Violeta de Isabel Allende
Esa cruz es mágica, Camilo. Nada de lo que tengo te interesa, ya lo sé, pero cuando me muera quiero que te quedes con la cruz, te acuerdas al cuello en vez de la que llevas y la usé siempre, para que te proteja como me ha protegido a mi. Por eso la llevo siempre puesta. Está cargada con lealtad, la inocencia y la fortaleza de Apolonio Toro, que la llevo sobre su pecho durante muchos años y murió para salvar a tu tío Juan Martín. Torito ha sido mi ángel y va a ser también el tuyo. Prométemelo, Camilo
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