La abadía de Northanger

La amistad es el mejor balsamo para las heridas que produce en el alma un amor mal correspondido.

La persona, ya sea dama o caballero, a la que no agrade una buena novela, ha de ser estúpida hasta los límites de lo soportable.

La persona, ya sea dama o caballero, a la que no agrade una buena novela, ha de ser estúpida hasta los límites de lo soportable.

No sé querer a la gente a medias, no es mi manera de ser. Mis afectos son siempre extremadamente intensos.

Le gustaban todos los juegos de muchachos y prefería siempre el criquet no sólo a jugar con muñecas, sino a todos esos entretenimientos más propios de la infancia de una heroína, como son el cuidar un ratoncito, dar de comer a los canarios o regar los rosales.

No obstante, cuando una joven nace para
ser protagonista de una historia de amor no
puede oponerse a su destino la perversidad
acumulada de unas cuantas familias . En el
momento oportuno siempre surge algo que
impulsa al héroe indispensable a cruzarse en su
camino.

Vine al baile única y exclusivamente por disfrutar su compañía, y hasta, si no recuerdo mal, la comprometí para este baile el lunes pasado. Sí, ahora recuerdo que hablamos de ello en el vestíbulo, mientras esperaba usted que trajera su abrigo. Después que yo les hubiese anunciado a todas mis amistades que iba a baila con la chica más bonita del salón se presenta usted a bailar con otro.
Me ha puesto en ridículo y ahora seré el hazme reír de todos

Cuando el corazón siente un verdadero afecto, poco agradan las atenciones de otro hombre. Todo es tan insípido, tan poco interesante, si no se relaciona con el ser amado

No hay nada en el mundo que sea capaz de hacer si de ayudar a las personas por quienes siento cariño se trata. Te aseguro que no soy de las que quieren a medias. Mis sentimientos siempre son profundos y arraigados.

Puede que no tengamos corazón, pero tenemos ojos, y éstos nos bastan para atormentarnos.