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Se sabe mucho de una sociedad viendo sus enterramientos. ¿Qué se sabrá de la nuestra?

No se ama por corresponder. Amar es necesitar.

Siempre tengo miedo. Siempre lo he tenido y siempre lo tendré. Pero quedarse quieto no va a solucionar nada. Nunca lo hace.

Lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada.

Si necesitás tiempo, no es él

La escritura se ha inventado para dialogar con los ausentes

Nada hay más engañoso que un hecho obvio.

¿Duele más vivir o matarse?

Una muerte es todas las muertes, una guerra todas las guerras y es la violencia todas las violencias.

Sé demasiadas cosas. Pero hay algo que no sé: cuándo se termina una tragedia.

Cuánto ha cambiado este país. Viejos que no saben escribir con hijos catedráticos.

No hay teléfono y recibo las llamadas en casa de una vecina. Me cobra dos monedas, me va a buscar y, por el mismo precio, se mete en todas mis conversaciones.

En mi cama vacía deseo tu piel. ¿Habrías venido?

Aprendí que todo adicto sabe dos cosas: debe consumir y no puede consumir nada. Ése es el nudo que uno tiene en la cabeza, ¿entiende?

El océano debe de ser muy vasto; connota libertad y posibilidades

Toda la gente normal sueña con volverse loca alguna vez... El problema es que, cuando lo hacen, no hay vuelta atrás.

El olvido es el abismo que separa la vida de la muerte.

Mi educación, como la de todos los demás miembros de la clase pensante, había hecho de mi un zoquete sin imaginación, egocéntrico y drogadicto.

Madurar es perder la vergüenza a las cosas.

La herida no se cerraría hasta que se abriese la tierra y se sacara lo que llevaba casi ochenta años enquistado.