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La novela comienza con Lucy triste en su jardín, porque acaba de perder a su padre. Mientras espera a que el personal de servicio prepare el cadáver, aparece por sorpresa Wemmys, un hombre bastante mayor que ella que no hace mucho ha perdido también a su mujer (Vera). Desde ese primer encuentro, Wemmys ya tiene algo que lo hace parecer temible, incluso cuando se comporta de una forma supuestamente adorable, porque se vislumbra su carácter obsesivo y manipulador. Aun así, en ese primer momento ni atisbas a sospechar en qué se convertirá ese hombre a lo largo de la narración, sobre todo desde el momento en que Lucy y él contraen matrimonio y van a vivir a casa de Wemmys. La pobre Lucy se ve sometida a un maltrato psicológico, en ocasiones camuflado de amor, del que no es consciente, porque, como buen maltratador, Wemmys se encarga de que ella se sienta incluso culpable cada vez que él le reprocha algo sutilmente o, lo que es peor, incluso cuando tiene auténticos estallidos de ira. Es realmente espeluznante. Está tan bien contada, que sufres por Lucy hasta la última línea de la historia. de hecho, cierras el libro y te quedas aún pensando en ella. |
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