Vera

Si algo me ha sorprendido de esta novela es que alguien logre plasmar con tanto acierto, a principios del siglo XX, el maltrato psicológico. No porque piense que no existía, sino por el peso de las convenciones, las normas no escritas y, al fin y al cabo, las creencias. Pero una obra y una escritora como esta, una vez más, vienen a demostrarme que existen mujeres pioneras, arriesgadas… Elizabeth, seguramente influida por sus propios fracasos matrimoniales, dio un paso adelante y regala al lector una novela que habla de lo que se esconde puertas adentro.
Vera es la historia de todas las mujeres que están atrapadas en esa tela de araña. Una protagonista en la sombra, un fantasma, que viene a representar la vida marchita de quien tiene miedo y siente culpa. de quien intenta escusar, pero no comprende. de quien evita la confrontación y se somete. Lucy, una más, alguien que siempre ha estado bajo el ala de un hombre, primero su padre y más tarde Wemyss. Una joven con un entorno que ve mientras ella está ciega, o no quiere ver porque el amor, el miedo al desamparo, las propias inseguridades… cierran los ojos.
Y así, con esta premisa, pocos personajes y una ambientación fría, von Arnim logra crear una atmosfera en la que la incomodidad del lector no para crecer y en la que deja poco hueco a la esperanza. Una lectura ágil contra lo que muchos pueden pensar por despedir aroma a clásico.
Tenía ganas de estrenarme con la editorial Trotalibros y en cuanto descubrí que Vera estaba disponible en Kindle Unlimited, supe que era la oportunidad perfecta. Mil gracias a Jan por poner tanto mimo en sus publicaciones, he valorado muchísimo tanto las pinceladas sobre la traductora y biografía de la autora, como su nota de editor con la que se cierra esta historia.

“… el rosto de la chica tomaba más color y sus ojos parecían los de una niña perdida en la oscuridad cuando ve llegar a su madre con una vela”.

Tenía muchas ganas de leer esta novela de 1921, que tanta gente alaba como una precursora de la famosa Rebecca de Daphne du Maurier, uno de mis libros favoritos. Es cierto que tiene ciertas similitudes, pero la historia se separa de la intriga de la segunda para poner frente a nuestros ojos y con mucha crudeza la realidad no infrecuente de tantas mujeres a lo largo de la historia de la humanidad. Con el avance de las páginas te envuelve en una sensación de tal incomodidad que hace que quieras gritarle a la protagonista “¡despierta!”, y ella… no te escucha.

Me ha resultado muy desasosegante, hasta su mismo final que, soy sincera, no me esperaba para nada. Me ha dejado desconsolada y teniendo claro al pasar la última página como va a continuar la historia. Mención aparte, merece el hecho de que, al parecer, tiene claros tintes autobiográficos, y eso la hace aún más escalofriante. Resulta sorprendente que un relato así pudiera ser publicado en aquella época y me imagino el revuelo que pudo causar; no en vano la autora lo publicó de forma anónima, como tantas mujeres han tenido que hacer a lo largo de la historia para poder ser escuchadas (hecho que en el día de hoy y con un reciente premio concedido ayer a tres autores escondidos tras un seudónimo, irónicamente femenino esta vez, me entristece todavía más).

No quiero desvelaros nada de la trama, leedla y poneos en el lugar de Lucy y en el de Everard, y especialmente en el de la tía de la protagonista, espectadora impotente de la situación que se desarrolla ante sus ojos sin que pueda hacer nada para evitarlo, en esa sociedad anticuada y retrógrada en la que la opinión de la mujer vale poco menos que nada, si no concuerda con la de sus congéneres masculinos.

Un imprescindible. Gracias Jan por acercarnos a este clásico del suspense psicológico. Y gracias a @lalabookland por organizar la lectura conjunta en la que hemos disfrutado comentándolo.

La novela comienza con Lucy triste en su jardín, porque acaba de perder a su padre. Mientras espera a que el personal de servicio prepare el cadáver, aparece por sorpresa Wemmys, un hombre bastante mayor que ella que no hace mucho ha perdido también a su mujer (Vera).

Desde ese primer encuentro, Wemmys ya tiene algo que lo hace parecer temible, incluso cuando se comporta de una forma supuestamente adorable, porque se vislumbra su carácter obsesivo y manipulador.

Aun así, en ese primer momento ni atisbas a sospechar en qué se convertirá ese hombre a lo largo de la narración, sobre todo desde el momento en que Lucy y él contraen matrimonio y van a vivir a casa de Wemmys.

La pobre Lucy se ve sometida a un maltrato psicológico, en ocasiones camuflado de amor, del que no es consciente, porque, como buen maltratador, Wemmys se encarga de que ella se sienta incluso culpable cada vez que él le reprocha algo sutilmente o, lo que es peor, incluso cuando tiene auténticos estallidos de ira.

Es realmente espeluznante. Está tan bien contada, que sufres por Lucy hasta la última línea de la historia. de hecho, cierras el libro y te quedas aún pensando en ella.

Publicada por primera vez en 1921 de forma anónima, posiblemente por su carácter autobiográfico, y es que resulta difícil pensar que alguien que no haya vivido una historia como la que se cuenta, pueda describirla tan profundamente y con tanto detalle.

Es muy complicado hablar de este libro sin hacer spoiler, así que no voy hablar de la trama en sí.

Esta fantástica novela está escrita de forma elegante, pero sencilla y tiene todos los ingredientes para no poder parar de leer, una continua tensión en la trama que va en aumento conforme avanza la lectura, volviéndola inquietante y una atmósfera en la que poco a poco nos vamos viendo inmersos y que se hace cada vez más asfixiante gracias a unas descripciones impecables.

Estamos ante una novela de suspense psicológico, en la que leemos los pensamientos de los personajes, conociendo así la perspectiva de cada uno en su relación con los demás y las razones que los llevan a comportarse como lo hacen y a decir lo que dicen en unos sensacionales diálogos, algo que te hace sufrir como lector, porque vas anticipándote a los hechos. La historia va ganando en intensidad, hasta llegar a un final totalmente escalofriante.

Si te gustan las historias que hacen sentir, esta es tu novela 💜.

Vera ha sido una lectura asfixiante en el mejor sentido de la palabra. Me decidí por este título de Trotalibros porque era el que más llamaba mi atención. Además la literatura escrita por mujeres de otro siglo siempre es un plus.

En Vera nos encontramos la historia del maltrato psicológico de principio a fin. Escrita en 1920 y tan cercana a nuestros tiempos. Lucy tiene que hacer frente a una entereza brutal para soportar el narcisismo y más profundo egoísmo de su marido. Escrita hace tanto y tan actual su diálogo.

Sorprendida gratamente, Vera es sin duda un título que te hará replantearte que ha cambiado desde hace 100 años en el perfil de este tipo de maltratador para encontrar que la respuesta es nada.

Pues sí, tiene bastante parecido con Rebecca, pero también tiene muchas diferencias. Aquí no encontramos a una señora Danvers siempre presente y siempre inquietante. Aquí es el propio marido, Wemys, quien asfixia a Vera, aunque ésta no quiera darse cuenta. Aunque ella termine echándose la culpa de los continuos enfados de él y no sea capaz de apreciar cómo es él realmente.

Wemyss me ha resultado un personaje odioso desde su primera aparición. Tan amable, tan atento, tan galán en sus primeras apariciones, no terminaba de ser de mi agrado. Y a medida que iba conociéndolo, más se confirmaban mis sospechas. E incluso las dudas sobre lo que pudo ocurrir en su primer matrimonio empiezan a crecer. Y nuestro temor por la inocente Lucy también.

Y es que a medida que avanzamos en la lectura, la atmósfera se va volviendo cada vez más opresiva, más asfixiante, más inquietante. Y nos atrapa de tal manera que no podemos soltar la novela hasta llegar al final. ¡Y vaya final! Absolutamente inmejorable. Muy pero que muy recomendable esta lectura. Verdaderas joyitas nos está trayendo esta editorial.
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Hay muchos lugares emocionales desde los que leer esta novela. Desde luego, si no doliera tanto, a ratos provocaría hasta risa. También es entrañable, desesperante, opresiva. Es de esos libros que hacen daño pero que ayudan, que nos permiten abrir los ojos, conectar con una realidad que está ahí tan calada en nuestro día a día que en ocasiones pasa desapercibida, que nos permite reconocer comportamientos que permitimos, actitudes que toleramos, maltratadores a los que transigimos.

Este libro publicado hace cien años nos cuenta una relación de maltrato desde sus inicios, y podríamos haberlo escrito ayer porque las manipulaciones y los daños infligidos no han variado nada. de amar a vivir con miedo. de la despreocupación a la humillación, los desengaños, las roturas internas para tratar de recomponer la imagen que tenías en tu cabeza de tu amado. El empequeñecerse hasta desaparecer.

Un libro que os recomiendo muy mucho no solo por la temática que aborda, sino porque el modo de escribir de la autora me ha conquistado, y porque el trabajazo editorial que hay detrás del libro hace que luzca aún más. No me cabe duda de que libros como este pueden salvar vidas.
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Por fin me he podido estrenar con los libros de esta editorial que ya me parece una de las indispensables. Vera, libro de la australiana Elizabeth von Arnim, fue publicado en 1921 y nos cuenta una historia dónde la tensión más sutil hace acto de presencia. Se podría englobar perfectamente en el género de suspense psicológico.

En Vera se narra la historia de Lucy, una joven muchacha que tras perder a su padre, un hombre 20 años mayor que él aparece en su vida, y aprovechando la debilidad de la muchacha, se mete en su vida de una forma absolutamente invasiva. Pronto, este hombre empezará a controlar sus sentimientos y sus comportamientos, ya que la personalidad de este señor está dominada principalmente por un narcisismo y una egolatría propias de un maltratador psicológico.

Vera es una olla a presión constante. La tensión se va cocinando muy a fuego lento, y nunca termina de explotar. En todo momento sientes que algo va a ocurrir, que algo grave va a pasar. El final te deja el corazón en un puño, y a pesar de ser un final que yo pensaba que iba a ser de otra manera, creo que es un broche final perfecto para esta historia. Sientes la asfixia hasta la última palabra del libro.

De la edición no puedo decir otra cosa que no sea que es maravillosa. Trotalibros hace un genial trabajo tanto de maquetación, como de diseño, como de traducción. Además, se incluye una nota del editor al final del libro que te habla del por qué de este libro, cosa que me encanta.

Es un libro 100% recomendable para todo aquel que le guste el suspense psicológico. Es un libro, desde mi punto de vista, para reflexionar y pensar. No es un libro de acción. Yo lo recomendaría incluso como lectura de instituto. Porque al leer la historia desde el punto de vista de Lucy, hace que sientas una empatía genuina por ella (cosa que en la juventud está muy poco extendida) y te abre los ojos que determinados comportamientos o determinadas situaciones que pensamos que no tienen porque afectar a las personas que lo están recibiendo, en realidad sí que les está afectando y a veces les está controlando y condicionando su forma de pensar.

En definitiva, es un gran Sí. Como os digo, es un libro para reflexionar y como tal hay que afrontar esta lectura.

Tenía muchas espectativas con esta novela y las ha cumplido. Sin haber oído hablar nunca de la autora me decidí a leerlo ya que es el quinto libro publicado por la editorial Trotalibros y mi necesidad de tener todo lo que editan me acercó a este libro.
Dicen que este libro te prepara para leer Rebeca de Daphne du Maurier pero no puedo opinar sobre eso puesto que este último no lo he leído.

Vera es la mujer fallecida del señor Wemyss y pese a que no se habla mucho de ella, excepto alguna pincelada de su trágica muerte, está presente en el libro de una manera tan sutil que te tiene todo el tiempo en tensión. Lucy es una joven huérfana que el mismo día que muere su padre conoce al señor Wemyss naciendo entre ellos un amor inexplicable sin apenas conocerse. Lo que pasa entre ellos solo podréis descubrirlo a través de las páginas de este libro.

Está especialmente bien escrito y consigue de una manera magistral, que odie a los dos personajes principales. A Lucy por su ingenuidad y su sumisión y a Wemyss por su poder para amargar su existencia y a quién lo lea, haciendo una mezcla imposible que no te deja parar de leer. Un hombre cuadriculado, me atrevería a decir que un sociópata de manual, horrible, dictatorial, oscuro, malhumorado pero capaz de manejar a su antojo a quien se ponga en su camino.
Pensé que después de Catherine y Heathcliff, personajes ambos de Cumbres Borrascosas, no iba a encontrar a nadie igual, y salvando las distancias con éste último, me produjo la misma sensación de aborrecimiento.
Si bien me esperaba otro final, reconozco que estuve en tensión hasta que leí el FIN.

Agradezco a Jan Arimany que haya puesto este libro en esta preciosa edición en nuestras manos.