Los inocentes de María Oruña
La verdad es una realidad deslavazada que cada cual construye y recuerda como quiere.
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Los inocentes de María Oruña
La verdad es una realidad deslavazada que cada cual construye y recuerda como quiere.
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Los inocentes de María Oruña
Todo el mundo cree que es el bueno del cuento, ¿no es cierto?, pero ya no hay tiempo para los inocentes, porque la maldad de este mundo también tiene culpa los que solo luchan por sí mismos.
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Los inocentes de María Oruña
El paseo del borde del río en el que se encontraba estaba definido y dibujado por rocas claras y calizas con formas caprichosas y envolventes, que parecían imágenes pintadas sobre un cuadro que rozaba lo irreal.
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Los inocentes de María Oruña
La vida es exigente. Hay quien considera que, si no quieres convertirte en una sombra que se limite a subsistir, debes apretarla y estar alerta. Sumergirte en sus sombras.
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Los inocentes de María Oruña
Pero casi siempre hay algo más, un punto que intentamos disimular tras cortinas de niebla; un precipicio, un abismo en el que escondemos aquello que nos desfigura, porque el verdadero dolor lo rompe todo.
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Los inocentes de María Oruña
El impío delito va a ser descubierto muy pronto. Quién podría imaginar una forma tan terrible de despreciar la vida?
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Los inocentes de María Oruña
El paisaje, frondoso y ya casi primaveral, se despliega bajo su cuerpecillo como un mapa que, al abrirlo, es un sueño.
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Los inocentes de María Oruña
Lo único inmutable en este mundo es el cambio, el constante movimiento. Hasta el más tranquilo e idílico de los paisajes palpita en incansable tránsito.
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Los inocentes de María Oruña
El amor puede ser eterno, pero la llama más incombustible es la de la venganza”
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El bosque de los cuatro vientos de María Oruña
Hay tiempos en los que sucede que no pasa nada. Se vive en una calma imaginaria, dejando que transcurran los días como si nunca se fuesen a terminar. Y existen otros tiempos en los que cada respiración es un milagro, y en los que hay que estar preparado para ver donde soplará el viento al día siguiente
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Los inocentes de María Oruña
Es la paradoja del crimen; ya sabes eso que dicen... Mata a un hombre y serás un asesino; mata a millones y serás un conquistador... —Ah —lo interrumpió el propio Michael—, ¿eso no es de Jean Rostand? ¿Cómo terminaba? —Se preguntó, concentrado, para cambiar el gesto cuando pareció recordarlo—. ¡Mátalos a todos, y serás un dios! |
Los inocentes de María Oruña
La venganza, ese elixir delicioso y adictivo. Se prepara y condimenta de todas las formas imaginables, y ese sueño nos mantiene vivos. Nos da una razón para seguir adelante, un objetivo.
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El camino del fuego de María Oruña
[...] Porque nunca es un único grito el que nos tumba, y nunca es un único miedo el que nos deshoja por completo. Cuando la derrota silba en el aire con siniestra cadencia, sabemos que hemos sido vencidos. No es la hoguera la que arde, sino el tortuoso camino hacia el fuego el que lo arrasa todo. Porque los que se doblegan, los que caminan en permanente derrota, a veces reúnen dentro un valor desesperado y alzan el rostro, intentando cambiar el personaje de sainete en que se han convertido.
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Donde fuimos invencibles de María Oruña
¿Por qué habrá personas que a pesar de que pasen los años son recordadas? ¿Qué los hace diferentes? ¿Su intrepidez, su vehemencia, su grandeza, su locura? Hombres y mujeres que atraviesan el tiempo y el espacio, hacen magia, bailan con las horas y se burlan del olvido. Personas extraordinarias que se convierten en leyenda y que, sin pretenderlo, permanecen.
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El camino del fuego de María Oruña
Cuando deambulamos algo perdidos, a veces acudimos al refugio de lo inamovible, de lo seguro, y nos adentramos en nuestros recuerdos.
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El camino del fuego de María Oruña
Había quien viajaba como un mero trámite, de aquí para allá, de forma mecánica y sin ánimo de registrar nada en su memoria; y había quien, como ellos, asumía el viaje como un reencuentro.
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Cual es el nombre completo de Dumbeldore?