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Las gratitudes de Delphine De Vigan
“Uno piensa que tendrá tiempo de decir las cosas, y cuando se quiere dar cuenta ya es demasiado tarde. Uno piensa que basta con dar muestras de cariño, con hacer gestos, pero no es verdad, hay que decir lo que se siente.”
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Las gratitudes de Delphine De Vigan
...lo que me sigue sorprendiendo, lo que me alucina incluso, lo que aún hoy -tras más de diez años de práctica me deja a veces sin aliento, es la perdurabilidad de las penas infantiles. La huella ardiente, incandescente, que dejan a pesar de los años. Una huella indeleble.
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Las gratitudes de Delphine De Vigan
... lo que me sigue sorprendiendo, lo que me alucina incluso, lo que aún hoy -tras más de diez años de práctica- me deja a veces sin aliento, es la perdurabilidad de las penas infantiles. La huella ardiente, incandescente, que dejan a pesar de los años. Una huella indeleble.
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Las gratitudes de Delphine De Vigan
"Uno piensa que tendrá tiempo de decir las cosas, y cuando se quiere dar cuenta ya es demasiado tarde. Uno piensa que basta con dar muestras de cariño, con hacer gestos, pero no es verdad, hay que decir lo que se siente".
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Nada se opone a la noche de Delphine De Vigan
"[...] no era una cuestión de edad sino de cicatriz, todo el que veía a Lucile por primera vez percibía a la vez su belleza y la marca endeleble de una caída. Lucile avanzaba sobre un cable, con gracia, algo provocadora, sin red." (Pág.307).
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Nada se opone a la noche de Delphine De Vigan
"La anorexia no se resume en la voluntad que tienen ciertas jóvenes de parecerse a las modelos, ciertamente cada día más delgadas, que llenan las páginas de las revistas femeninas. El ayuno es una droga poderosa y barata, a menudo se olvida de mencionarlo. El estado de desnutrición anestesia el dolor, las emociones, los sentimientos, y funciona, en primer momento, como una protección. La anorexia restrictiva es una adicción que hace creer en el control cuando en realidad conduce al cuerpo a su destrucción." (Pág.281).
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Nada se opone a la noche de Delphine De Vigan
"Esos años fueron para Lucile una época de gran soledad (lo decía a menudo), y contribuyeron a la destrucción de su persona (eso lo escribo yo). El encuentro entre Lucile y Gabriel sigue siendo a mis ojos el encuentro entre dos grandes sufrimientos, y contrariamente a la ley matemática que dice que la multiplicación de dos números negativos tiene como resultado un número positivo, de ese encuentro surgió la violencia y la angustia." (Pág.160).
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Nada se opone a la noche de Delphine De Vigan
Esperaba que la escritura me permitiera escuchar lo que se me había escapado, esos ultrasonidos indescifrables para oídos normales, como si las horas pasadas registrando cajas o sentada delante de un ordenador pudiesen dotarme por fin de una audición particular, más sensible, como la que poseen ciertos animales y, creo, los perros.
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Las lealtades de Delphine De Vigan
LAS LEALTADES Son lazos invisibles que nos vinculan a los demás —lo mismo a los muertos que a los vivos—, son promesas que hemos murmurado y cuya repercusión ignoramos, fidelidades silenciosas, son contratos pactados las más de las veces con nosotros mismos, consignas aceptadas sin haberlas oído, deudas que albergamos en los entresijos de nuestras memorias. Son las leyes de la infancia que dormitan en el interior de nuestros cuerpos, los valores en cuyo nombre actuamos con rectitud, los fundamentos que nos permiten resistir, los principios ilegibles que nos corroen y nos aprisionan. Nuestras alas y nuestros yugos. Son los trampolines sobre los que se despliegan nuestras fuerzas y las zanjas en las que enterramos nuestros sueños. |
Nada se opone a la noche de Delphine De Vigan
...cada noche me imaginaba a Lucile, ese viernes 25 de enero, enrollada en sus mantas, sola en su pequeño apartamento. Me imaginaba los largos minutos que habían precedido a la inconsciencia, sin que nadie acariciase su pelo, sostuviese su mano. Lloraba en silencio, lágrimas con sabor a infancia, lágrimas privadas de adiós, daba vueltas y vueltas en la cama, incapaz de conciliar el sueño.
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No y yo de Delphine De Vigan
Las cosas son como son, hay muchas cosas contra las que no se puede hacer nada. Eso sin duda lo que hay que aceptar para convertirse en adulto
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Nada se opone a la noche de Delphine De Vigan
Una mañana me levanté y pensé que debí escribir, que tenía que atarme a la silla, y que debía continuar buscando, incluso con la certidumbre de no encontrar nunca respuesta.
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No y yo de Delphine De Vigan
Antes creía que las cosas tenían una razón de ser, un sentido oculto. Antes creía que ese sentido presidía la organización del mundo. Pero es una ilusión pensar que hay buenas o malas razones, y en eso la gramática es una mentira por hacernos creer que las oraciones se articulan entre sí según una lógica que el estudio revela, una mentira perpetuada desde hace siglos, pues ahora sé que la vida no es más que una sucesión de pausas y desequilibrios cuyo orden no obedece a ninguna necesidad.
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No y yo de Delphine De Vigan
En los libros hay capítulos para separar correctamente los tiempos, para mostrar que el tiempo pasa o que la situación evoluciona, e incluso, a veces, partes con títulos cargados de promesas: el encuentro, la esperanza, la caída, como cuadros. Pero en la vida no existe nada, no hay títulos, ni pancartas, ni señales, nada que indique atención: peligro, derrumbamientos frecuentes o desilusión inminente. En la vida estamos solos frente a nosotros mismos, y tanto peor si todo está roto.
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