Hongos de Yuggoth de H. P. Lovecraft
No sé si alguna vez existió ese mundo perdido que flota vago en el caudal del tiempo, y sin embargo yo lo veo a menudo, envuelto en violáceas neblinas, brillando débilmente al fondo de mis sueños difusos. Había torres extrañas, ríos y bóvedas plenas de luz, cielos llameantes cruzados por ramas, como los que tiemblan ansiosos antes de la noche invernal. Grandes marismas conducían a costas desoladas, con juncales, donde revoloteaban aves inmensas, y en una borrascosa colina había una aldea arcaica con un níveo campanario cuyos toques vespertinos resuenan todavía en mi oído. No sé qué tierra es ésa ni me animo a preguntar cuándo, por qué estuve, o por qué estaré allí. |