El caso de Charles Dexter Ward

Esta novela comienza con la huida, en extrañas circunstancias, de Charles Dexter Ward del hospital psiquiátrico de Providence, Rhode Island. A partir de ahí, Lovecraft va narrando la vida del personaje y cómo éste va va sufriendo cambios en su personalidad y en su físico hasta la citada huida.

Durante la novela, se mezclan descripciones de Providence y alrededores con nigromantes de otras épocas y lugares (de Salem, por ejemplo). Los escenarios en donde se produce "la acción" son fantásticos, me fascina cómo el autor es capaz de crear ambientes tan lóbregos (no diría que esta es una novela de terror como tal, pero sí que es oscura).

La trama, que en algún momento puntual me ha parecido algo repetitiva, me ha resultado interesante y el final me ha parecido bastante bueno. Es una novela corta, aunque hay momentos en los que hay que leer con cierta concentración para no perder el hilo.

Recomendable novela, no descarto releerla más adelante.

Esta novela corta de Lovecraft me resultó de lectura más llevadera que otros de sus relatos. Tal vez se deba a que en la misma hay más diálogos y no tantas descripciones adjetivadas, como las que abundan en su prosa, o a que en la novela hay escasas referencias a las criaturas de su mitología. Naturalmente, abundan el ocultismo, el asesinato, y las maldiciones.
Hay dos temáticas que se pueden distinguir con claridad: por un lado, el tema de la herencia familiar. Esto era algo que debía preocupar notablemente a Lovecraft. En parte por su xenofobia, que lo hacía llevar a pensar que pueblos enteros podían "contaminar" o traer algo malo a otros, y en parte por su particular historia familiar. El padre de Lovecraft fue internado en un sanatorio mental cuando él era joven y allí murió años más tarde. ¿Cuánto influye eso en un individuo? ¿Cuántas noches en vela habrá pasado Lovecraft ponderando si él tendría un final parecido? No por nada, el protagonista del relato comienza estando internado en un hospital así. Además, es la búsqueda de un antepasado lo que detona su destino.
El segundo tema es el de la búsqueda del conocimiento como algo negativo. Históricamente, la ilustración y el racionalismo presentaron el conocimiento y su búsqueda como algo encomiable: la luz que iluminaba la oscuridad. En gran medida tuvieron razón, y aún hoy en día tenemos ideas parecidas. Pero en los relatos de Lovecraft, embarcarse en búsquedas así no trae buenas consecuencias. Todo lo contrario: los personajes son castigados, perjudicados, o peor todavía. En la literatura lovecraftiana, la ignorancia es auténticamente una bendición.

Lo primero que tengo que decir es que no es una novela fácil y en más de un punto tuve que retroceder para saber si lo que había comprendido es lo correcto, a eso le sumo que no hay respuestas únicas y que Lovecraft deja varios puntos abiertos a la imaginación del lector
Otro punto importante es que al finalizar la lectura una tiene la sensación de que una gran parte la leyó desde la perspectiva equivocada y al resituar el punto de vista (ya teniendo todos los antecedentes que son proporcionados) la comprensión del libro varía considerablemente.
La novela parte del hecho que el joven Charles Dexter Ward que había sido recluido en un asilo para enfermos mentales ha escapado de aquel lugar pese a que las barreras físicas hacen dicha huida aparentemente imposible, así que continúe la lectura queriendo saber dónde estaba Ward y cómo había escapado, pero acá se nos proporciona un dato que casi aparece como anecdótico el último médico que se entrevistó con él que fue su médico de toda la vida, después de la fuga aparece estar tranquilo y hasta da la impresión que se toma la fuga con sosiego y serenidad. al final del libro sabremos el porque de esta actitud del doctor Willett.
A partir de ese momento se nos comienza a contar sobre la vida de este joven y se pone hincapié en dos hechos, el primero es la fascinación que siempre demostró por los hechos del pasado (historia, arquitectura, etc) y que ha sufrido notorios e inexplicables cambios físicos.
Igualmente hay otro punto relevante el joven Ward los últimos años ha estado obsesionado con continuar la obra de estudio e investigación de un oscuro antepasado suyo. Este antepasado es Joseph Curwen y es en su historia y su persona que se centra buena parte del relato.
Curwen es un antepasado de cuya existencia Ward no tenía conocimiento, ya que su existencia trato de ser borrada por la comunidad ante el miedo y repulsa que sus actividades de alquimista y nigromante causaron en las personas.
A través de varios documentales, en especial cartas Ward descubre que su antepasado nació en Salem Massachusetts, pueblo del que salió huyendo cuando comenzaron los juicios por brujería llegando a Providence (ciudad donde se desarrolla la novela) dónde pronto llamó la atención de los vecinos y más que la atención el miedo de estos. al punto de crear un grupo de juramentados que se dedicaron a reunir pruebas contra este hombre al que sentían había traspasado los límites de las leyes naturales. Curwen es destruido, pero al parecer este hechicero preveyendo ese momento tomó medidas que traspasaron el límite del tiempo y la barrera de la muerte y se desencadenan en el momento que siglos más tarde Ward descubre su existencia y se obsesiona con continuar sus estudios e investigaciones.
Respecto a estos estudios y sus objetivos Lovecraft deja el tema abierto a la imaginación del lector, nunca dice de que se trata ni menos cuál es su objetivo, lo que si se dice es que de ser alcanzado su propósito esto acarreará grandes males para la humanidad en su totalidad.
Así vemos como en su narración Lovecraft va uniendo presente y pasado y nos damos cuenta que para él ambos pueden constituir un solo momento sin divisiones.
Es importante destacar también la participación que tiene en la historia el doctor Willett es él que tratando de averiguar qué llevó a la locura a Ward, desde qué momento puntual está se desató al avanzar dicha investigación Willett va descubriendo no solo sobre los últimos años de Ward si no también acerca de Curwen y vemos como la historia de ambos hombres se va sobreponiendo. Pero Willett no solo debe investigar y tener un rol pasivo si no que llega un momento que pese a que las conclusiones a qué ha llegado transgrede lo que hasta hace poco creía posible y el miedo que estás misma le provocan debe hacer frente al mal incluso con las mismas armas que este ha utilizado.
Novela que sin duda amerita más de una lectura, porque estoy segura en cada una de estas se puede ir haciendo nuevos descubrimientos. Además que nos da una muestra de la narrativa de Lovecraft aunque en este libro se aleja del terror cósmico.

"He sacado a la luz una anormalidad monstruosa, pero lo he hecho en favor del conocimiento humano. Ahora, por el bien de la vida y de la naturaleza tiene usted que ayudarme a devolverla a la oscuridad."

Puro Lovecraft. Charles Dexter Ward evoca a las historias más clásicas que mezclan géneros como el vampirismo, magia, conjuros e invocaciones con todo el ejercicio imaginativo y narrativo de la pluma característica de Lovecraft. Una aventura retrospectiva donde se indaga sobre el pasado de un personaje siniestro que va cogiendo tintes de Oscar Wilde y su obra Dorian Gray, vinculado a los mitos de Cthulhu, aunque es un relato independiente, podría permanecer a ese ciclo literario de horror cósmico.

Lovecraft es un autor peculiar, unido a un misticismo onírico, de fantasía pura y de ciencia ficción, todo un ecosistema que gira en torno a aportaciones procedentes de una veta personalísima, de sus ensoñaciones y obsesiones más profundas. Por eso, su literatura es una insólita amalgama donde el horror se funde con elementos de naturaleza realista. Podrá gustar más o menos, pero ese toque tan personal lo hace único en su especie.

El caso de Charles Dexter Ward es un relato excelente que entremezcla distintos géneros desembocando en un estilo único: el Lovecraftiano. La mitología fantástica de este prolífico autor es palpable de principio a fin en una aventura de investigación, cargada de descripciones que pueden hacerla densa si no nos sumergimos en su relato, pero toda gran obra necesita de una implicación intelectual para disfrutarla en su máxima expresión.

No sé qué más pudiera decir que no se haya dicho ya sobre H.P. Lovecraft más allá de reiterar que fue un escritor fuera de serie.

Este libro que antes que cualquier otra cosa tiene una prosa maravillosa, una manera de estar escrito que es prodigioso, una historia por demás singular y por supuesto interesante, pero a pesar de ser un libro de terror, lo que más llama la atención es la manera en que Lovecraft nos pinta un escenario tenebroso, no es que, de miedo, es que se siente el ambiente oscuro y extraño de lo que cuenta.

El caso de Charles Dexter Ward no es en absoluto una historia de terror al uso, es más bien como si lo que Lovecraft hiciera fuera dibujarnos todo el humo alrededor de ese miedo que se supone se debe de sentir, la historia es magnífica, retorcida y absolutamente genial.

Poco a poco y de manera muy despacio nos va relatando la historia de este personaje, de cómo se va metiendo en la oscuridad, en la locura y de alguna manera tratando de explicar las razones por las cuales Ward termina como lo ha hecho.

No es una lectura ágil, pero tampoco necesita serlo, éste aunque es un libro corto, es uno de esos que hay que leerse despacio, que te obliga a leerlo de esa manera, es curioso que aún y cuando se nos relatan los hechos, lo cierto es que lo redacta de tal manera que hay que poner todos los sentidos para poder comprender todo lo que se cuenta, los hechos, motivos, razones y por supuesto a como se llegó al final.

Un final absolutamente fascinante, tan bien construido y manejado que aún y cuando sabía que la historia iba para ese final, no dejó de sorprenderme, más por la forma en que se llega al mismo que por lo que se cuenta.

Es un libro maravilloso, absolutamente recomendable.