La llamada de Cthulhu de H. P. Lovecraft
Hay una cualidad vocal propia de los hombres y una cualidad vocal propia de las bestias; y nada más terrible que oír una de ellas cuando el órgano de donde proviene debería emitir la otra.
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La llamada de Cthulhu de H. P. Lovecraft
Hay una cualidad vocal propia de los hombres y una cualidad vocal propia de las bestias; y nada más terrible que oír una de ellas cuando el órgano de donde proviene debería emitir la otra.
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H. P. Lovecraft
La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido.
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Hongos de Yuggoth de H. P. Lovecraft
Luego en el mar dio comienzo un maligno alumbramiento y tierras olvidadas emergieron con agujas áureas cubiertas por las alfas; el suelo estaba hendido y auroras feroces se arrojaron sobre las temblorosas ciudadelas del hombre. Fue entonces que, apasionando cuanto creó para jugar, el Caos idiota dispersó el polvo terrestre. |
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Hongos de Yuggoth de H. P. Lovecraft
[...] Pero ahora la noche con rapidez excesiva se aproxima, ya tocó la cima desde la que tantas veces divisé la ciudad distante. Sus agujas y tejados están allí... ¡pero miren! ¡La oscuridad se desploma sobre las callecitas tenebrosas, ésas que son más sombrías que un sepulcro! |
Hongos de Yuggoth de H. P. Lovecraft
No puedo decir por qué algunas cosas originan en mí una sensación de maravillas insondables aun por suceder, como una rotura en la pared del horizonte abierta a mundos donde solo pueden estar los dioses. Hay una esperanza difusa, sin aliento, a partir de vastas pompas arcaicas que medianamente recuerdo, o aventuras salvajes, sin sustancia, henchidas de éxtasis y como los sueños, libres. Es en las puestas de sol donde las hallo y en los raros adornos de la ciudad; en pueblos antiguos y en valles y bosques brumosos, en los vientos sureños, el mar, las colinas breves y las capitales fulgurantes, en los jardines antiguos, las canciones escuchadas a medias y los fuegos lunares. A pesar de que su atractivo hace que la vida valga la pena, ninguno gana o adivina lo que intenta dar. |
Hongos de Yuggoth de H. P. Lovecraft
Yo no podría asegurar de qué bóveda escapan reptando, pero no a noche veo a esos seres pegajosos, negros, descarnados y con cuernos, dotados de alas membranosas, de cuyas colas parte la lengüeta doble del infierno. Vienen en legione s trasportados por el viento norteño, con obscenas zarpas cuyo contacto arde y cosquillea, a tomarme y llevarme a un viaje monstruoso, rumbo a mundos grisáceos escondidos en pozos de pesadilla. |
El horror de Dunwich de H. P. Lovecraft
El germen del pánico pareció cundir entre los hombres del grupo. Una cosa era perseguir a aquel ente innombrable y otra muy distinta encontrarlo.
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Hongos de Yuggoth de H. P. Lovecraft
En mi hondura onírica el gran pájaro extrañamente cuchicheaba: me hablaba del cono oscuro de los desiertos del polo, que lóbrego y a solas se yergue sobre el yermo glaciar, batido y carcomido durante eones por borrascas feroces. Allí no palpita forma alguna de existencia terrena, apenas albas demacradas y soles moribundos fulgen sobre la peña perforada, cuyo origen arcaico tratan de adivinar en sombras los Antiguos. Si lo observaran los hombres, meramente se preguntarían qué extraño capricho natural es lo que miran; mas el pájaro también mencionó sectores aun más inmensos que cavilan escondidos bajo el denso sudario del hielo. ¡Dios auxilie al que sueña con demenciales visiones que muestran esos ojos extintos, incrustados en simas de cristal! |
Hongos de Yuggoth de H. P. Lovecraft
Tales tesoros, herencia de tiempos de cauteloso fermento, difuminan la presencia de fantasías debiluchas que revolotean con formas cambiantes y confusas creencias, al otro lado de los muros inmutables de la tierra y el cielo. Cortan las correas del presente y me hacen libre para estar a solas con la eternidad. |
Hongos de Yuggoth de H. P. Lovecraft
No sé si alguna vez existió ese mundo perdido que flota vago en el caudal del tiempo, y sin embargo yo lo veo a menudo, envuelto en violáceas neblinas, brillando débilmente al fondo de mis sueños difusos. Había torres extrañas, ríos y bóvedas plenas de luz, cielos llameantes cruzados por ramas, como los que tiemblan ansiosos antes de la noche invernal. Grandes marismas conducían a costas desoladas, con juncales, donde revoloteaban aves inmensas, y en una borrascosa colina había una aldea arcaica con un níveo campanario cuyos toques vespertinos resuenan todavía en mi oído. No sé qué tierra es ésa ni me animo a preguntar cuándo, por qué estuve, o por qué estaré allí. |
H. P. Lovecraft. Paisajes y apariciones de H. P. Lovecraft
No podía tratarse de la mordedura de otro animal que hubiese transmitido un virus porque ¿qué bestia de este mundo puede pasar a través de obstáculos sólidos?
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Obras Completas de H. P. Lovecraft
Que no está muerto lo que yace eternamente, y con el paso de los evos, aún la muerte puede morir.
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El extraño de H. P. Lovecraft
Desdichado aquel a quien los recuerdos de la infancia solo traen temor y tristeza. Infeliz del que mira atrás y no ve más que horas de soledad en amplias y lúgubres estancias con negras colgaduras y enloquecedoras hileras de libros antiguos; o aquel que ve espantosas vigilias entre árboles sombríos y grotescos, verdaderos gigantes que agitan silenciosamente sus torcidas ramas.
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La llave de plata de H. P. Lovecraft
Ni la muerte, ni la fatalidad, ni la ansiedad, pueden producir la insoportable desesperación que resulta de perder la propia identidad
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En las montañas de la locura de H. P. Lovecraft
Dimos gracias por haber abandonadoun reino maldito, donde la vida y la muerte, el tiempo y el espacio, habian hecho siniestras y blasfemas alianzas, en el tiempo en que la materia se retorcia y flotaba, en la corteza apenas solidificada de la tierra
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La llamada de Cthulhu de H. P. Lovecraft
Yo nunca volveré a dormir tranquilo cuando piense en los horrores que acechan incesantemente a la vida en el tiempo y en el espacio, y en aquellas blasfemias impías procedentes de antiguas estrellas que sueñan bajo las olas, y que son objeto de adoración de un culto de pesadilla dispuesto y decidido a soltarlas por la Tierra cuando quiera que otro terremoto haga emerger su monstruosa ciudad pétrea de nuevo hacia el aire y la luz de la superficie.
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El extraño de H. P. Lovecraft
"Pero en la vida no solo existe el veneno que enferma de amargura sino también el bálsamo que cura, y ese bálsamo es el olvido."
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H.P.Lovecraft anotado de H. P. Lovecraft
No estaría traicionando al espíritu de aquella cosa si digo que mi imaginación, algo calenturienta de por sí, creía percibir en ella, de forma simultánea, las figuras de un pulpo, un dragón, y una caricatura de ser humano. Una cabeza viscosa y cubierta de tentáculos destacaba sobre un cuerpo grotesco y escamoso con unas alas rudimentarias; pero era el perfil general de toda ella lo que resultaba más espantoso.
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Fue un escritor...