No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
No merecía que nadie lo abrazara. Y menos que nadie, Iskra y Calix. Ellos eran luz y gracia, y él oscuridad y vergüenza.
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No lo llames sexo... ¿O sí?: 2 de Noelia Amarillo
No merecía que nadie lo abrazara. Y menos que nadie, Iskra y Calix. Ellos eran luz y gracia, y él oscuridad y vergüenza.
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Quédate a mi lado de Noelia Amarillo
A veces pensaba que vivir en la calle lo convertía en alguien invisible, unas veces que era poco más que un animal que se movía por instintos. Apenas recordaba lo que era hablar con alguien, mantener una conversación en que ambas personas se respetaran y se miraran como seres humanos
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No lo llames deseo de Noelia Amarillo
Hay personas que nacen para ser amadas. Otras nacen para amar. Algunas pocas tienen la suerte de nacer para amar y ser amadas, como Rodrigo, mi jefe, y Gala, su casi esposa. Y luego estoy yo, que nací estrellado. No valgo para ser amado, soy demasiado superficial para que nadie se fije en mí más allá de mi cara bonita y mi físico imponente. Y tampoco valgo para amar. No sé hacerlo. Me entrego sin medida y no soy capaz de discernir si la persona a la que amo es buena para mí. Si no me va a hacer daño. Si no me va a romper. Me he enamorado una vez y no quiero volver a hacerlo nunca más. Duele demasiado. El amor es peligroso. Te desgarra, te destruye, te cambia. Me enamoré y ella me rompió. Destrozó mi mente, usó mi cuerpo, acabó con la persona que yo era y me convirtió en alguien que no soy. He tardado casi un año en aprender a ser yo mismo otra vez. Un yo extraño al que me cuesta reconocer. Un yo diferente del que era pero que, aun así, consigue caminar con la cabeza erguida y mirar a los ojos a la gente. Y no pienso arriesgarme a que el amor vuelva a destruirme, porque no creo que esta vez consiguiera resurgir de mis cenizas. + Leer más |
Besos robados de Noelia Amarillo
Pero ella era una niña. Y él su jefe. Y lo que estaba imaginando era asqueroso. ¡Podía ser su padre! ¡Incluso su abuelo! Uno muy joven, eso sí.
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No lo llames pasión de Noelia Amarillo
—Es tu actitud, la manera que tienes de moverte, de vestir, de hablar, de comportarte... Pareces demasiado estirado para hacer algo tan vulgar como mezclarte con el resto de los mortales en el metro. Es como si estuvieras por encima de eso...
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No lo llames pasión de Noelia Amarillo
El único hombre bueno era el que estaba muerto, o, en su defecto, capado.
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No lo llames pasión de Noelia Amarillo
—No es sin motivos, yo también lloraría como una magdalena si tuviera que casarme —masculló Gala, ganándose un malhumorado codazo de su amiga.
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Ardiente verano de Noelia Amarillo
Tras pasar toda la tarde con él, llegó a una conclusión: David no era su amante misterioso, imposible. Era demasiado dulce, demasiado tranquilo, demasiado… previsible. Y sin saber por qué, se sintió decepcionada y aburrida.
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Ardiente verano de Noelia Amarillo
Era un alma de ciudad. De humo. De tráfico. De edificios altos hasta el cielo.
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Ardiente verano de Noelia Amarillo
Hay que tener cuidado con lo que se desea… porque puede cumplirse.
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Besos prohibidos de Noelia Amarillo
El amor no se construye sobre dudas ni sobre la convicción de otros. El amor tiene que bastar por si mismo
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Besos prohibidos de Noelia Amarillo
Si me esfuerzo en sonreír tal vez me anime, si finjo ser valiente, tal vez deje de ser un cobarde... Si repetimos esos gestos las veces suficientes, esa convicción que hemos creado sobre una mentira se reflejará en nosotros y nos hará autoconvencernos de que esa mentira, en realidad, es verdad.
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Besos prohibidos de Noelia Amarillo
La oportunidad nunca se pierde, amigo. Ve a por ella ya. Mañana mismo. No esperes ni un segundo más -lo exhortó con ferocidad-. Yo tampoco voy a esperarlo
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Besos prohibidos de Noelia Amarillo
Nena, beso tan bien que cualquier mujer pagaría gustosa el triple de dinero por obtener cinco minutos mi lengua en su boca.
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Bocados de pasión de Noelia Amarillo
Por favor, preciosidad, explíqueme lo que significa la frase que ha puesto; me gusta saber cuándo y cómo me insultan para poder defenderme en consecuencia. Si ella se sorprendió por la llamada, no dio muestras de ello. Al contrario, replicó muy digna: —Nos mean y tenemos que decir que llueve
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El Corazón de una Estrella de Noelia Amarillo
—¡Me has invocado en el mismo momento en que mi nombre ha salido de tus labios! —sentenció Sirius al escuchar las palabras de Deneb. ¿Por qué no caía de rodillas y rendida ante él? ¡Ah, claro! Porqué la pobre humana no sabía quién era él—. Soy Sirius, la estrella más brillante del firmamento. |
Gregorio Samsa es un ...