Alba publica la “Antología poética” de Goethe que recoge los mejores versos de un referente de la literatura universal.
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Alba publica la “Antología poética” de Goethe que recoge los mejores versos de un referente de la literatura universal.
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"Cuando todavía era Clavijo, y no ya el archivero del Rey; cuando estaba en nuestra casa como forastero, como advenedizo, como recién presentado, ¡qué amable era, qué bueno!"Me gustó conocer esta obra de Goethe que es uno de sus primeros trabajos y que a pesar que él mismo no esté satisfecho del resultado me pareció una obra coherente y que sobre todo tiene un tema interesante y que la acción es muy llevadera por lo cual te anima a leer y ver qué sucede al final.El caso fue un hecho real (contemporáneo porque el propio "actor" de la obra conoció esta tragedia) que sucedió en España cuando Clavijo proveniente de las Canarias a España logró alcanzar una posición importante como archivero del rey de España tras lo cual repudió a Marie Beaumarchais a pesar de haberle prometido casarse con ella. Por este motivo Beaumarchais (el gran dramaturgo francés) va a España para defender con ayuda de su otra hermana Sophie la reputación de su hermana contra el atrevido Clavijo.Por su parte Clavijo es aconsejado por su amigo Carlos quien parece haber llevado una vida de desenfreno total y lo aconseja para que pueda elegir un partido mucho más ventajoso que la "extranjera". Hay bastante tensión en la trama y desde luego un asunto muy interesante de ver pues ambos tienen sus propias posiciones y juegan con sus propias cartas, no deja de haber amenazas y al final un desenlace trágico. Realmente me pareció bastante apetecible y obviamente el que sea un hecho que le sucedió a Beaumarchais me llamó también la atención.
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Esta edición del poema "El rey de los elfos" de Goethe te entra, primeramente, por los ojos, no lo vamos a negar. Es lo que me hizo comprar el ejemplar en primer lugar, pero no es para nada la única razón por la que merece la pena hacerse con él. La obra en sí, un poema corto que te pone los pelos de punta de principio a fin, va a enamorar a cualquier fan del folklore. Es inquietante, triste, hermoso y mágico. Es uno de mis favoritos. Aparte de esto, sí, voy a explayarme hablando de lo que me llamó la atención en un primer momento, que es el dibujo estilizado, tétrico, preciosista a la vez que de pesadilla, de Borja González. Soy bastante fan de su estilo en general: es como una versión actualizada de Edward Gorey, con toques muy personales, y admito que es muy de mi gusto. Aparte, es tremendamente adecuado para ilustrar esta obra: está lleno de detalles bien pensados, la composición es milimétrica y en general todo resulta agradablemente lúgubre a la vista. Por supuesto, la edición, con su portadilla, su interior en color verde, elegante y de un material muy agradable, es parte del cuidado que 'El verano del cohete' puso en esta y todas sus ediciones. Otra de las cosas que hace especial esta edición es el hecho de que incluya tanto la traducción del poema como el texto original en alemán. Para alguien que, como yo, disfruta de las particularidades de los idiomas y las traducciones, me encanta tener ambas versiones juntas, y aunque mi bajo nivel de alemán no me ha dado para entender el poema original por sí mismo, el hecho de tener el texto me permite comprobar algo que el traductor, David Carril, menciona al principio: el ritmo con el que Goethe lo escribió, y que se asemeja al padre galopando a través del bosque. Hasta el prólogo, por Erica Couto, es tremendamente evocador y muy bien escrito, aparte de informativo. En definitiva, me encanta tener esta pequeña joyita en papel. Todo está bien cuidado, pensado y transpira cariño a la obra. + Leer más |
La traducción no me parece del todo conseguida. Además, al menos mi edición, se encuentra plagada de erratas. El ensayo que sigue, del propio Salvador Mas, es excelente, un tesoro para cualquiera que desee adentrarse en la figura de Goethe y entender su literatura.
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Llevaba triste unos días. Era una sensación rara porque no era una tristeza personal sino colectiva. Creo que es la primera vez que me ocurre. Me da pena nuestra sociedad y me duele casi tanto como si algo se me borrara por dentro. Pienso en Fausto. Oigo que cuando salgamos de esta pandemia, veremos el mundo de otra manera, valoraremos la vida con otra escala porque nada será como antes. Creo que no será así. Ojalá me equivoque; los fanáticos, los intransigentes, los avariciosos querrán tenerlo todo de nuevo. Releo Fausto. No hay más que echar un vistazo alrededor. Tenemos un gobierno que con apenas un mes de mandato se vio envuelto en esta catástrofe sin precedentes. Lejos de lamentarse está dando la cara desde el primer día, informando de lo bueno y lo malo, transmitiendo ánimo para afrontarlo y también equivocándose, claro (errare humanum est). ¿Por qué se oyen tantas críticas destructivas, tantos reproches, tantas quejas sin fundamento? ¿Dónde están las soluciones propuestas por aquellos a los que todo les parece mal?, todos esos capitanes a posteriori. En ningún sitio. Nadie tiene una solución rápida a algo sin precedentes, pero sí hay quienes quieren sacar beneficios a costa de crear inseguridades, ansiedades, a costa de derrocar y crear el caos para erigirse en los nuevos paladines (dueños), aquellos que verán cómo aumentan sus fortunas, aquellos que no moverán un dedo por nadie que no sean ellos mismos. Porque no lo movieron por la Sanidad en su día, ni por la Educación, ni por el bienestar público y ahora, en plena devastación exigen imposibles y prometen más imposibles todavía. Sé que es una entrada larga a la obra universal Fausto. Primera Parte, del romántico Goethe, pero aunque no lo parezca, la actitud de estos intransigentes me recuerda a la del mítico y eminente doctor. Ambos, los intransigentes y los mitos, ejercen gran fuerza en nuestras conciencias pues tienen aceptación popular. La aceptación de Fausto es evidente, desde que se forjó la leyenda a finales del XVI hasta nuestros días ha habido personajes que venden su alma al diablo con tal de saciar sus deseos, desde el Fausto de Marlowe que, en 1588 no pasa de gastar bromas pueriles hasta la versión de Goethe, en 1808, en la que el protagonista, para satisfacer sus ansias de saber y poder, se recrea en un egocentrismo y soberbia absolutos, Yo imagen de Dios […] yo que me figuraba tener a mi alcance el espejo de la verdad […] yo que […] me veía en posesión de la luz y del esplendor celestial eterno […] yo que me pensaba saber qué cosa eran los placeres divinos […] yo que […] derramaba mis fuerzas libres en las arterias de la naturaleza… hasta que se da cuenta de que es mortal, «No, no soy igual a los dioses, bien lo veo!». Aun así no desespera, siempre quiere más, aunque para ello deba destruir lo que hay a su alrededor. Mefistófeles llega a sentirse impotente pues, haga lo que haga, todo se normaliza con el tiempo. «Cuanto más me esfuerzo en destruir el mundo, más chasqueado me quedo […] todo vuelve a su estado normal». Pero Fausto continúa exigiendo imposibles; no le bastan mujeres, riquezas, sabiduría… incluso quiere rejuvenecer de su propia vejez. Es verdad que ahora hay métodos para ello al alcance de muchos, pero en el siglo XIX Goethe tuvo que echar mano de lo evidente, así que un inocente diablo le aconseja «Salid al aire libre […] Manteneos de alimentos simples […] no os desdeñéis de echar vos mismo abono en el campo que cultivéis». Fausto, encolerizado le recrimina «La vida austera no se ha hecho para mí», a lo que con mucho sentido del humor Mefistófeles dictamina, «Entonces no queda otro recurso que la brujería». Y de esta manera, el diablo le concede la belleza de otro cuerpo; nada le falta a este hombre insaciable hasta que Margarita, enamorada de él, consiente en dormir a su madre para evitar la vigilancia y caer rendida en sus brazos. Fausto la abandona, ella es encarcelada por provocar la muerte de su madre al administrarle una sobredosis de la droga entregada por el amante. Tiene un hijo fruto de sus desvaríos con Fausto-Enrique; la doble personalidad del enamorado consigue volverla loca, ve que es cosa del demonio. Cuando Enrique acude a sacarla de la cárcel, Margarita, horrorizada, lo rechaza con temor y después mata a su propio hijo para evitar que el diablo retoñe en su pequeño. Margarita es ejecutada como consecuencia de su acto sin ser consciente de que el diablo se reproduce constantemente. Todos podemos invocar a las fuerzas del mal que llevamos dentro cuando nos sentimos desilusionados. Todos podemos llegar a ser insensibles a la destrucción. Ya lo advierte el propio Mefistófeles en el Prólogo cuando habla con Dios, «Me compadezco de la miserable vida que arrastran los hombres, y hasta valor me falta para atormentar a esa pobre gente». Y eso somos, pobre gente que lo quiere todo, orden y tranquilidad a nuestro alrededor, sin darnos cuenta de que al pensar solo en nuestra estabilidad, se desnivela la balanza. Queremos riquezas aunque a veces el dinero no valga para nada. Queremos un cuerpo sano aunque la medicina en ocasiones no pueda remediarnos. Queremos protección en épocas inestables pero se la negamos a los demás. Queremos eficacia pero coaccionamos los intentos de otros. Y vamos aumentando, como Fausto, nuestra ambición sin límites, la insaciabilidad, el desprecio a lo ajeno, creyéndonos inmortales. No lo somos. Hemos de llevar cuidado, podemos enfadar a ese diablo servicial que se muestra solícito en demasía, «suplico a vuestra codicia que no os haga perder a vos esos preciosos momentos, y a mí el trabajo» y conseguir que nos deje a solas con nuestra culpa, solo permitiendo que revivamos eternamente el desprecio que sentimos por los demás. Permitiendo solamente que vivamos con nuestros demonios, como Fausto MEFISTÓFELES.- Ahora, sígueme. (Desaparece con Fausto) Enlace: https://elblogaurisecular.bl.. + Leer más |
Un regreso al mundo clásico para comprender mejor uno de los momentos más convulsos de la historia: la consolidación del Estado Moderno. Esta es la premisa con la que condensaría las impresiones y reflexiones que ha suscitado la lectura de este gran clásico en mi mente. Cuando nos sentimos perdidos, abrumados por la realidad, creyendo que hemos perdido el control y que nada es suficiente para encontrar el sentido a nuestra existencia, seríamos capaces incluso de vender nuestra alma al diablo. O eso es, al menos, lo que hizo Fausto, el protagonista de esta historia. Y, ¿cuál fue el resultado de este pacto?, ¿consiguió encontrar la felicidad y detener el tiempo en ese preciso instante en el que todo cobra significado?, ¿valió la pena aventurarse a tal temeridad? Para responder a estas cuestiones, os invito a sumergiros entre las páginas de este libro (eso sí, con una edición con notas a pie de página y un buen prólogo que os acompañe en esta trepidante experiencia lectora). El origen de Fausto se debe a una leyenda alemana que surgió a principios del siglo XVI, y que posicionó a este personaje como uno de los hombres más famosos e inspiradores de la literatura y el cine. Goethe escribió esta obra siguiendo distintas etapas: en 1790 comenzó a darle forma con su obra “Un fragmento”, posteriormente, en 1808 apareció “Fausto. Una tragedia”, y finalmente, en 1831 dio vida a “Fausto. Segunda parte de la tragedia”. La verdadera clave de la versión de Goethe es que se trata del análisis de la figura de esta figura medieval, a través de los ojos del pensamiento ilustrado, sirviendo de puente con el romanticismo del siglo XIX. Podemos dividir este gran poema escrito en verso en dos partes diferenciadas. Una primera parte caracterizada por una secuencia lineal y una mayor cohesión en cuanto a la acción y la participación de los personajes; y una segunda parte en la que la lectura se convierte en una sorpresa continua. El autor da voz a distintos seres mitológicos, a las criaturas fantásticas del bosque y a personajes históricos tan relevantes como Helena de Troya. Mención aparte merece Mefistóteles, la personificación del mal, la tentación y el demonio mismo. “Fausto” es la historia de la humanidad. “Fausto” representa el origen del mundo, de las civilizaciones y de todos los males a los que nos hemos enfrentado desde que el mundo es mundo. “Fausto” es el anhelo de encontrar respuestas, de hallar la dicha, la sabiduría y el poder. “Fausto” es, en definitiva, todo un acontecimiento literario, toda una hazaña lectora. Un libro escrito con un estilo precioso y poético, en cuyas páginas os recomiendo mucho sumergiros si os gusta la mitología, la historia, y, sobre todo, si os encanta dejaros llevar y sorprender por fragmentos únicos que a veces parecen un auténtico sinsentido, como la vida misma. + Leer más |
Sabía que sería un reto complicado, un clásico de más de tres siglos, y una tragedia alemana, demasiadas cosas en contra y no estaba equivocado, me ha costado mucho acabarlo pero ya puedo tachar otro clásico universal de mi lista. La historia creo que es bien conocida por todos, una leyenda antigua que Goethe llevó al papel, vender el alma al diablo, más o menos lo que pensamos muchas veces a lo largo de nuestra vida. Como podéis suponer no me ha gustado, pero creo que hay libros que hay que leer aunque sepas que no serán de tu agrado, supongo que soy un poco masoquista.
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El "Fausto" de Goethe es de lejos mejor que otras versiones. Sí creo lamentablemente que hay una diferencia grande entre la primera y segunda parte que fueron escritas en tiempos diferentes, y que además ambas versiones sufrieron muchas transformaciones del propio Goethe.La primera parte de lejos es la mejor, los monólogos de Fausto son muy sinceros y profundos, él ha estudiado muchas ramas de la ciencia pero aún así no logra apagar el fuego de sus ansias irrefrenables de un conocimiento mayor. Mefistófeles se le aparece y comienza su larga duración de corrompimiento - complicidad. Esta versión no suele ser tan apocalíptica ni fatalista como la de MArlowe. Fausto parece congeniar incluso con Mefistófeles, y creo que éste a pesar de todo es hecho de un carácter un poco divertido y renegón, lo que hace observar o creer una relación más real y humana. Fausto en efecto, sobre todo en la primera parte se emociona por cada prodigio y es la pieza más interesante en ese aspecto, del efecto que tiene en Fausto el contemplar nuevas maravillas y amores antes imposibles para él.Aquí aparece Margarita quien no sólo simboliza el amor, sino también la ternura, la inocencia, el castigo y la tragedia. Creo que ella hace de la pieza más humana y trastorna el dolor de Fausto en algo más que sólo el temor al infierno o a lo impío sino también a la gran culpa de haber manchado un alma tan pura.La segunda parte en cambio se hace mucho más lenta y nos presenta a un Fausto ya no sorprendido con sus proezas sino más bien un poco aburrido y las intervenciones que tiene incluso con Helena pierden su encanto y brillo. Además Goethe introduce muchos personajes, muchos de los cuales parecen perderse ante el hilo de la historia a diferencia de la primera parte.Si tendría que ser justo la primera merece 5 estrellas, pero la segunda 3 ó 4.Es en conjunto una obra muy excelente por la calidad de los diálogos y monólogos, por la profundidad de sus parlamentos y por lo común de los deseos y pecados humanos que se relatan, es una obra que abarca mucho más que una simple tradición alemana, convirtiéndose en algo universal.
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Obra clave del romanticismo alemán, nos habla de la búsqueda del amor, la eterna juventud y la felicidad como metas a alcanzar, en este caso, mediante un pacto con el diablo. Inspirada en ella surgieron óperas y piezas de ballet, - en la Argentina, una versión satírica y como poema gauchesco, de Estanislao del Campo - . Llevada al cine por F.W. Murnau en 1926, constituyó una pieza clave del expresionismo alemán y de la filmografía universal. |
El famoso poema de Goethe en el que un sabio pone en predicamento su fe por una apuesta entre Dios y el Diablo, pertenece a una larga tradición que retrata la fábula de este mago negro, quien vende su alma para tener poder ilimitado y, en otras ocasiones, para saciar los deseos de su carne.
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"Fausto" de Goethe es un libro que quería leer desde hacía tiempo, pero que me imponía. Y de hecho, si no me hubiera tirado por el audiolibro, seguiría siendo un eterno pendiente. Así que nada, ya lo he leído. El problema: que no era lo que esperaba y, a riesgo de ser odiada, me ha decepcionado. Veamos, la obra está escrita en dos partes muy diferenciadas (escritas en épocas distintas y, sobre todo la segunda parte, revisadas varias veces por el autor). En la primera parte, la interesante, conocemos a Fausto y su insaciable ansia de conocimiento, y a Mefistófeles, el diablo que viene a tentarle y hacerle firmar un pacto. Hasta ahí estaba disfrutando el libro a más no poder. Los diálogos de Mefistófeles me hacían reír, los de Fausto, reflexionar. Y luego Fausto firma el contrato; y más que el conocimiento, se dedica a perseguir y corromper a una jovencita de catorce años (por cierto, todas las mujeres en esta obra salen muy mal paradas, ya sea por lo que les ocurre o por ser brujas odiosas. Todas). Vamos, qué queréis que os diga, no es lo que esperaba, pero bueno, seguí con el libro porque, lo dicho, Mefistófeles me estaba encantando (vamos, que me caía mejor el diablo que la víctima del trato) y quería ver dónde me llevaría esta historia. Además, en general esta primera parte tiene reflexiones que dan para mucho, un diálogo ágil, chascarrillos y escenas propias de las que acompañarían a un demonio, así que seguí. Luego viene la segunda parte y a Fausto le da por pedir experiencias que, si bien ahondan en la mitología clásica, se van por las ramas hasta el punto de que tanto Fausto como Mefistófeles salen cada vez menos, perdidos entre un mar de otros personajes que ni nos van ni nos vienen. Y yo lo siento enormemente, pero me estaba aburriendo como una ostra. De todas formas, leer "Fausto" era ahora o nunca, y quería terminar el libro. Y con esta segunda parte ha sido un reto, sin lugar a dudas. Y lo peor es que el final ni siquiera me ha dejado con esas sensación catártica que se espera de estas obras clásicas. Así que nada, decepción para mí (no para los estudiosos). Que la obra de Goethe tiene una importancia innegable, que es una representación del romanticismo alemán, que ahonda en cuestiones filosóficas y en preguntas elevadas; nada de esto niego ni negaré. Pero a gusto personal, no era lo que esperaba y sólo he disfrutado de su lectura en contados momentos. Pensaba que Mefistófeles sería más malo (aunque sigo considerándolo el mejor personaje de la obra), Fausto más entero, el ambiente más siniestro y el final más impactante. En fin, "Fausto" leído, y muy a mi pesar (pero mucho, mucho) no ha sido lo que esperaba de él. Buena obra, buen clásico. Pero no va a ser un favorito para mí (aunque me quedo con ese Mefistófeles granuja, que me encantó). + Leer más |
Se le ve contento, a Miquel Barceló (Felanitx, 1957), con su último trabajo, la ilustración de la segunda parte del Fausto de Goethe que acaba de publicar Galaxia Gutenberg.
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IFIGENIA EN TAURIDE de Goethe"En la juventud primera, cuando mi alma comenzaba apenas a vincularse a mis padres, a mi familia ..., una maldición inconcebible, ¡ay! se dejó caer sobre mí, me arrancó a las prendas de mi amor y con mano de hierro rompió los dulces lazos. Así desapareció la alegría en mi juventud, la felicidad de los primeros años: cierto es que me vi salvada de la muerte, pero ahora siento que no soy más que una sombra, que el dulce placer de la vida no florecerá de nuevo para mí"La historia está inspirada en la obra homónima de Eurípides. Goethe a mi parecer trata muy bien el mito, se nota el conocimiento y el buen manejo de la trama. Ifigenia en esta obra es más resuelta e incluso rebelde, desde inicio a fin, reclamando en parte un trato igualitario a las mujeres y de otra parte teniendo un acercamiento con el rey Toante no tan notorio como en Eurípides. Es conocido que los neoclásicos y los posteriores a ellos manejaban los mitos con objetivos diferentes, no de resaltar la fatalidad, el hado o el destino sino más bien sentimientos más humanos.Es entonces esta obra cuya parte principal a mi parecer está al inicio y al fin un buen compendio de críticas a temas como la sociedad, el repudio de los extranjeros, el rol de la mujer, el bien común entre otras cosas. Me gustó mucho cómo utiliza Goethe el mito, la manera de contar su origen por parte de Ifigenia me ha parecido tan bien o mejor incluso que algunas otras adaptaciones. Verla así mismo aquí en Lima representada ha sido completar la experiencia.
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Un libro que me pareció terriblemente moderno y al mismo tiempo un paroxismo de romanticismo. La historia de las peripecias de las parejas es muy moderno. Las reflexiones del autor, via sus personajes, son anticuadas y pesadas. Pero es un gran libro. |
RECOMENDADO: Los sufrimientos del joven Werther de J.W. Goethe (1749-1832) Novela –literatura alemana- Romanticismo alemán Escritor, poeta, dramaturgo y ensayista, es la figura más importante del Romanticismo alemán junto a Schiller, Hölderlin, Novalis y Heine. Uno de los hombres más ilustrados de su época y cuya obra fue reconocida en toda Europa, mereciendo el elogio de personajes como G. Eliot y A. Schopenhauer, influyendo inevitablemente hasta la contemporaneidad. Su universo literario está dotado de una belleza y sensibilidad que estremece al lector por la pasión que inspiran sus líneas, el lirismo en su poesía y prosa, alusiones al mundo antiguo que se expresa con un simbolismo alegórico hacia el Clasicismo. Esta novela epistolar fue creada a partir de una experiencia personal del autor y la añoranza de sus años de juventud, exaltando el intimismo de sus emociones. Werther es un joven apasionado que procura sosegarse en la pasividad y belleza de la naturaleza, hasta que conoce a Carlota, la mujer que será el objeto de una felicidad inmediata, inesperada, deseada en todo momento y que pasará a ser la fuente de sus desgracias y la desazón de sus suspiros. A pesar de estar comprometida, Werther decide verla cada día, sentir el cielo al estar a su lado, deleitarse con el toque de ángel que proveen los dedos de su amada y embriagarse en la ilusión. Pero le es inevitable ignorar su fatal destino, ella está fuera de su alcance, poco a poco le invade la angustia y un dolor tan intenso que le lleva a vislumbrar como única alternativa el suicidio, pues le es inconcebible existir sin el Amor de su vida. Es un alegato a favor de aquellos que tienen la determinación consciente de eximirse del sufrimiento terrenal por sus propias manos. @Juliiann0 Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |
Resulta imposible que saque este libro de mis favoritos. En esta relectura cambió mi perspectiva porque considero que en este siglo el mensaje “peligroso” de Werther (1774) no es sólo el que se deja en el final, sino también el que se encuentra en el desarrollo. Aquel desenlace que obligó al autor a agregar en ediciones posteriores un consejo para los lectores no me parece terrible. "Terrible" fue su repercusión en la vida real. Además, ya no importa tanto cuáles hayan sido las consecuencias de la lectura de este libro (en esta época hay otros libros que traen lo mismo, no este), a pesar de que marque el éxito que tuvo: lo relevante es el texto, lo palpable. Werther es una triste delicia, una historia bien escrita sobre un tema tan universal como el amor, sus alegrías y sus penas. El título ya le informa al lector que el joven protagonista sufrirá mucho, eso es cierto, pero también hay unos breves momentos de algarabía que no tienen desperdicio por el modo en que están expresados. Werther es un hombre que, en el momento del inicio de la historia, se dedica a dibujar y es reacio a tomar un puesto que le estaban ofreciendo. Busca un lugar tranquilo para vivir porque desdeña mucho la ciudad y termina en Wahlheim (nombre ficticio), en donde conocerá a Charlotte (Lotte para los conocidos), la hija mayor de un administrador. Él se enamora de inmediato y ella… bueno, no como querría. Porque Lotte, lamentablemente para el protagonista, está comprometida con un hombre llamado Albert. Werther aparenta convivir con la idea de que Lotte no puede ser más que una amiga, pero pronto esto lo empieza a torturar y su ánimo se vuelve más oscuro, por decirlo de alguna forma. Esta es una novela epistolar, compuesta por cartas y notas de un editor. El receptor de la correspondencia es un amigo de Werther, Wilhelm, cuya carta de respuesta no se inserta en el texto. Sin embargo, Werther nos deja saber cuáles son sus consejos, cuál podría haber sido su respuesta. Es muy interesante construir a ese personaje porque aparece por pedacitos y Goethe no nos presenta su voz. Pero lo importante es que las cartas desnudan el alma tormentosa de Werther y va mostrando cómo un carácter que ya de por sí tiende a la exaltación se va deformando hasta parecer que se volvió loco. Por amor, nada más ni nada menos. Llega un punto en el cual él necesita de ese receptor amigo que lea sus desgracias y el lector se vuelve casi un espía. Goethe lleva la historia con un ritmo y una escritura impecable, rebuscada pero no inteligible. Sólo me aburrió a medias en la lectura de los (¿falsos?) poemas de Ossian. Creo que estoy siendo injusta porque forma parte de una escena muy bonita del libro pero no pude disfrutarla por completo. Di un traspié en la mitad. Werther incluye muchas descripciones de la naturaleza y la reivindica porque se inscribe entre los precursores del Romanticismo (es un tema más largo de explicar, pero con lo que acabo de decir es suficiente para situarlo un poco). En variadas ocasiones el discurso de Werther girará en torno a lo que lo hacía feliz (unos robles, por ejemplo) para luego despotricar en contra de la vida citadina en donde se reúne la burguesía, desplegando sus mañas de clase. Con esto deja su visión de la época (que coincidía en parte con la de Goethe) y se aparta un poco de la pena. Hay unas cuantas reflexiones o escenas que involucran la literatura (Werther lee a Homero) que son dignas de coleccionar. Cuando el héroe regresa a su dolor, también sigue pegado a la Naturaleza: lo que siente por Lotte es totalmente irracional, nace de las entrañas y se expresa con un dramatismo que ahora sonaría ridículo. Enlazando lo anterior con los personajes, Lotte intenta frenar y encauzar al protagonista, ya que su carácter es bueno y censurador. Y aun así, falla estrepitosamente. Congenié bastante con este personaje femenino y me resultó agradable. Podría haber sido eclipsada por un héroe tan fuerte y elocuente como Werther pero el autor le dio su espacio para desarrollarse. Werther, por otra parte, no tiene retorno porque es un personaje que sigue los caminos imposibles, necesita aferrarse a sus ideales, mientras los demás están dispuestos a renunciar a ellos. Personalmente, le tuve que dar la razón en muchas cosas pero en otras le solté la mano, sobre todo cuando intenta defender lo indefendible desde una mirada egoísta. El caso es que su determinación y la incapacidad de hallar una salida más “amable” para sus problemas en un punto en donde ya está consumido por el dolor hacen que este joven precipite un final híper analizado y comentado en la comunidad crítica y/o lectora. Me encantó este libro y por razones de tranquilidad lo pude apreciar más que la primera vez que lo leí. Roland Barthes hace un muy buen análisis de uno de los aspectos del libro en Fragmentos de un discurso amoroso , el cual recomiendo sin dudar (después de leer Werther, claro). He leído que Goethe, en su época, no estuvo de acuerdo con todas las lecturas que se hicieron del libro (con el trasfondo real que tiene, encuentro difícil que lo estuviera). Entiendo que tal vez el contenido del mismo haya tapado otras cuestiones que a él le interesaban más, pero creo que puede quedarse tranquilo. Vale la pena intentar leerlo porque es un gran libro de la literatura alemana y de esos que cada vez que se abren, dicen algo nuevo. + Leer más |
Es un libro típicamente romántico, con eso quiero decir que centra todo el argumento en el estado anímico y sentimental del personaje, llevándolo desde la más exultante alegría, a la más amarga de las tristezas; y termina con un suicidio sereno y ansiado. El lenguaje y la forma en que está escrito te transmite y hace vivir los sentimientos que desea evocar a su interlocutor, ya que no hay que olvidar que el libro recopila cartas que Werther envía a diferentes personas, entre ellas su amada. Para mí lo mejor del libro es el final, cuando Werther por fín da rienda suelta a esos sentimientos ahogados durante tanto tiempo, pero a la vez patentes para todo el mundo a su alrededor. Es un libro bastante bueno y fácil de leer para tratarse de una obra escrita en el siglo XVIII. Así que os anímo a todos los amantes de la literatura clásica a que lo leaís, por que seguro os encantará. Enlace: http://misgrandespasiones-ro.. |
La popularidad de Goethe llega gracias a esta obra, aunque, al parecer, a él no le agradaba que le conociesen solo por ser el autor del Werther. Causó una gran sensación en la época, de hecho, todos los jóvenes comenzaron a vestir como el protagonista, y las mujeres comenzaron a llevar un lazo rosa como la joven Lotte. Encontramos un espíritu juvenil, revolucionario e inconformista. Existen algunas acusaciones críticas de la época hacia la obra, las cuales dicen que se trata de un libro que va en contra del autoritarismo, en el que se realizan críticas a la religión y se muestra en pro de la libertad del individuo. Algunos de los personajes están inspirados en personas reales cercanas al autor. Las alusiones a la naturaleza priman por toda la obra. Werther es un joven atormentado que no puede vivir sin ser correspondido por el amor de Lotte. He disfrutado mucho con esta lectura. Se trata de una obra que va mucho más allá de una simple historia de amor. |
El hobbit (mi marido) me dijo: "no lo vas a entender. No te da el cacumen" (🤨). Pues resulta que SÍ me dió el cacumen. Entenderlo lo entendí porque no es ilegible. Ni siquiera complicado. Es mas, para retrasar a los puritas que me estaran por querer prender fuego en breve, incluso admitiré que tiene varias virtudes: está extremadamente bien escrito, contiene una critica social y es semi autobiográfico. Esto es importante. Todo escritor que pueda darse a sí mismo, es generoso con el lector y valiente, ya que no es fácil exponerse ante los demás. Ahora, el gran problema de este libro es que el joven Werther es un pelotazo en contra! Dioooos!!!Que muchacho bobo!! En primer lugar, a pesar de que le advierten " oíme, vamos a ir a buscar a una chica, NO te vas a enamorar de esta que tiene novio", qué hace el joven Werther? SE ENAMORA, JUSTO, JUSTO DE ESA (😑). Y Ahí está todo el dichoso libro torturando a un pobre amigo llorándole sus penas. Porque sí, este relato es epistolar.✋ Concedanme que no debe ser nada fácil ser amigo del joven Werther. Saben lo que es fumarse una carta por día del bodoque tristón de Werther?!? Se la pasa llorando!! Dicho sea de paso, amagó con quitarse la vida todo el libro (🙄). Parece que se usaba eso de matarse por amor. El tema es que el joven werther es como el pastorcito mentiroso. Tanto amenazar que se mata, nadie le cree. De hecho, en un momento le pide prestadas las pistolas al novio de su amada (porque quería matarse pero no tenìa con qué🙄), y este, fresco como una lechuga, le dice a su mujer " Lotte, dale las pistolas al bobo que está de vuelta con la cantinela de siempre". Ya que estamos, en esa misma escena, cuando el joven werther se entera que quién se las alcanzó a su lacayo, fue su caramelito...se puso a besuquear las pistolas como un enajenado (😶). A pesar de todo lo dicho, iba a ponerle un 4. Cómo dije está demasiado bien escrito. Peeeero...Chan! Cuando ya estaba que no daba más, porque será bello pero es pesadísimo, qué se le ocurre hacer a este muchacho?Una conjunta con su amada (😑). Se ponen a leer juntos un poema épico (las canciones de Ossian), mezcla entre el señor de los anillos y Romeo y Julieta, pero que tenía 10 páginas! Y el desgraciado de Goethe no te ahorra ni una linea! Por los clavos de Cristo, transcribe las 10 páginas! Estuve a punto de saltarmelas, pero fui niña buena y me las leí, toditas. Aunque para esa altura solo me importaba saber qué diablos pasaría con el joven Werther. En fin, fue un bodrio pero un bodrio digno de ser leído. Me siento realizada y llena de cacumen (😌). + Leer más |
Leo este libro recién, a una edad madura y con muchas experiencias previas personales y literarias. Encuentro por ello muchas cosas en "Werther" que me parecen no sólo "anticuadas" o "pasadas de moda" sino también incorrectas y opuestas a lo que debería ser el ideal del amor. Werther es en verdad un joven apasionado y romántico pero en el fondo también egoísta, vehemente y hasta irrespetuoso. Es una persona que demuestra su gran grado de sensibilidad pero que al defender lo que cree correcto llega a ser muy expresivo y desprecia a quienes no piensan como él.Pero el libro en sí creo expresa algo muy tradicional de la época: los libros no son sólo para decir si nos gusta o no los personajes sino también para a través de ellos conocer una época y sus creencias. Entiendo en gran medida a Stendhal cuando describía en su libro "Del Amor" a los alemanes y sus amores, son gente muy pensante (no necesariamente de forma racional) y sensible.Me gustaron sobre todo las primeras y las últimas páginas del libro, cuando Werther conoce a Carlota se enamora de ella perdidamente y la amará por siempre. Está compuesto el libro de epístolas de Werther fundamentalmente dirigido a su amigo Guillermo donde cuenta todo lo que le pasa. Se nota el romanticismo, el catolicismo, la importancia hacia las cosas pequeñas pero como digo también un gran egoísmo creo. Bueno, por la expresión y la calidad de pluma de Goethe le doy cuatro estrellas, pensé hasta 3. Es inferior creo yo a "María" y también a la obra del mismo autor "Fausto". No la pondría entre mis favoritas.
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Cual es el nombre completo de Dumbeldore?