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Si algo me ha sorprendido de esta novela es que alguien logre plasmar con tanto acierto, a principios del siglo XX, el maltrato psicológico. No porque piense que no existía, sino por el peso de las convenciones, las normas no escritas y, al fin y al cabo, las creencias. Pero una obra y una escritora como esta, una vez más, vienen a demostrarme que existen mujeres pioneras, arriesgadas… Elizabeth, seguramente influida por sus propios fracasos matrimoniales, dio un paso adelante y regala al lector una novela que habla de lo que se esconde puertas adentro. Vera es la historia de todas las mujeres que están atrapadas en esa tela de araña. Una protagonista en la sombra, un fantasma, que viene a representar la vida marchita de quien tiene miedo y siente culpa. de quien intenta escusar, pero no comprende. de quien evita la confrontación y se somete. Lucy, una más, alguien que siempre ha estado bajo el ala de un hombre, primero su padre y más tarde Wemyss. Una joven con un entorno que ve mientras ella está ciega, o no quiere ver porque el amor, el miedo al desamparo, las propias inseguridades… cierran los ojos. Y así, con esta premisa, pocos personajes y una ambientación fría, von Arnim logra crear una atmosfera en la que la incomodidad del lector no para crecer y en la que deja poco hueco a la esperanza. Una lectura ágil contra lo que muchos pueden pensar por despedir aroma a clásico. Tenía ganas de estrenarme con la editorial Trotalibros y en cuanto descubrí que Vera estaba disponible en Kindle Unlimited, supe que era la oportunidad perfecta. Mil gracias a Jan por poner tanto mimo en sus publicaciones, he valorado muchísimo tanto las pinceladas sobre la traductora y biografía de la autora, como su nota de editor con la que se cierra esta historia. |
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