(…) tú que nunca me has conocido, que has pasado cerca de mí como se pasa a la orilla de un arroyo, o sobre una piedra a la cual se pisa.
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(…) tú que nunca me has conocido, que has pasado cerca de mí como se pasa a la orilla de un arroyo, o sobre una piedra a la cual se pisa.
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—Pero uno siempre vuelve. —Sí- respondí yo— uno siempre vuelve, pero entonces ya ha olvidado. |
Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste.
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No me preguntaste mi nombre ni dónde vivía; para ti volvía a ser una aventura, alguien anónimo, el momento apasionado que se apaga sin dejar rastro en el humo del olvido.
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Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste
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No hay nada mas terrible que estar sola cuando estas rodeada de gente
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Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste. Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta.
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Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás que una muerta te está explicando aquí su vida, una vida que fue siempre la tuya desde la primera hasta la última hora
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Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta
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Soló a ti quiero hablarte, decírtelo todo por primera vez; debes conocer toda mi vida, que ha sido siempre la tuya y de la que nada has sabido jamás.
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises