La casa de los espíritus de Isabel Allende
Tenía la belleza de la primera juventud, aunque él podía ver que se marchitaría muy pronto, como sucede a las mujeres nacidas para parir muchos hijos, trabajar sin descanso y enterrar muertos.
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La casa de los espíritus de Isabel Allende
Tenía la belleza de la primera juventud, aunque él podía ver que se marchitaría muy pronto, como sucede a las mujeres nacidas para parir muchos hijos, trabajar sin descanso y enterrar muertos.
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La casa de los espíritus de Isabel Allende
Lo había discutido a menudo con sus amigas sufragistas y había llegado a la conclusión que mientras las mujeres no se cortaran las faldas y el pelo y no se quitaran los refajos, daba igual que pudieran estudiar medicina o tuvieran derecho a voto, porque de ninguno modo tendrían ánimo para hacerlo, pero ella misma no tenía valor para ser de las primeras en abandonar la moda.
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La casa de los espíritus de Isabel Allende
De pronto se deslizó por el pasillo, al pasar por mi lado sus sorprendentes pupilas de oro se detuvieron un instante en las mías. Debí morir un poco. No podía respirar y se me detuvo el pulso
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Más allá del invierno de Isabel Allende
Al necesitado no se le pregunta quién es ni de dónde viene, Richard. Todos somos iguales en la desgracia.
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La casa de los espíritus de Isabel Allende
Tal vez temía que ese grandioso amor, que había resistido tantas pruebas, no pudiera sobrevivir a la más terrible de todas: la convivencia.
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La casa de los espíritus de Isabel Allende
- ¡Eso no sirve de nada! - dijo Esteban Trueba cuando vio la obra de su hija - Busquemosle la utilidad - sugirió Clara. |
La casa de los espíritus de Isabel Allende
Hijo mío, la Santa Madre Iglesia está a la derecha, pero Jesucristo siempre estuvo a la izquierda
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Retrato en sepia de Isabel Allende
Había ido a la guerra a morir (…) pero ahora que la muerte estaba allí, inclinada sobre él como un buitre, esperando su oportunidad para darle el zarpazo final, el instinto de la vida lo remeció
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La ciudad de las Bestias de Isabel Allende
La primera lección de montañismo de su padre había sido que mientras estuviera tenso, ansioso o apurado, la mitad de su fuerza se dispersaba. Se requería calma para vencer a la montaña.
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La ciudad de las Bestias de Isabel Allende
Vas a conocer la selva más misteriosa del mundo, Alexander. Allí hay lugares donde los espíritus se aparecen a plena luz del día.
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Retrato en sepia de Isabel Allende
La cámara es un aparato simple, hasta el más inepto puede usarla, el desafío consiste en crear con ella esa combinación de verdad y belleza que se llama arte. Esa búsqueda es sobre todo espiritual. Busco verdad y belleza en la transparencia de una hoja en otoño, en la forma perfecta de un caracol en la playa, en la curva de una espalda femenina, en la textura de un antiguo tronco de árbol, pero también en otras formas escurridizas de la realidad.
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La suma de los días de Isabel Allende
Así es la vida de la mayoría de las mujeres, Lori. son siempre las más pobres de los pobres; hacen dos terceras partes del trabajo en el mundo, pero poseen menos del uno por ciento de los bienes
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La suma de los días de Isabel Allende
Debes ganar mucha plata con tus libros, mamá, para que yo pueda teer un refugio para pobres y tú pagues las cuentas, me decías completamente en serio.
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Retrato en sepia de Isabel Allende
¿No puede olvidar su despecho? Ya todos estamos en la edad de tirar por la borda los sentimientos que no sirven para nada y quedarnos sólo con aquellos que nos ayudan a vivir.
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La isla bajo el mar / Island Beneath The Sea de Isabel Allende
Baila, baila, Zarité, porque esclavo que baila es libre...mientras baila.
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Paula de Isabel Allende
Dicen que si dejas a alguien, nunca te olvida. Pero no es así. Se queda con las cancionestristes, la compasión le pertenece. Los que se van no tienen a nadie. No tienen canciones.
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Paula de Isabel Allende
Los horrores que es capaz de concebir una mente son siempre mucho peores que la realidad.
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Mujeres del alma mía de Isabel Allende
“la rabia sin ningún propósito es inútil y hasta dañina, debía actuar si pretendía cambiar las cosas.“
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¿En qué época está ambientada la obra?