La casa de los espíritus de Isabel Allende
-No la busque más, señora. -dijo el sacerdote-. Ella no quiere verla. Clara comprendió que esa era la causa por la cual no habían funcionado ninguno de sus infalibles sistemas de adivinación. -Las hermanas Mora tenían razón -se dijo-. No se puede encontrar a quien no quiere ser encontrado. |