Debe saber que la sorpresa no es una emoción fácil de disimular, sino tan razonable como cualquier otro sentimiento.
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Debe saber que la sorpresa no es una emoción fácil de disimular, sino tan razonable como cualquier otro sentimiento.
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Conviene que de vez en cuando los jóvenes se vean obligados a pensar por sí mismos y a obrar con libertad.
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Confía en lo que sientes en tu corazón mientras te halles lejos de mí.
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El indumento es siempre un distintivo de frivolidad, y muchas veces la excesiva solicitud que despierta destruye el fin que persigue.
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Ninguna señorita debe enamorarse de un hombre sin que éste le haya declarado previamente su amor, tampoco debe estar bien el que una joven sueñe con un hombre antes de que éste haya soñado con ella.
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Lo que niego es que, con regla general, pueda imponerse la superioridad de un sexo, y que ambos demuestran igual aptitud para todo aquello que está basado en la elegancia y el buen gusto.
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Una autora y hermana mía en las letras ha descrito de manera prodigiosa las ventajas que tiene para la mujer el ser bella y tonta al mismo tiempo, de modo, pues, que sólo resta añadir, en disculpa de los hombres, que si para la mayoría de éstos la imbecilidad femenina constituye un encanto adicional, hay algunos tan bien informados y razonables de por sí que no desean para la mujer nada mejor que la ignorancia.
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Jane Austen (16 de diciembre de 1775-18 de julio de 1817) fue una novelista británica que vivió durante la