas líneas, esos minutos de espera, serán los últimos instantes de paz para los protagonistas de esta historia.

Tenía ganas de leer este libro por las buenas críticas que tiene, y he de decir que me ha gustado pero sin llegar al entusiasmo. En el primer capítulo lloré por la historia tan dura que cuenta, en alguna ocasión se me hizo lento y el final no me lo esperaba, así que he sentido de todo un poco, pero aún así ha habido algo que no me ha terminado de atrapar del todo

Soy bastante reticente a leer libros que tienen por autores presentadores o personajes públicos relacionados con otros ámbitos. Aun así, se le había dado tanto bombo a esta novela que no podía dejarla atrás, más aun siendo una amante de las novelas de intriga. Después de leerla en dos tardes, puedo decir, Carme Chaparro no me has defraudado.

La historia principal gira entorno a la desaparición de un niño, Kike, en un centro comercial de Majadahonda. El mismo en el que dos años antes, otro niño de edad muy parecida fue secuestrado y cuyo caso nunca se resolvió.

Este hecho cambió la vida de las dos mujeres protagonistas de la novela, Ana Aren e Ines Grau. Ana es la subinspectora del caso, mujer fuerte y luchadora que se ha ganado el respeto de sus compañeros, pero que desde el caso Slenderman no es la mima. Ines es la presentadora de informativos que cubrió el caso con el que alcanzo una gran fama y le llevo a la publicación de un best-seller.

Esta nueva desaparición, en idénticas circunstancias, pondrá de nuevo en contacto a las dos protagonistas, ¿ha vuelto Slenderman?

La novela avanza a muy buen ritmo, engancha en todo momento. Sus capítulos cortos, narrados a través de las dos protagonistas, hacen que te metas de lleno en la historia. Hacen que te agobies y sigas de cerca el caso, no solo desde el punto de vista policial sino también desde el periodístico.

El punto fuerte de la novela es como Carme saca a la superficie todo lo que conlleva cubrir una noticia de este calibre, describe de forma perfecta el morbo, como la sociedad sucumben ante la desgracia.

El otro punto destacable de la novela, sin salirse de la trama, es el papel reivindicativo de la figura de la mujer en profesiones hasta ahora mayoritariamente masculinas. Sobre todo, en el caso de la policía Ana, que a lo largo de varios capítulos se describe como lucho para llegar a alcanzar su puesto y como ha tenido que demostrar cada día su valía.

Sus personajes principales están muy bien perfilados, siendo muy reales, aunque no llegue a empatizar del todo con ninguno de ellos. Entre los secundarios encontramos compañeros de profesión de ambas mujeres, sin ser ninguno muy destacable, salvo la vecina octogenaria que me transmitió mucha ternura.

En definitiva, una buena novela de intriga, muy bien documentada tanto desde el punto de vista policial como periodístico, que te engaña a lo largo de toda la trama. Su final no te dejara indiferente por su crudeza y sobre todo por su impactante frase final.

Deseando empezar su segunda parte “La química del odio”.

PUNTUACIÓN: 4/5
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