Ensayo sobre la ceguera de José Saramago Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven. |
Ensayo sobre la ceguera de José Saramago Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven. |
Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
Callemonos todos, hay ocasiones en las que de nada sirven las palabras, ojalá pudiera llorar yo también, decirlo todo con lágrimas, no tener que hablar para ser entendida.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
De esa masa estamos hechos, mitad indiferencia y mitad ruindad
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
Las palabras son así, disimulan mucho, se van juntando unas con otras, parece como si no supieran a dónde quieren ir, y de pronto, por culpa de dos o tres, o cuatro que salen de repente, simples en sí mismas, un pronombre personal, un adverbio, un verbo, un adjetivo, y ya tenemos ahí la conmoción ascendiendo irresistiblemente a la superficie de la piel y de los ojos, rompiendo la compostura de los sentimientos.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
Si antes de cada acción pudiésemos prever todas sus consecuencias, nos pusiésemos a pensar en ellas seriamente, primero en las consecuencias inmediatas, después, las probables, más tarde las posibles, luego las imaginables, no llegaríamos siquiera a movernos de donde el primer pensamiento nos hubiera hecho detenernos. Los buenos y los malos resultados de nuestros dichos y obras se van distribuyendo, se supone que de forma bastante equilibrada y uniforme, por todos los días del futuro, incluyendo aquellos, infinitos, en los que ya no estaremos aquí para poder comprobarlo, para congratularnos o para pedir perdón, hay quien dice que eso es la inmortalidad de la que tanto se habla.
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El evangelio según Jesucristo de José Saramago
Uno no puede elegir los sueños que tiene, son los sueños los que eligen a las personas.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
- ¿ Y la gente como va? - Van como fantasmas, ser fantasma debe de ser algo así, tener la certeza de que la vida existe , porque cuatro sentidos nos lo dicen, y no poder verla. |
Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
"Tener la certeza de que la vida existe, porque cuatro sentidos nos lo dicen, y no poder verla"
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Viaje a Portugal de José Saramago
El viajero no va de buen humor. Sabe no obstante lo suficiente de sí mismo para sospechar que su mal nace de no poder conciliar dos opuestas voluntades: la de quedarse en todos los lugares, la de llegar a todos los lugares.
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El evangelio según Jesucristo de José Saramago
Ya ves, si encontrásemos al Diablo y él se dejase abrir, tal vez nos lleváramos la sorpresa de ver saltar a Dios de allí dentro.
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El evangelio según Jesucristo de José Saramago
El espejo y los sueños son cosas semejantes, es como la imagen del hombre ante sí mismo.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
De esa masa estamos hechos, mitad indiferencia y mitad ruindad.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
Una ceguera blanca se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos por la ciudad, los ciegos deben enfrentarse a lo más primitivo de la especie humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
...aún está por nacer el primer ser humano desprovisto de esa segunda piel a la que llamamos egoísmo, mucho más dura que la otra, que por nada sangra.
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El evangelio según Jesucristo de José Saramago
Tiene sobre la cabeza, que resplandece con mil rayos, más que el sol y la luna juntos, un cartel escrito en romanas letras que lo proclaman Rey de los Judíos, y, ciñéndola, una dolorosa corona de espinas, como la llevan, y no lo saben, quizá porque no sangran fuera del cuerpo, aquellos hombres a quienes no se permite ser reyes de su propia persona.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
Hay teólogos que dicen , aunque no con estas exactas palabras, que la mayor dificultad para poder vivir razonablemente en el infierno es el hedor que allí hay.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
Ni siquiera se nos ha ocurrido preguntarnos nuestros nombres, y para qué, ningún perro reconoce a otro perro por el nombre que le pusieron, identifica por el olor y por él se da a identificar, nosotros aquí somos como otra raza de perros, nos conocemos por la manera de ladrar, por la manera de hablar, lo demás, rasgos de la cara, color de los ojos, de la piel, del pelo, no cuenta, es como si nada de eso existiera.
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Es un retelling de...