Los monos de un templo japonés, uno se tapa los oídos; otro los ojos; el último la boca; que según se cuenta, representan el proverbio «No escuches el mal, no veas el mal, no pronuncies el mal». También se especula que existe un cuarto mono que representa «No hagas el mal» y en esta máxima se basa un asesino en serie para matar y justificar su propia maldad.
El cuarto mono es una historia espeluznante y perturbadora desde el principio, con una escritura cuidada la mayor parte del tiempo, pero otras veces no tanto, sobre todo en lo relativo a los procedimientos criminalísticos y policiales.
El ritmo al principio va vertiginoso, pero hacía el final se vuelve aburrido.
El cuarto mono es un asesino serial muy meticuloso y escurridizo enfrentado en lo que parece la partida final al detective Sam Porter; un detective que lleva años detrás d
el Cuarto Mono, y actualmente vive atormentado y sacudido por su propio drama.
Mucho suspenso.
La historia está contada por varios narradores, lo que parece el diario del asesino, que nos adentra en la mente de este, sus motivaciones, sus cómos y sus porqués. En segundo lugar, encontramos la voz de Porter, como se sobrepone a sus propios demonios y trata de dar caza l Curato Mono y también la voz de Emory, la víctima más reciente, una chica muy lista.
Los capítulos son relativamente cortos y alternan entre vario puntos de vista, lo que hace que siempre estemos en vilo, en suspenso y que la acción transcurra dinámicamente.
Al principio me gustó mucho el relato del Diario, pero fue mermando mi interés al encontrar sólo el relato de un sádico… bueno más de uno, a mí no me gusta el morbo por lo sangriento, por tanto, no disfrute especialmente, cuando pasó la novedad, y doscientas páginas más allá, me empezó a aburrir.
Cuando entró en escena el asesino sospeche de él, sólo por los códigos de una novela negra, thriller…sospecha de todo, mira si encaja en alguna teoría, pero al final seguí porque no creí que el quién fuera muy importante y al final tuve razón… punto para mí. En resumen, ha sido un thriller que me ha resultado entretenido, intrigante, pero que no lo pondría en una lista de favoritos.
Yo siempre creí que la triada de mono representaba “nada oigo, nada veo, nada digo”.