Puerto escondido de María Oruña
La misión de un padre no es evitarle a su hijo el dolor, sino enseñarle a enfrentarse a él. Enseñarle a sufrir
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Puerto escondido de María Oruña
La misión de un padre no es evitarle a su hijo el dolor, sino enseñarle a enfrentarse a él. Enseñarle a sufrir
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Puerto escondido de María Oruña
A ella también le gustaría tener su propio puerto escondido, su lugar de reposo y templanza, donde poder relajar sus sentidos y su alto nivel de exigencia sobre sí misma; un lugar donde poder desplomarse sobre la hierba, mirar al cielo y hacerlo con la despreocupación que sólo pueden tener los niños.
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Un lugar a donde ir de María Oruña
Es verdad que algunas mujeres escogen a los chicos malos. Pero las chicas listas nos quedamos siempre con los buenos.
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Un lugar a donde ir de María Oruña
Vivimos al límite, sobrepasamos las últimas fronteras conocidas para mostrárselas a los demás. Sé que suena pedante, pero en mi caso es lo único que sé hacer y es lo que me mantiene vivo.
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Un lugar a donde ir de María Oruña
Paolo no era un rebelde insustancial: solo quería hacer algo en su vida que tuviese sentido, que lo individualizase ante los demás de tal forma que, con el tiempo, hubiese valido la pena el esfuerzo de vivir.
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Donde fuimos invencibles de María Oruña
Ningún hombre o mujer es eterno, pero algunos… ¿qué misterio tendrán, que energía, qué inexplicable fuerza? ¿Por qué habrá personas que a pesar de que pasen los años son recordadas? ¿Qué los hace diferentes? ¿Su intrepidez, su vehemencia, su grandeza, su locura? Hombres y mujeres que atraviesan el tiempo y el espacio, hacen magia, bailan con las horas y se burlan del olvido. Personas extraordinarias que se convierten en leyenda y que, sin pretenderlo, permanecen.
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Donde fuimos invencibles de María Oruña
La vida nos hace tropezar con escenarios llenos de magia. Hasta en la muerte más grotesca puede haber belleza: El brillo de una última dignidad,un agonizante asomo de resistencia. En aquellas ruinas humeantes se adivinaba un pasado, una historia calcinada.
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Donde fuimos invencibles de María Oruña
La teniente Redondo era la mujer más metódica, disciplinada e implacable que había conocido nunca. Había algo enfermizo en su obsesión por entender y controlar todo lo que estaba a su alcance, pero Clara sabía que aquello formaba parte de su forma de ser y de afrontar la vida.Pero no era su fortaleza, sino su determinación, la que hacía que Valentina fuese realmente valiosa en su trabajo
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Los inocentes de María Oruña
El paseo del borde del río en el que se encontraba estaba definido y dibujado por rocas claras y calizas con formas caprichosas y envolventes, que parecían imágenes pintadas sobre un cuadro que rozaba lo irreal.
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El bosque de los cuatro vientos de María Oruña
Hay tiempos en los que sucede que no pasa nada. Se vive en una calma imaginaria, dejando que transcurran los días como si nunca se fuesen a terminar. Y existen otros tiempos en los que cada respiración es un milagro, y en los que hay que estar preparado para ver donde soplará el viento al día siguiente
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Los inocentes de María Oruña
Es la paradoja del crimen; ya sabes eso que dicen... Mata a un hombre y serás un asesino; mata a millones y serás un conquistador... —Ah —lo interrumpió el propio Michael—, ¿eso no es de Jean Rostand? ¿Cómo terminaba? —Se preguntó, concentrado, para cambiar el gesto cuando pareció recordarlo—. ¡Mátalos a todos, y serás un dios! |
Donde fuimos invencibles de María Oruña
¿Por qué habrá personas que a pesar de que pasen los años son recordadas? ¿Qué los hace diferentes? ¿Su intrepidez, su vehemencia, su grandeza, su locura? Hombres y mujeres que atraviesan el tiempo y el espacio, hacen magia, bailan con las horas y se burlan del olvido. Personas extraordinarias que se convierten en leyenda y que, sin pretenderlo, permanecen.
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El camino del fuego de María Oruña
Había quien viajaba como un mero trámite, de aquí para allá, de forma mecánica y sin ánimo de registrar nada en su memoria; y había quien, como ellos, asumía el viaje como un reencuentro.
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Puerto escondido de María Oruña
Allí, en aquel trocito de tierra y mar apartado de las masas, Guillermo y él jugaban a que eran piratas y a que aquel era su puerto escondido, donde eran invulnerables, donde el tiempo estaba detenido.
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Lo que la marea esconde de María Oruña
A veces la vida era estática y engañosa, rutinaria. Y, de pronto, el mundo comenzaba a girar y lo hacía sin pauta, desencajado y salpicándolo todo de puñaladas.
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Lo que la marea esconde de María Oruña
Cuando todos los planes se desmoronan, cuando se termina el amor y comprendes que ya nada será igual comienzas un discreto viaje hacia el abismo. Es una caída imparable y silenciosa. No quieres que nadie te ayude a levantarte porque crees sentirte mejor en la oscuridad, como si solo pudieses estar a salvo en tu propia y rutinaria pesadilla
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El camino del fuego de María Oruña
Se lamentó, dándole rabia por una vez estar en Escocia y no en España, donde los horarios le parecían asombrosamente amplios. Con frecuencia se preguntaba cómo la población española era capaz de conciliar las interminables jornadas de sus trabajos con su vida personal.
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El camino del fuego de María Oruña
Fue un ilustre médico, Paracelso quien aseveró que solo la dosis hacía el veneno. Es la dosis la que diferencia el veneno del remedio.
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Cual es el nombre completo de Dumbeldore?