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El evangelio según Jesucristo de José Saramago
El hijo de José y María nació como todos los hijos de los hombres, sucio de la sangre de su madre y sufriendo en silencio. Lloró porque lo hicieron llorar y llorará siempre por ese sólo y único motivo
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
En verdad aún está por nacer el primer humano desprovisto de esa segunda piel que llamamos egoísmo.
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El hombre duplicado de José Saramago
... es una pena que las duchas que tomamos por fuera no nos puedan asear por dentro.
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El viaje del elefante de José Saramago
Una cosa buena que tiene la ignorancia es que nos defiende de los falsos saberes.
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Todos los nombres de José Saramago
Si tuviese aquí un mapa de la ciudad, ya podría señalar los cinco primeros puntos de paso averiguados, dos en la calle donde la niña del retrato nació, otro en el colegio, ahora estos, el principio de un diseño como el de todas las vidas, hecho de líneas quebradas, de cruces, de intersecciones, pero nunca de bifurcaciones, porque el espíritu no va a ningún lado sin las piernas del cuerpo, y el cuerpo no sería capaz de moverse si le faltasen las alas del espíritu.
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Todos los nombres de José Saramago
[...] lo que da verdadero sentido al encuentro es la búsqueda y que es preciso andar mucho para alcanzar lo que está cerca.
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Todos los nombres de José Saramago
[...], Vivimos tan absortos que no reparamos en que lo que nos va aconteciendo deja intacto, en cada momento, lo que nos puede acontecer, Quiere eso decir que lo que puede acontecer se va regenerando constantemente, No solo se regenera como se multiplica, basta con que comparemos dos días seguidos, Nunca pensé que fuese así, Son cosas que solo los angustiados conocen bien.
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Todos los nombres de José Saramago
Además, si persistiésemos en afirmar que somos nosotros quienes tomamos nuestras decisiones, tendríamos que comenzar dilucidando, discerniendo, distinguiendo, quién es, en nosotros, aquel que tomó la decisión y quién es el que después la cumplirá, operaciones imposibles donde las haya. En rigor, no tomamos decisiones, son las decisiones las que nos toman a nosotros.
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Todos los nombres de José Saramago
Personas así, como este don José, se encuentran en todas partes, ocupan el tiempo que creen que les sobra de la vida juntando sellos, monedas, medallas, jarrones, postales, cajas de cerillas, libros, relojes, camisetas deportivas, autógrafos, piedras, muñecos de barro, latas vacías de refrescos, angelitos, cactos, programas de ópera, encendedores, plumas, búhos, cajas de música, botellas, bonsáis, pinturas, jarras, pipas, obeliscos de cristal, patos de porcelana, muñecos antiguos, máscaras de carnaval, lo hacen probablemente por algo que podríamos llamar angustia metafísica, tal vez porque no consiguen soportar la idea del caos como regidor único del universo, por eso, con sus débiles fuerzas y sin ayuda divina, van intentando poner algún orden en el mundo, durante un tiempo lo consiguen, pero solo mientras pueden defender su colección, porque cuando llega el día en que se dispersa, y siempre llega ese día, o por muerte o por fatiga del coleccionista, todo vuelve al principio, todo vuelve a confundirse.
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Todos los nombres de José Saramago
[...], de lo que la muerte no podrá ser acusada nunca es de haber dejado a algún viejo indefinidamente olvidado en el mundo, solo para que cada día sea más viejo, sin mérito que se conociese u otro motivo a la vista. Por mucho que los viejos duren, siempre les llega su hora.
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El evangelio según Jesucristo de José Saramago
No hay en mi alma un pensamiento que no conozcas, es justo que sepas qué pensamientos tuvo mi madre sobre mí, así me ahorraras el trabajo de contártelo luego, respondió Jesús.
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El evangelio según Jesucristo de José Saramago
Lo que no me ha gustado mucho es la historia con María de Magdala, una puta, pero en fin, estás en la edad, aprovéchate, una cosa no impide la otra, hay un pecar y un tiempo para tener miedo, tiempo para vivir y tiempo para morir.
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El evangelio según Jesucristo de José Saramago
Fue ayer, y es lo mismo que si dijéramos, fue hace mil años, el tiempo no es una cuerda que se puede medir nudo a nudo, el tiempo es una superficie oblicua y ondulante que sólo la memoria es capaz de hacer que se mueva y se aproxime.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
Un escritor acaba por tener en la vida la paciencia que necesitó para escribir.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
En las adversidades, tanto las probadas como las previsibles, se conocen los amigos.
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Las intermitencias de la muerte de José Saramago
Las religiones, todas, por más vueltas que le demos, no tienen otra justificación para existir que no sea la muerte, la necesitan como pan para la boca.
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Las intermitencias de la muerte de José Saramago
La prudencia nada mas sirve para retrasar lo inevitable, mas pronto o mas tarde acaba rindiendose
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
De esa masa estamos hehcos, mitad indiferencia y mitad ruindad
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¿Quién escribió la saga?