Mujeres del alma mía de Isabel Allende
Hay que quererse mucho a si misma y querer a otros, sin medir cuanto nos pasen de vuelta
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Mujeres del alma mía de Isabel Allende
Hay que quererse mucho a si misma y querer a otros, sin medir cuanto nos pasen de vuelta
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Mujeres del alma mía de Isabel Allende
A través de mí, Panchita pudo realizar algunos de sus sueños. A muchas hijas nos ha tocado vivir la vida que nuestras madres no pudieron vivir.
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Mujeres del alma mía de Isabel Allende
Ese resentimiento era aberrante en mi familia, que se consideraba intelectual y moderna, pero de acuerdo a los patrones de ahora, era francamente paleolítica.
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Inés del alma mía de Isabel Allende
Comprobamos que Chile tiene la forma delgada y larga de una espada. Se compone de un rosario de valles tendidos entre montañasy volcanes, y cruzados por copiosos ríos
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Mujeres del alma mía de Isabel Allende
A muchas hijas nos ha tocado vivir la vida que nuestras madres no pudieron vivir.
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Mujeres del alma mía de Isabel Allende
A muy temprana edad me di cuenta de que mi madre estaba en desventaja con respecto a los hombres de la familia. Se ve que ha estado contra la voluntad de sus padres, había fracasado, tal como le habían advertido, y había nublado su matrimonio, única salida disponible en ese país donde no se legalizo el divorcio hasta el año 2004. No estaba preparada para trabajar,no tenía dinero ni libertad y era el blanco de malas lenguas, por qué además de estar separada del marido, era joven, bonita y coqueta.
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Amor de Isabel Allende
"No hay edad para el primer amor. Puede ocurrir en cualquier momento de la vida y supongo que siempre será tan poderoso como el de Romeo y Julieta, esos enamorados de leyenda que durante quinientos años han servido de referencia para la pasión ardiente. Sin embargo, el amor de juventud tiene un grado de locura que no se da después: es exclusivo, ciego, trágico, una montaña rusa de emociones que van desde la exaltación alucinada hasta el pesimismo más hondo".
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Inés del alma mía de Isabel Allende
En la naturaleza más espléndida del mundo, en lo profundo de la selva fría del sur de Chile, en el silencio de raíces, cortezas y ramajes fragantes, ante la presencia altiva de los volcanes y las cumbres de la cordillera, junto a lagos color esmeralda y espumosos ríos de nieve derretida, se reunieron las tribus mapuche en una ceremonia especial, un cónclave de ancianos, cabezas de linaje, toquis, loncos, machis, guerreros, mujeres y niños.
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Mi país inventado de Isabel Allende
El exiliado mira hacia el pasado, lamiéndose las heridas; el inmigrante mira hacia el futuro, dispuesto a aprovechar las oportunidades a su alcance
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Eva Luna de Isabel Allende
—Su padre pertenecía a la tribu de los hijos de la luna. Que sea Eva Luna entonces.
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La casa de los espíritus de Isabel Allende
-No la busque más, señora. -dijo el sacerdote-. Ella no quiere verla. Clara comprendió que esa era la causa por la cual no habían funcionado ninguno de sus infalibles sistemas de adivinación. -Las hermanas Mora tenían razón -se dijo-. No se puede encontrar a quien no quiere ser encontrado. |
La casa de los espíritus de Isabel Allende
Igual que en el momento de venir al mundo, al morir tenemos miedo de lo desconocido. Pero el miedo es algo interior que no tiene nada que ver con la realidad. Morir es como nacer: sólo un cambio.
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De amor y de sombra de Isabel Allende
La besó en la mejilla lo más cerca posible de la boca, deseando con pasión permanecer a su lado eternamente para preservarla de las sombras. Olía a yerbas y tenía la piel fría. Supo que amarla era su destino inexorable.
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Retrato en sepia de Isabel Allende
Cada uno escoge el tono para contar su propia historia; quisiera optar por la claridad durable de una impresión en platino, pero nada en mi destino posee esa luminosa cualidad. Vivo entre difusos matices, velados misterios, incertidumbres; el tono para contar mi vida se ajusta más al de un retrato en sepia...
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El plan infinito de Isabel Allende
La vida es una suma de ironías. Cuando vi desintegrarse a mi familia y eliminé una buena parte de mis relaciones, dejó de molestarme la soledad. Después, al desmoronarse el castillo de naipes de mi oficina y quedarme arruinado, experimenté por primera vez verdadera seguridad. Y justo ahora, cuando dejé de buscar una compañera, apareciste túi y me obligaste a plantar los rosales en tierra firme.
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Hija de la fortuna de Isabel Allende
Todo el mundo nace con algún talento especial y Eliza Sommers descubrió temprano que ella tenía dos: buen olfato y buena memoria. El primero le sirvió para ganarse la vida y el segundo para recordarla, si no con precisión, al menos con poética vaguedad de astrólogo.
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El juego de Ripper de Isabel Allende
... después iniciarían los juegos del amor, esa lenta danza conocida. Eso era lo mejor de la vida: la anticipación del placer.
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¿En qué época está ambientada la obra?