El camino del fuego de María Oruña
Las cosas que más nos impresionan, con frecuencia, son aquellas sobre las que no albergamos expectativas
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El camino del fuego de María Oruña
Las cosas que más nos impresionan, con frecuencia, son aquellas sobre las que no albergamos expectativas
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El camino del fuego de María Oruña
A veces sentimos que la vida duele demasiado, que no vale la pena seguir dando vueltas para recomponer en el pecho pálpitos viejos y casi olvidados.
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El camino del fuego de María Oruña
Cuando deambulamos algo perdidos, a veces acudimos al refugio de lo inamovible, de lo seguro, y nos adentramos en nuestros recuerdos.
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Los inocentes de María Oruña
Lo único inmutable en este mundo es el cambio, el constante movimiento. Hasta el más tranquilo e idílico de los paisajes palpita en incansable tránsito.
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El camino del fuego de María Oruña
“Quien no quiera quemarse, que no transite por el camino del fuego”
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Un lugar a donde ir de María Oruña
La vida es una cuerda de fonambulista sobre la que caminar, nada es seguro ninguno de los días del mundo.
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Los inocentes de María Oruña
La vida es exigente. Hay quien considera que, si no quieres convertirte en una sombra que se limite a subsistir, debes apretarla y estar alerta. Sumergirte en sus sombras.
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Los inocentes de María Oruña
Pero casi siempre hay algo más, un punto que intentamos disimular tras cortinas de niebla; un precipicio, un abismo en el que escondemos aquello que nos desfigura, porque el verdadero dolor lo rompe todo.
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El bosque de los cuatro vientos de María Oruña
El punto donde yo me encontraba debió de ofrecer, cientos de años atrás, una panorámica asombrosa. Un lugar azotado por todos los vientos. Norte, sur, este, oeste. Sin refugio. ¿Qué hombre o mujer podría dejar de sentir allí su verdadera esencia, que es la de la insignificancia? ¿No es cierto que, en realidad—y a pesar de todos nuestros artificios—, estamos siempre sujetos a la fuerza, el ímpetu y la rabia con la que decidan soplar todos los vientos del mundo? Yo ya sabía, por propia experiencia, que las personas estábamos hechas en gran medida en razón de nuestras circunstancias.
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Lo que la marea esconde de María Oruña
Hay una pena, una tristeza, que cuando es muy profunda se nos queda dentro y nos recuerda quiénes somos. Y no pasa nada, se puede convivir con ella y ver salir el sol. Pero si ese dolor lo dejas entero dentro, si permites que se pudra, te transformarás en un monstruo
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El bosque de los cuatro vientos de María Oruña
sabía cómo se ejercía la justicia por las calles, pues al final siempre era con sangre como se domesticaba a las masas. Para mantener el orden. Como siempre había sido y como siempre sería.
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Un lugar a donde ir de María Oruña
La vida es un sueño, hazlo realidad La vida es un reto, afróntalo La vida es un deber, cúmplelo La vida es un juego, juégalo. |
Donde fuimos invencibles de María Oruña
- No tengas miedo. El miedo se hace más grande cuanto más lo temes
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Donde fuimos invencibles de María Oruña
Nunca nacemos solos. Siempre hay una madre, un origen, que nos da a luz. Pero morir es solitario: es un camino que hay que hacer en soledad. Y no importa que en tu último suspiro alguien te apriete la mano: no hay retorno.
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El bosque de los cuatro vientos de María Oruña
¿No resultaba curioso? Aquella lápida no la firmaba la familia, sino un grupo de amigos. Con frecuencia, son estos la familia que nos permitimos elegir.
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Lo que la marea esconde de María Oruña
Suele suceder que quienes viven en lugares extraordinarios apenas aprecian la belleza callada que los rodea. Se comportan como seres ajenos a su fortuna existencial, de la que con frecuencia solo se dan cuenta cuando más tarde deben habitar lugares más inhóspitos.
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Lo que la marea esconde de María Oruña
La mayoría de los días del mundo transcurren solo para ser olvidados, pero hay instantes que lo cambian todo, que desdibujan lo que somos para obligarnos a ir por otros caminos.
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Cual es el nombre completo de Dumbeldore?