no hay nada más terrible que estar sola cuando estás rodeada de gente.
|
no hay nada más terrible que estar sola cuando estás rodeada de gente.
|
¿Por qué no tendría que estar contenta de morirme si para ti ya estoy muerta?
|
Solo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste.
|
También yo me olvidé de mí misma: ¿quién era yo, a tu lado y a oscuras
|
Sintió a la muerte y sintió un amor inmortal: algo le atravesó el alma y pensó en aquella mujer invisible, etérea y apasionada como el recuerdo de una lejana melodía.
|
(…) nada hay más terrible que la soledad entre la gente.
|
(…) tú que nunca me has conocido, que has pasado cerca de mí como se pasa a la orilla de un arroyo, o sobre una piedra a la cual se pisa.
|
No me preguntaste mi nombre ni dónde vivía; para ti volvía a ser una aventura, alguien anónimo, el momento apasionado que se apaga sin dejar rastro en el humo del olvido.
|
Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste
|
Soló a ti quiero hablarte, decírtelo todo por primera vez; debes conocer toda mi vida, que ha sido siempre la tuya y de la que nada has sabido jamás.
|
Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises