La voz de Amunet

Es el primer libro que leo de la autora y me ha sorprendido mucho.
A lo largo del libro se nota la documentación que ha hecho la autora y es algo fabuloso. También se ve un gran desarrollo de los personajes que es super guay, están súper bien creados y se nota que se lo ha currado muchísimo.
La historia está súper guay, mezcla dos historias distintas de dos tiempos distintos y mola muchísimo como alterna los narradores y cómo van avanzando ambas historias.
Puede que haya una ligera sobrecarga de información pero igualmente conectas al instante.
Super recomendado💛

La narración es en tercera persona, creo que es esencial ya que estamos ante un libro en el que nos encontramos no solo cuatro protagonistas, sino que también dos tiempos, y bien distintos uno de otro. Nos adentramos por primera vez en la época oscura del antiguo Egipto, el rey hereje no solo va a cambiar la capital sino que quiere derrocar todo el poder del clero de Amón. Es una época muy interesante y Victoria sabe como hacer para que pese a que no conozcamos nada de ella, nos adentremos en su historia y cultura. Aunque primero tendremos que conocer a la pequeña Amunet, eso me ha encantado porque recorremos con ella toda su vida, además también la de Khay. Por otro lado tenemos la época de Napoleón, también una época de cambios para Europa, aunque primero tenemos a un Napoleón joven y ambicioso, un general que está en auge para ser el emperador que más tarde será. En esta época tenemos a Saheen y Gabriel, sus vidas se cruzan sin remedio en una tumba, casualmente la de Amunet, allí su espíritu quedará ligado a Saheen.
Victoria sabe como hacer de una ambientación maravillosa, y lo mejor es que lo hace sin descripciones pesadas, es fantástico adentrarse en estas dos épocas con ella, hacía mucho que no leía una novela del antiguo Egipto y me ha abierto el apetito a más, claro que no es lo mismo si no es con ella, ojalá se animara a escribir otro. Egipto en la época de Napoleón vive muchos cambios, sobre todo por la llegada de las tropas francesas. Es una época de la que he no he leído nada, a parte de la vida de Napoleón, pero de pasada todo lo que ocurre en Egipto. Y es que Victoria sabe bien como mezclar la historia verdadera con los personajes de ficción, haciendo que a la vez que disfrutamos de la trama, nos adentremos en la historia de Egipto en dos épocas de cambios.
Los personajes como he comentado antes son cuatro, pero menudos personajes, para mí la principal de todos es Amunet, es ella la que empieza todo esto, y por ella es por lo que Saheen se ve envuelta con Napoleón y su ambición. Amunet es un personaje que nos dará más de un quebradero de cabeza, no sabremos durante la novela si amarla u odiarla, es de esos personajes con una gran personalidad y que no se deja avasallar por nadie, decidida en sus acciones y dispuesta a lo que sea por sus seres queridos, con sus errores nos proporciona un personaje fuerte y a la vez muy humano, que sufre y lucha por lo que quiere. Khay es el otro personaje de la época Egipcia, es el chico que acompaña a Amunet, es el amor de su vida, pero las circunstancias para los dos no son favorables. Así que pese a que vemos a un Khay que se rinde fácilmente, es un personaje que me dio mucha pena y frustración. Gabriel es un arqueólogo que viaja con Napoleón y su tío para descubrir los tesoros de Egipto, con él vemos la fundación del instituto de Egipto, aunque Napoleón tenía en mente más bien sacar dinero de las joyas antiguas, Gabriel no es así, es un hombre integro, y me gustó mucho. Y por último pero para nada menos importante es Saheen, es un personaje perfecto para esta historia, proporciona ternura, es injusto lo que le pasa, Amunet queda ligada a este personaje y hacen una pareja muy peculiar. Las ilustraciones de los personajes las podéis encontrar al final del libro, son increíbles, además dos podéis verlas enmarcando la reseña, un trabajo maravilloso de Cecilia G.F.
Victoria por mi parte lo ha vuelto a hacer, nos regala una historia cuidada al más mínimo detalle, todo ello mezclado de forma magistral con la historia, con todo el esplendor de Aketatón y sus calles, además de un Egipto subyugado por las tropas francesas de Napoleón, y un París recién salido de la revolución a la sombra de la guillotina. Sencillamente una novela maravillosa y desde ya de mis favoritas.
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La historia empieza presentándonos a los personajes, por un lado nos presenta a Shaheen, un joven ladronzuelo de El Cairo en el año 1799, junto a su fiel amigo y compañero de fechorias Ahmed quienes se encuentran haciendo un trabajo en uno de los palacetes que se encontraban en aquella época por la zona.

Ya desde el primer momento sabemos que Shaheen es muy especial pues puede hablar con los espíritus y es precisamente un espíritu que aun no pudo marcharse quien le ayuda a saquear el pequeño palacete al que entro con la condición de dejarle algo de lo que robe a las esposas del jeque.

En esa misma fecha Gabriel un joven perteneciente a una de las expediciones de Napoleon en Egipto se encuentra de camino a una de las excavaciones para ver si descubren algo, sin embargo un pequeño accidente hace que casi acabe muerto.

Por otro lado tenemos a Khay y a Amunet, el primero un pequeño niño aprendiz de escriba en Ipet Sut al que conocemos cuando sus “amigos” lo instan a robarle una serpiente uno de sus huevos, pero no a cualquier serpiente, sino que a una de las mas venenosas que hay a las riberas del Nilo, por otro lado tenemos a Amunet, una pequeña niña de ojos de un verde casi imposible que parece tener cierta afinidad por los animales ya que la vemos llamar a la serpiente sin siquiera pronunciar una palabra y a una buena distancia.

En ese momento es cuando empiezan ambas historias, sin embargo no es hasta que Shaheen y Ahmed van a La necropolis de los antiguos reyes de Egipto que las vidas de Shaheen y Amunet se unen en una y es que la tumba a la que los manda Aziz al-Rashid es ni mas ni menos que la de Amunet, y si tenemos en cuenta que la pobre lleva 3000 años en la tumba cuando descubre que alguien puede entenderla aprovecha eso para poder salir del lugar y cobrarse la venganza por lo que le hicieron tiempo atrás.

Victoria Álvarez entremezcla de forma magistral tanto los capítulos de los cuatro personajes principales, Shaheen y Gabriel en la época de Napoleón y Amunet y Khay en el antiguo Egipto con los saltos entre épocas y los momentos de tensión adecuados y es que por lo que nos contó en la presentación tenía un método para escribir los capítulos de forma que todo se entretejiera de una manera que te fuera imposible soltar el libro de ninguna forma.

También cabe destacar que creo unos personajes en los que se ve una evolución brutal, por un lado tenemos a Shaheen que pasa de ser alguien tímido, callado y algo asustadizo a alguien con un fuerza y un carácter increíble, a Gabriel el típico francés pijo a un adulto con unos ideales bien marcados. O a Khay quien es un niño asustadizo, influenciable y al que todo el mundo dirige sus burlas por el problema de nacimiento que tuvo. Pero sin dudarlo el personaje que mas evolucionó y cambio es Amunet de ser una niña dulce y cariñosa a una mujer fuerte y con carácter a un espíritu vengativo, y una larga lista de adjetivos que podrían definirla.

Sin lugar a dudas La voz de Amunet es un libro increíble con una ambientación espectacular, Victoria contó que se paso mucho tiempo buscando información sobre todos y cada uno de los aspectos que describe en la historia, y no hablamos solo de los escenarios sino de los colores, los olores y los sonidos, las sensaciones de lo que rodea la escena.

Amunet vive en la época de Akhenaton (el ante último de los antiguos faraones) con todos los cambios políticos que supone que los antiguos Dioses sean olvidados para empezar a adorar a Atón, Dios del sol.
Ella, que es una mujer fuerte y con convicciones, se ve envuelta en una época donde al tratarse de una Heka (sacerdotisa) será esencial para el nuevo gobierno.

La historia transcurre alrededor de cuatro personajes principales: Amunet, Khay, Shaheen y Gabriel y a caballo entre dos épocas (1346 a.C y 1799) que aunque a priori no tengan nada que ver, las une la ambición de hombres que quieren jugar a ser Dioses.

El libro, preciosamente narrado, nos presenta así a cuatro personas totalmente distintas que ven unidas sus vidas por acontecimientos fortuitos. Para mí, uno de los puntos fuertes del libro son los personajes, que perfectamente descritos, sirven de hilo conductor para una historia por momentos intrigante, por momentos angustiosa, pero siempre llena de historia y de fantasía. Me gustó mucho que todos los personajes escondan algo. Un gran secreto que les inunda el alma y les hace fingir ser quien no son en realidad.


Shaheen que fue sin lugar a dudas mi personaje favorito, es quien puede comunicarse con Amunet y también quien nos sirve de hilo conductor para entretejer las historias de todos los demás personajes. A las órdenes de Bonaparte, el personaje será una ficha esencial para los planes de la Heka y también del que quiere ser emperador de Francia. Lo que más me enamoró de este personaje fue su secreto, que aunque se desvela bastante al principio me impactó y me produjo una conexión instantánea. Amé la manera que tiene el personaje de evolucionar aunque me frustró que la desesperación de otros, que las circunstancias... se lo hagan pasar tan mal. Para mí, es el mejor personaje del libro y también probablemente, el que peor explotado está. Siento que no se ahonda mucho en su historia, y que cuando se hace es principalmente por la conexión que tiene con Amunet y no por el personaje en sí.


Gabriel es ese personaje que al principio me aburría y que después terminó siendo el único que me interesaba. Una de las críticas que le hago al libro es que en la segunda mitad del libro toda la historia se vuelve pesada y lúgubre y Gabriel es el único que se aleja un poco de esos tintes oscuros que rodean a los demás protagonistas.


Khay me gustó mucho al principio pero después perdió un poco el interés para mí. No quiero hacer spoilers pero las decisiones que toma, aunque relativamente justificadas, me frustran porque considero que es un personaje que podría haber hecho las cosas mejor. Me gustaban de él su inocencia, su inteligencia y su bondad, pero siento que el personaje deja de tener estas características en algún momento y que la autora se emperra en recordar que siguen ahí como intentando justificar que en el fondo, el personaje ha cambiado.


Amunet me provocó un sentimiento de amor-odio a lo largo de todo el libro. Por una parte entiendo su manera de ser y de pensar y comparto su pena e incluso su ira. Siento que es una mujer luchadora que toma las deciosiones (equivocadas o no) en base a las cartas que le han tocado en la partida. Es para mí una mujer que con lo que tiene hace lo que puede, porque al fin y al cabo, pese a sus poderes, se mueve en un mundo de intrigas y poderes políticos que van más allá de lo meramente terrenal. Pero por otra parte la odio porque siento que es injusta. Sobre todo con Shaheen. Comprendo que para ella no tiene que ser sencillo verse unida a una persona que en principio la odia, pero siento que el trato que le da a Shaheen no es justo en ningún momento. Para mí resultó egoísta, malvada y frívola sin justificación alguna y que cuando es cruel lo hace por venganza.

Con respecto a la trama, creo que es un libro perfectamente hilado. No deja cabos sueltos y todos los personajes, incluidos los secundarios, tienen un transfondo digno de mención. Se ve que la autora es una entendida en las épocas históricas que trata y me parece fascinante la manera en que recrea un mundo que es, a mi entender, complicadísimo por ser dos épocas complicadas en el ámbito político y social. Siento que aprendí mucho con esta novela.
Y sin embargo, aunque uno de sus grandes fuertes sea precisamente la veracidad histórica, también pienso que es fácil perderse en sus tramas por lo detalladas que son. Creo que si el lector no tiene ni idea sobre esta etapa egipcia o sobre la época Napoleónica entonces, es probable que se sienta perdido, porque hay muchos cambios políticos y muchas intrigas.

Como gran pega, destacar que la segunda mitad del libro y hasta poco antes del final, se me hizo pesada, en parte porque todos los personajes (excepto Gabriel) se vuelven muy lúgubres y en parte porque siento que todo pasa muy rápido.
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Los hechos históricos que relata están súper bien documentados, emplea términos en egipcio antiguo, fórmulas para denominar a los reyes... Tiene una gran labor de investigación detrás.

Hay 4 personajes principales y cada capítulo está narrado por uno de ellos. La historia de estos personajes se va entrelazando poco a poco con un sinfín de aventuras y desventuras por el camino.
Es un libro que está muy bien narrado, muy bien documentado como ya dije y que hila a la perfección la historia de los personajes.

Hay magia, hay amor, hay tragedia, hay esperanza...
Es un libro que recomiendo 100%

Amunet como persona me ha gustado mucho por lo decidida que es, por la fortaleza que me ha transmitido y porque, por muy rota que esté, sigue adelante a su propio ritmo dispuesta a arrasar con todo. Ahora, como fantasma es harina de otro costal. Y aun así, aunque no me gustaron ciertas decisiones que toma, entiendo perfectamente su comportamiento y también me da pena, más que nada porque casi todo el mundo la utiliza directa e indirectamente. Y eso a ella acaba tocándole mucho las narices, porque nadie tenía derecho a decidir sobre su vida. Así que imaginaos toda esa ira contenida después de 3000 años. Pues normal, la pobre mía.

En cuanto a Shaheen... Llenaría la pantalla de corazones de lo que he adorado a este pequeño halcón. Tampoco lo tiene fácil, para nada. Menos mal que llega nuestro amigo Roux que, a pesar de que al principio parezca el típico francesito de bien y acostumbrado a todo tipo de lujos, también tiene sus propios secretos que lo acechan y un corazoncito muy bonico. Me encanta el tándem que hacen estos personajes, cómo se va fraguando su amistad y, os aseguro, que nos regalarán momentos muy tiernos e inolvidables.

Por último, pero no menos importante, Khay *suspira*. ¿Qué hago contigo, Khay de mi vida? Que sí, que es un cachito de pan, que sus intenciones son las mejores del mundo y que cada vez que sale dan ganas de achucharle. Pero no me gustó que agachara la cabeza (entiendo sus motivos, totalmente razonables), aunque no por eso dolió menos. Y me da una pena horrible. Eso sí, Khay y Amunet nos enseñan una lección muy bonita. Lección que tendréis que descubrir por vosotros mismos ;)
Si me preguntáis qué palabra se me viene a la mente al pensar en este libro es drama. También muy habitual en las novelas de la autora. Pero, ¿sabéis qué? Es un drama que me ha llenado y he disfrutado tanto que, como os decía al principio, me ha dejado huella. La historia de todos los personajes me ha conmovido muchísimo y, a pesar todo, siempre me alegraba encontraba un rayito de esperanza y amor. Así es la magia de Victoria Álvarez :)
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