Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
"El rencor era el camino, el rencor sembrado por Dominicano debía conducirle a su perdición."
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
"El rencor era el camino, el rencor sembrado por Dominicano debía conducirle a su perdición."
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Yo, Julia de Santiago Posteguillo
Julia era muy hermosa, con una inteligencia sobresaliente, aunque nadie reparase en ello. Supo ocultar esa destreza suyas tras la deslubrante belleza de su rostro y de su pequeño cuerpo, del que Septimio Severo quedó prendado de inmediato, al parecer en un encuentro previo que tuvieron ambos cuando Severo ejerció como legado en Oriente años antes, cuando ella aún era solo una adolescente.
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Maldita Roma de Santiago Posteguillo
Fuera estaba el mundo que gobernaba Roma. Dentro, los senadores que gobernaban el mundo. Tragó saliva sin darse cuenta. Inspiró hondo de forma inconsciente. Dio un paso. Y entró en el Senado. |
Maldita Roma de Santiago Posteguillo
La sangre y el poder están hechos de la misma sustancia, la sangre engendra poder y el poder se construye sobre mucha sangre
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Maldita Roma de Santiago Posteguillo
¿Matar?... No, no se trata de matar... Matar es poco cuando una mujer quiere hacer daño a otra. Entre mujeres, se mata cuando es preciso eliminar a alguien a quien no odias. Se de eso créeme. Aquí se trata de eliminar haciendo daño, mucho daño, a alguien a quien si odio
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Trilogía de Trajano de Santiago Posteguillo
Un Imperio nunca es demasiado grande. Lo que ocurre es que, a veces, tiene a emperadores demasiado pequeños
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Trilogía Africanus de Santiago Posteguillo
Tras la caída de Capua y su retirada de las puertas de Roma, todos pensaban que el general cartaginés estaba medio vencido, pero Fabio era bien consciente de que en esos momentos Aníbal no era sino un león herido y todos saben que lo más temible que hay en el mundo es una fiera herida.
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Trilogía Africanus de Santiago Posteguillo
No me gustan los hombres que no tienen alguna debilidad, desconfío de ellos. Creo que en cualquier momento pueden explotar, derrumbarse al haberse creído siempre por encima de los demás. Los que se han emborrachado o han perdido la cabeza por una mujer en alguna ocasión saben que todos somos vulnerables, y eso es importante, ser conscientes de nuestras propias limitaciones.
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Maldita Roma de Santiago Posteguillo
Labieno se ajustó el casco, cogió fuerte su escudo y se puso en formación de combate entre los legionarios veteranos de primera línea. Craso lo imitó. -¡Bienvenido al infierno, muchacho! |
Maldita Roma de Santiago Posteguillo
Porque un pueblo que sepa más, que lea, que vaya al teatro o que se admire ante el arte es un pueblo que piensa más, y quien piensa más es más exigente con quien le gobierna y está más atento a los abusos del poder y reclama más justicia.
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Y Julia retó a los dioses: Julia Domna II de Santiago Posteguillo
Pandora, esposa de Epimeteo, abrió la caja de todos los males del mundo por curiosidad. Julia Domna, sin embargo, se sintió más justificada en su propia acción porque, aunque ella iba a abrir una nueva caja de desmanes, no lo hacía por capricho, sino por necesidad...
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Circo Máximo de Santiago Posteguillo
—No, no estoy seguro, Lucio Quieto, pero en la vida no hay nada que sea seguro.
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La sangre de los libros de Santiago Posteguillo
Cuando tengan poco tiempo para leer, paseen entonces sus ojos por los relatos cortos de Edgar Allan Poe, James Joyce o Ángeles Mastretta. Y si ven que en su ciudad representan una obra de teatro de Lope de Vega, de Calderón de la Barca o de Shakespeare, no dejen pasar esa oportunidad por nada del mundo. Y, por lo que más quieran, no se detengan, no dejen de leer ahora simplemente porque se nos hayan terminado las páginas.
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La noche en que Frankenstein leyó el Quijote de Santiago Posteguillo
La historia es memoria y tenemos memoria colectiva desde que anotamos lo que nos sucede, pero más allá de la historia, mucho antes, seguramente en alguna cueva del paleolítico, un hombre dejó perplejos a los miembros de su tribu con un relato sobre una cacería; o quizá fue una mujer con un cuento que se inventó sobre las nubes y las estrellas para calmar el miedo de un niño. Allí empezó todo. |
Y Julia retó a los dioses de Santiago Posteguillo
”Hasta la muerte o la victoria final “Julia y Maesa.
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Y Julia retó a los dioses de Santiago Posteguillo
¿Es realmente nuestro lugar de nacimiento el que determina nuestra valía?
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La noche en que Frankenstein leyó el Quijote de Santiago Posteguillo
Lo importante de una novela no es la velocidad con la que fue escrita, sin duda, sino su calidad, es decir, que nos conmueva, que nos entretenga o, si es posible, que consiga ambas cosas a la vez. Pero hay ocasiones en las que la velocidad se convierte en la clave de la redacción de una novela.
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Yo, Julia de Santiago Posteguillo
"La inacción política es, en ocasiones, una falta tan imperdonable que puede equipararse a la del político que quebranta la ley a sabiendas de que lo está haciendo".
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La noche en que Frankenstein leyó el Quijote de Santiago Posteguillo
𝒴 𝑒𝓈 𝓆𝓊𝑒, 𝓅𝑜𝓇 𝑒𝓃𝒸𝒾𝓂𝒶 𝒹𝑒 𝒻𝑜𝓇𝓂𝒶𝓈 𝓎 𝒻𝑜𝓇𝓂𝒶𝓉𝑜𝓈, 𝓂𝒶𝓈 𝒶𝓁𝓁𝒶 𝒹𝑒 𝓁𝑜𝓈 𝓇𝑜𝓁𝓁𝑜𝓈 𝒹𝑒 𝓅𝒶𝓅𝒾𝓇𝑜, 𝓁𝑜𝓈 𝓁𝒾𝒷𝓇𝑜𝓈 𝒹𝑒 𝓅𝒶𝓅𝑒𝓁 𝑜 𝓁𝑜𝓈 𝓁𝑒𝒸𝓉𝑜𝓇𝑒𝓈 𝑒𝓁𝑒𝒸𝓉𝓇𝑜𝓃𝒾𝒸𝑜𝓈, 𝑒𝓈𝓉𝒶 𝓁𝒶 𝓅𝑒𝓇𝑒𝓃𝓃𝑒 𝓅𝒶𝓈𝒾𝑜𝓃 𝒹𝑒𝓁 𝓈𝑒𝓇 𝒽𝓊𝓂𝒶𝓃𝑜 𝓅𝑜𝓇 𝓆𝓊𝑒 𝓁𝑒 𝒸𝓊𝑒𝓃𝓉𝑒𝓃 𝒽𝒾𝓈𝓉𝑜𝓇𝒾𝒶𝓈
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
Un dia diseñado para escribir la historia, pero cuando todo sale mal la historia ya no se escribe... se improvisa.
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¿Cuántas novelas policíacas publicó Agatha Christie?