Nadie en esta tierra

Novela que se ambienta entre Barcelona y Galicia, por un lado la infancia del protagonista nos lleva al pasado, conocer sus origenes en un pueblo gallego en que la época, la educación y costumbres marcaron a toda una generación. 

Los hechos del presente se irán uniendo poco a poco con ese pasado y aquí es donde el autor comienza a tejer su encaje de bolillos.  Resalto la manera respetuosa de abordar temas tan escabrosos como los abusos, el maltrato y las adicciones; y otros como la corrupción dentro de las instituciones, el blanqueo de capitales o las argucias de los poderes publicos, cuentan con una fuerte denuncia 

Un libro que he disfrutado mucho, no solo de lo que cuenta la historia en sí, sino también de cómo lo cuenta. Muy recomendable

Muy buena novela negra. La trama es fantástica y engancha desde el principio. Personaje protagonista muy en la línea de los que nos tiene acostumbrados el autor, con sus fantasmas del pasado y sus tormentos.
En una palabra: brutal.
Víctor del Árbol nunca defrauda.

¿Qué puede llevarte a romper todos tus principios y dejar a un hombre al borde de la muerte? Esas son las preguntas que recorren las mentes de todos los que conocen a Julián Leal: policía, una persona admirable y, ahora, un hombre a punto de entrar en la cárcel. Pero, ¿qué hay en su pasado que le ha conducido hasta el punto en el que se encuentra hoy?

La nueva novela de Víctor del Árbol es una montaña rusa de emociones: no has acabado de digerir el primer giro de la novela y ya te estás enfrentando a tres nuevos giros. Julián se verá involucrado en una serie de catastróficas muertes que se irán acumulando a sus espaldas y de las que deberá defenderse, mientras intenta salvar la vida de las personas que más quiere. Además, el lector tendrá (casi) toda la información y seguirá los pasos del criminal que va complicándole la vida a Leal.

El libro no es solo una novela policiaca, sino que va mucho más allá. Es una reflexión sobre el peso del poder, la impunidad que este te otorga y la libertad con la que actúan aquellos que manejan los hilos de nuestra sociedad. Es escalofriante conocer los entresijos que ensucian algunos rincones de las instituciones que describe el autor (seguro que su parecido con la realidad es sorprendente).

La novela es de lectura rápida, ágil y me ha gustado mucho la manera de escribir el autor. ¡Tiene frases que dan mucho que pensar! Me informaré sobre el resto de sus libros para seguir descubriendo al autor, ¿me recomiendas alguno en particular?
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Antes de empezar esta reseña, debo decir que le agradezco a Ana Loras por darme el empujón final con su reseña para animarme a leer a Víctor del Árbol, autor que ya estaba en mi radar, pero cuya obra iba postergando en favor de otros escritores y otras historias.

¡Gracias, Ana! Una recomendación maravillosa.

Nadie en esta tierra comienza con todo, no para, te sumerge.

Una historia de esas que estruja, que aterroriza por momentos porque toca uno de los temas más terribles que pueden existir.

Un policía, muy malito de salud, va a tener que enfrentarse a un montón de situaciones que cada vez se pondrán más peliagudas. No hay tregua para Julián Leal. Misterios propios y ajenos, pero todos oscuros, todos azotando su vida sin piedad.

Con un narrador muy particular, y este policía enigmático, los lectores descubriremos poco a poco detalles de un pasado desolador. El presente tampoco se presentará sencillo.

Víctor del Árbol es un gran narrador. Sabe llegarnos, sabe confundirnos, arrastrarnos como muñecos de trapo por esos mundos que preferiríamos no ver, y lo hace con un gusto y un estilazo que encandila. No solo supo construir una buena historia, también logra imprimir un sello único gracias al buen uso de las palabras.

Una novela a la altura de las grandes obras negras anglosajonas contemporáneas que todo mundo lee, y superior en muchos aspectos. Si Víctor del Árbol hubiera nacido gringo o inglés, ya estaría forrado en billetes porque Nadie en esta tierra lo tiene todo.

Una España criminal, un México bárbaro, personajes que atraen muchísimo, crímenes, venganza, corrupción, el lado más horrible de la vida; este autor nos lleva hasta las faldas del abismo y los lectores no podremos quitarle la vista a eso que está debajo, al sótano donde se almacena lo más abyecto de la humanidad.

Nadie en esta tierra es una gran novela negra.

Mi pequeño “pero” es la parte mexicana. Ay, señor Víctor, se le fue la mano con el barrio de Tepito. No hay solares en esa parte de la ciudad. Lo que falta ahí es espacio. Tepito es un barrio de calles agobiantes. Entre puestos, carretilleros, vendedores y público en general, Tepito no se puede permitir solares y rincones vacíos. Tampoco hay calles sin pavimentar; la lluvia no genera lodazales allí. La lluvia en esa parte de la ciudad lo que genera es un tráfico de muerte, atascos que duran horas. La lluvia genera un caos gigante en un lugar ya caótico de por sí. Pero bueno, se le perdona el detalle porque su novela es buenísima y porque con ese narrador se le puede perdonar todo.

¿Y la peli, pa' cuándo? Yo voy corriendo al cine. de verdad, esta historia sí vale una versión cinematográfica.

Negras y criminales lecturas para todos.

«Mueren unos, nacen otros, pero esa herencia va en la sangre, se heredan los odios»



Personajes oscuros, ausencia de esperanza, no se puede escapar al destino, y por eso me gusta tanto Víctor del Árbol, porque cuando me tenso, cuando no veo salida en las vidas de esos personajes a los que termino cogiendo cariño, cierro el libro y vuelvo a la realidad. Pero no solo me gustan sus personajes, también el mensaje que va dejando el autor a través de ellos, los odios se heredan, también las culpas y los miedos.

No es buena idea buscar el pasado en el presente, igual que no es bueno someter a juicio lo que hicimos en aquel entonces con la posición que hoy ostentamos, aquel yo siempre será ajusticiado con saña. No sirve de nada ese juicio más que para seguir castigándonos en el presente.

Las dos partes que más me gustan, el prologo y el final, magnifica reflexión la del principio, si somos la huella que dejamos en los demás, ¿qué recuerdo dejaremos? Voy a dejaros una observación, al final del día, mirad vuestro WhatsApp, ¿cuántos mensajes son personales? Si todos son profesionales o con algún interés no afectivo, replantearos cositas. ¿Cuánto tiempo puede ocultarse el lobo entre las ovejas? ¿Cuánto tiempo se puede fingir lo que no se es, buena persona, feliz, amable o amiga? Los que fingen, tienen unas características interesantes, son irascibles, con una falsa afabilidad, contacto social mínimo (ojo, solo cuando tiene interés, pero pocas comidas con amigas y menos reuniones personales), intentan seducir, pero no cumplen, te alaban por un lado, pero te critican por otro, desaparecen cuando la máscara se desquebraja, cogen fuerza y vuelven a la carga.

Una pregunta, ¿qué es el perdón? ¿Qué significa el perdón cuando no cambia nada? ¿A quién ayuda? Yo sobre esto no tengo ninguna duda, se debe perdonar por egoísmo puro, perdonar para avanzar y no quedarnos anclados en resentimientos y odios, perdonar sí, olvidar nunca. Puedo perdonar cada mentira vertida sobre mí, incluso entender las razones que tuvo, no verse como una persona interesada y malévola que prometía y nunca cumplía, pero no puedo olvidar que se me hiciera el vacío, se me cerraran puertas y me enjuiciaran sin escuchar mi verdad.

Y no añado nada más, para mí es Víctor del Árbol, una autor que siempre tendrá un hueco en mi biblioteca.


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Está no es una novela policial el uso, esta es más bien una novela de personajes atormentados por un pasado que les condiciona el presente sin dejarlos avanzar. Esa bruma en la que habilidosamente el autor te envuelve, te hace sentir inquietud,malestar, ansiando por una esperanza que nunca llega.

Hay una voz omnisciente que se dirige a nosotros en primera persona y que pronto descubriremos que es uno de los canallas aunque algún hilo de humanidad le queda. Sin embargo, la mayor parte de la novela está narrada en tercera persona con capítulos cortos que hacen que quieras descubrir que se esconde en las distintas líneas que conforman la trama principal.

Son permanentes los saltos al pasado para tratar de entender el presente, buscar en las culpas de los ancestros para que duelan menos los errores. Se alternan los escenarios entre Barcelona y una aldea gallega. El final es de los que hay que intuir.

Esta es la tercera novela que leo del autor y todas ellas me dejaron un muy buen sabor de boca, porque construye con gran maestría unas tramas que saben mantener la tensión hasta el mismo final, con grandes dosis de dureza y muchos momentos inolvidables.

Esta ha sido una lectura conjunta con el @clubliterario_atreyu y hemos disfrutado mucho de ella☺️
Para mí, ha sido la primera vez que leo una novela de Víctor del Árbol y puedo confirmar que no será la última.
Una de las cosas que más me ha gustado ha sido la forma de narrar del autor, con una prosa muy cuidada y ágil.
También me parece muy interesante su construcción de los personajes, con los que consigue que empatices además de mostrarnos las múltiples aristas de los mismos .
Sumadle una ambientación a caballo entre Galicia y Barcelona y una trama que te mantiene en vilo y tendréis una novela a la que merece la pena darle una oportunidad, sin lugar a dudas.

A modo de anécdota, ya que para reseñas ya tenemos bastante con las de los demás lectores; hasta lo que llevamos de año, este es el libro con la mayor carga emocional que he leído. Tanto así que tuve un parón lector durante meses porque no paraba de pensar en lo que había leído.

Si es que Víctor del Árbol tiene un don para escribir sobre personajes grises, tramas crudas y reales. Pienso que es una novela muy cinematográfica. Escrita y llevada con excelencia, es un autor que, definitivamente se coloca en el podio de mis autores favoritos.

Abandonado.me aburre soberanamente un 80% del libro leído y total para decir lo mismo de diferentes formas en cada capítulo.
Cuando parece que va a arrancar la trama otra vez la deja en parón.
Comenzó de maravilla en las primeras páginas te engancha pero después nada que ver.
Ni en diagonal he tenido ganas de leerlo.

Mi primera toma de contacto con el autor y ya os digo que no será la última. Su estilo y forma de narrar me han convencido. Es elegante escribiendo, perfila bien a los personajes y crea un ambiente de tensión constante.

Esta novela navega entre Galicia y Barcelona, entre el pasado y el presente, entre la vida y la muerte. Julián Leal es el protagonista, un inspector de policía que está implicado en un caso más de lo que él mismo quisiera.

Me ha gustado que he podido dudar de todos en algún momento, que nunca hay un bueno o malo, que el odio arraigado solo deja marcas con el tiempo, que el pasado a veces es mejor dejarlo enterrado.

La historia tiene más personajes, cada uno de ellos representan un papel diferente y todos están muy bien perfilados. Son personajes complejos pero a la vez humanos. ¡Cómo la vida misma!

Sí que he notado algunas cosillas que quizá son demasiadas casualidades, pero tampoco me ha hecho desmerecer la obra.

Si no lo habéis leído, no lo dudéis, disfrutaréis mucho con esta lectura y la pluma de Víctor del Árbol