De vidas ajenas

Me ha llamado mucho la atención este gran libro, es excelente, pero según mi modesta opinión, parece estar lejos de lo que Emmanuel Carrère nos tiene habituados.
Aquí, el escritor se convierte en un escriba que recoge con detalle y expresión certera lo que nos transmite sobre la condición humana.

No es nada fácil tratar el tema de la muerte de la forma en la que lo hace Carrère, con mucha sensibilidad. Así lo percibimos porque también hay amor.

Sin duda, nos encontraremos con la dureza de dos vivencias muy duras, pero también nos aproxima a la problemática existencial de las víctimas con las que empatizamos fuertemente.

Es impresionante y muy impactante acercarnos a los dos momentos trágicos que tiene que experimentar, una experiencia brutal que literariamente nos lleva a esas vidas ajenas, a las que el título nos responde.

Sin embargo, es un libro que sabía que iba a ser estremecedor, pues el tema tratado, lo es y mucho. Y así ha sido, es una historia verdadera, intensa, desgarradora y muy dura aunque también, es una historia de amor, amistad, valor y justicia.

También sobresalen temas tan importantes como la importancia que tiene la familia, la lucha valerosa contra la enfermedad, ser conscientes de la muerte, pero también del gran poder que alcanza el amor.

Se cuentan dos historias que el autor vivió muy de cerca, la muerte de una niña de cuatro años por el Tsunami que asoló Sri Lanka en 2004 y la muerte de su cuñada Juliette, a la edad de 30 años, por un cáncer.

El punto de partida son las conversaciones que mantiene con el juez Étienne, compañero de su cuñada, también jueza, los dos supervivientes de un cáncer, que se ocupaban de asuntos de sobreendeudamiento en el tribunal de primera instancia de Vienne, situado en la parte central de Francia.

La primera historia que se cuenta en la novela, es el relato de la tragedia que provocó el Tsunami en Sri Lanka donde el autor se encontraba de vacaciones con su esposa, y donde vivieron la pérdida de la hija, llamada Juliette, de un matrimonio francés de los que se hicieron amigos.

Esta es la primera parte, en la que indaga y se prepara a través de las conversaciones y entrevistas que mantiene, como hiciera en “El adversario”, con los padres y abuelos de la niña.

La segunda parte, mucho más desarrollada, se centra en la enfermedad, el dolor, la angustia y la muerte de su cuñada Juliette. Las dos se llaman igual, es curioso.

A través de las conversaciones que mantiene con el juez Étienne, que será el otro gran protagonista del libro, con el círculo familiar de Juliette y sobre todo, con el marido de su cuñada, Patrice, va desarrollando todas y cada una de las emociones que nos estremecen.

Así va componiendo esta emocionante y extraordinaria obra que según palabras del propio autor, también habla de la vida y sobre todo del amor.

A mí me ha impresionado mucho, tanto por la potencia de su prosa que se traduce en una experiencia literaria inolvidable como por la forma en la que se aborda la enfermedad, la angustia, el sufrimiento y la preparación hacia el final, la muerte, temas duros pero tratados con serenidad.

La amistad entre la jueza Juliette y el juez Étienne es uno de los ejes fundamentales, también la naturaleza del trabajo de los dos jueces, así como sus esfuerzos para ayudar a las personas que han sido atrapadas por las grandes entidades de crédito.

Hay también una parte importante dedicada a explicarnos sus batallas legales, que es fundamental y muy interesante.

La presencia del autor y las reflexiones sobre su propia vida también están presentes y muy cercanas.

Una gran obra y excelentemente narrada.. Me ha gustado leerla, a pesar de haber experimentado algunos momentos claustrofóbicos y muy sentidos.

Con entereza y serenidad podrás acercarte a él. Elige tu momento.

Una historia sobrecogedora, cautivadora, desgarradora , estremecedora y grandiosa.

No tengo palabras para definir el brutal choque de realidad que ha supuesto la lectura de vidas ajenas. Un libro que se presentaba como un anti-adversario. Un libro que era una redención para el autor y para sus lectores. Porque sí, hoy me tengo que declarar ferviente lector de Carrere. Yo, que soy un lector que nunca se casa con nadie, que casi nunca repito autor, tengo que rendirme ante la escritura de Carrere. Y es que no sé como lo hace, no sé si por su gran implicación en las historias que cuenta o la gran carga humana que conlleva, pero siempre consigue descuadrarme. Y si la lectura de El adversario me asqueó, en de vidas ajenas me ha emocionado y me ha causado un desasosiego poco frecuente. La forma de escribir de Carrere conecta conmigo y siempre me descoloca totalmente. Leer a este autor francés es desear no querer seguir porque su lectura asfixia y ahoga, pero es imposible parar. Y por tanto sí, me declaro lector de Carrere, y quiero seguir leyendo todas sus novelas.

En de vidas ajenas, Carrere vuelve a escribir sobre personas reales. Cuenta la historia de su cuñada Juliette, una mujer que ha fallecido a causa de un cáncer. Juliette es una jueza francesa que centró buena parte de su carrera en la lucha contra las cláusulas abusivas de las compañías crediticias. Los amantes del derecho disfrutaran mucho esta parte de la historia, y los que no lo somos tanto no la sufriremos porque Carrere explica a la perfección y en ningún momento esta parte se hace densa o pesada.

Si El adversario es un pozo de cabreo, asco y repulsión, de vidas ajenas es dolor, tristeza, lucha y amor; tan distintas y a la vez tan iguales. Tan iguales porque las dos son obras maestras capaces de cuestionar muchas cosas y envolver a muchos lectores; capaces de revolver el estómago de diferentes maneras.

Leed a Carrere. Puede ser que no conectéis, que no sea la lectura que buscáis. Pero desde luego si conectáis, lo haréis y mucho y seguramente sean lecturas que os marcarán. A mi, desde luego, ya me ha marcado.

Emmanuel Carrère describe este libro como el reverso positivo de “El adversario”, ya que aunque ambos hablan de la muerte y el sufrimiento, lo hacen de dos modos opuestos. Mientras en esa otra obra se adentraba en el lado oscuro de un psicópata, en sus traiciones y mentiras y la sinrazón de su maldad, en “De vidas ajenas” adopta un punto de vista más luminoso. Carrère nos habla aquí de no perder la esperanza incluso en los peores escenarios. Nos habla de la superación de una muerte infantil. Nos habla de la dignidad de una enferma terminal, y del amor y apoyo de sus seres queridos. Aunque describe escenas muy dolorosas, no se recrea en la tragedia, escribiendo desde la distancia que le otorga ser testigo de esas desgracias, pero no su víctima directa, y salpicando el relato de reflexiones humanas y repletas de honestidad.

Llegué a este libro tras haber leído El adversario, del mismo autor ya que me gustó bastante. Sin embargo, de vidas ajenas me ha generado sentimientos encontrados. Un libro muy prometedor al inicio y que, conforme avanza en la narración ofrece momentos tediosos, excesivamente técnicos para mi gusto.

La historia narrada, no obstante, es muy emotiva. Más aún considerando que se trata de una historia real. Yo, conforme lo iba leyendo, iba oscilando entre emocionarme y aburrirme. Desde mi punto de vista le sobran unas cuantas páginas y bastante del tema judicial...

No lo recomendaría, aunque tampoco me ha parecido terrible. En fin, un libro más..

Carrere nos cuenta dos historias de vida marcadas por la tragedia: una joven madre abatida por el cáncer deja tres hijas muy pequeñas, un esposo amoroso, padres y hermanos desconsolados; del otro lado, producto de una tragedia natural una niña pequeña pierde la vida, dejando a sus padres y abuelo con el dolor de la pérdida y la falta de oportunidad para la despedida. Una novela real o una novela de no ficción a través de la cual Carrere nos enfrenta al dolor por la pérdida, al vacío que deja quien se va, a las diversas formas de encarar ese dolor. Recomendable.

✒️ Existen escritores muy buenos... y Emmanuel Carrère. le leo desde "El adversario" y hasta viajé a la zona de la triste historia de aquel asesinato múltiple de Claude Románd con una morbosa curiosidad que pude satisfacer.
✒️ Después leí y releí "El reino", donde me interesé más por las vivencias del autor francés que por las rutas de Pablo de Tarso y Lucas el médico evangelista
✒️ El cineasta Pedro Almodóvar compara a Carrère con el Truman Capote de "A sangre fría". No soy demasiado seguidor del manchego ni del estadounidense pero coincido con dicha opinión
✒️ de la vida y de la muerte, de la enfermedad, de la pobreza, de la justicia, del amor,... trata "De vida ajenas"
✒️ He aprendido de tsunamis, catástrofes, intereses abusivos en créditos, triquiñuelas judiciales, cáncer, orfandad,... Y si el autor francés hubiera escrito de enroques de ajedrez, seguro que me hubiera interesado y enterado.
✒️ Lo que ocurra en "D'autres vies que la mienne", por muy novelada que nos parezca, puede suceder en la nuestra.
✒️ Eso sí, no será relatado por el último ganador del Premio Princesa de Asturias de las Letras
✒️ ¿Seguís a Emmanuel Carrère?

Un relato doloroso y algo "voyeur" de dos muertes, la de una niña con el tsunami de Asia y la de una mujer de 33 años; la hermana de la pareja del autor.
Es una escritura casi periodística y cruda con las palabras justas y un ambiente hiperrealista.
El fin de vida de la mujer joven me pareció admirablemente descrito.

Si tuviese que decir de qué trata este libro, diría que habla de la vida, pero también de la muerte. de la enfermedad, del dolor, pero también del amor. Todo eso a la vez es lo que podemos encontrar en esta novela escrita por Emmanuel Carrère, que de hecho, como bien dice él, todo lo que se cuenta en esta historia es cierto.

A finales del 2004, el escritor y su familia se encontraban en Sri Lanka de vacaciones, cuando les pilló un maremoto de 9,0 que devastó las costas de Indonesia, Sri Lanka, India, Tailandia y de otros países con olas que llegaron a los treinta metros. Ellos, en concreto, salieron con vida de allí. En la primera parte nos cuenta aquellos duros días que pasó en los hospitales, viendo el sufrimiento, el caos, el pánico en la gente, etc. Para narrar esto, se centra principalmente en una pareja de franceses que perdieron a su hija mientras jugaba en el mar. Conforme avanza el libro, también viviremos la relación con el cáncer y con la enfermedad terminal por parte de un familiar de los protagonistas, vemos cómo afrontan el dolor y el miedo a perder un ser querido. A lo largo de la lectura, es inevitable no emocionarse o hacerse preguntas profundas, te hace reflexionar sobre la importancia de valorar cada momento presente.

Me ha gustado que a pesar de tocar temas delicados, el objetivo del escritor es transmitirnos una lección: que a pesar de la adversidad y los momentos duros de la vida, los vínculos con los que amamos siempre estarán ahí, para refugiarnos cuando lo necesitemos. Un libro intenso y narrado con crudeza en algunos momentos, sin caer en el victimismo o el drama, pero que sin embargo te deja un rayo de esperanza al acabar de leerlo.