Esta novela es un retelling del clásico de
Mary Shelly, Frankenstein, que explora la vida y la personalidad de Elizabeth Lovenza, quien en la historia original es el amor de Víctor Frankenstein. Para ser honesta, Frankenstein no fue mi novela favorita y quedé decepcionada un poco de un clásico que esperaba me encantara; sin embargo, reconozco la importancia y relevancia de los temas que se exploraban en la historia.
The
Dark Descent of Elizabeth Frankenstein es una historia mucho más oscura y retorcida que el original en el cual se inspira y es, sin dudas, un descenso o caída moral. La novela narra la vida de Elizabeth, quien en la historia original es como un ángel, la única esperanza de Víctor y de quien, honestamente, no recuerdo algo en particular salvo que es el interés amoroso de Víctor. Pero en esta historia, Kirsten White la convierte en un personaje femenino fuerte, algo retorcida e incluso manipuladora, con defectos pero muy inteligente –una mujer creíble de acuerdo al contexto y los tiempos en los que vivía.
Elizabeth es rescatada de una infancia llena de maltratos, estando a cargo de una mujer que la maltrata física y emocionalmente y es adoptada por la familia Frankenstein para que se convierta en la compañía de su hijo mayor –Víctor, un niño bastante extraño. Pronto, Elizabeth se da cuenta que si quiere quedarse, debe convertirse en una necesidad para Víctor y para su familia, teniendo el poder de ser la única que puede calmar su temperamento. Porque, honestamente, Víctor es retratado como un psicópata desde muy pequeño. Elizabeth lo sabe pero tiene la determinación de hacerlo un mejor hombre y con ello, garantizar que nunca más tendrá que regresar a una vida de pobreza y maltrato.
Ahora bien, lo que específicamente me gustó del libro:
1. el retrato de la autora de una mujer fuerte e inteligente, en un contexto tan cerrado como el del siglo XIX. Elizabeth no es una víctima y con los medios que le están disponibles, trata de garantizar su seguridad, algo bastante entendible.
2. el excelente desarrollo de los personajes, especialmente para Elizabeth y Víctor, y apoyándose mucho en el contexto histórico. A pesar que no me gustó la relación toxica entre ambos, lo cierto es que la misma era entendible de acuerdo a las circunstancias de los protagonistas.
3. la construcción del contexto histórico –a pesar que no abundan la descripción de lugares o edificios, las voces de los personajes nos sitúan como lectores en la Europa del siglo XIX.
Lo que no me gustó tanto del libro fue que sentí que algunos capítulos estuvieron de más y las descripciones se volvían tediosas, y con ello a veces perdía la atención en la narración.
También (y esto es algo basado puramente en mis gustos como lectora), me hubiera gustado ver algo más de romance. Es decir, si bien entiendo que muchos de los sentimientos de Elizabeth hacia Víctor se basaron en puro interés, en su instinto de supervivencia, era obvio que ella sentía algo por él. Pero, para mi gusto, todo fue demasiado casto, y bueno obviamente no esperaba algo demasiado explícito, pero sí algo más emotivo. Todo fue demasiado estricto, demasiado victoriano (aunque, sí, curiosamente esto es también un acierto porque así es como seguramente fue en este contexto) pero personalmente me hubiera gustado algo más.
En conclusión, fue un libro entretenido y me dieron ganas de volver a leer Frankenstein.