Sed

Neal Shusterman era uno de mis pendientes más recientes y esta ha sido una forma genial de conocer al autor, que escribe este libro junto a su hijo. En Sed vemos un apocalipsis un poco especial. La restricción del agua ha dejado a los habitantes del sur de California con reservas mínimas de agua durante años, pero llega el día en el que no sale agua al abrir el grifo. Y aunque ya había pasado antes, esta vez el agua no vuelve.
Durante siete día seguimos a Alyssa, su hermano Garret, su vecino Kelton y a Jacqui y Henry, a los que se encuentran por el camino, en el nuevo mundo que se ha creado debido a la total sequía .

Aunque los personajes me han resultado a ratos insoportables y ha habido una parte de la trama un tanto lenta, el desarrollo del particular apocalipsis de los Shusterman me ha encantado. El concepto "Zombies del agua" es un puntazo.
Me ha encantado Kelton y su familia, preparados siempre para la catástrofe. He sentido más de una vez la angustia y la desesperación de las situaciones que vivían y me ha encantado leer desde los distintos puntos de vista de los personajes.

Si se acabase el agua y supieras que tu vecino tiene... ¿Cómo serías? ¿Te olvidarías de tu humanidad? ¿Robarías? ¿Matarías? ¿O simplemente intentarías salir adelante con tus propios medios?
Sinceramente no sé muy bien que persona sería yo, seguramente intentaría no meterme en líos, pasar desapercibida, buscar una solución, pero claro, la desesperación nos hace ser diferentes de como somos....

Es un día normal, estamos en California, un 4 de junio, Alyssa y su familia descubren que ya no hay agua, al principio no están muy preocupados, ya que últimamente han habido cortes, pero cuando la cosa va a más ya se respira en el ambiente el pánico, y si encima ve como sus vecinos los McCracken tienen provisiones y no dudan en hacer uso de ellas, ya sea tanto lo que más se necesita en este momento, que es el agua o la electricidad (ya que tienen un generador de emergencia y bueno más cositas... ), ya que el padre es un pelín paranoico y su hijo Kelton, es bastante rarito (da un poco de repelús). Si bien apenas tenían relación, cuando Alyssa y su hermano Grysson se ven solos, acudirán a Kelton, así que unirán sus fuerzas, para encontrar a su familia, y de paso el bien más preciado del mundo: el agua.

En ese camino verán como la locura hace mella en los seres humanos, al verse sin bebida, se convertirán en seres crueles y destructivos, lo malo es que yo esperaba mucha más destrucción, el libro se centra más en los personajes que seamos sinceros, no hacen que sientas demasiada simpatía hacía ellos, desde la mismísima Alyssa hasta Henry (un muchacho al que odiarás desde el primer segundo), quizá la que se salva un poco es Jacqui (y no es la más cuerda de todos....).

Si bien la trama podría ser una pasada, en muchos aspectos me ha parecido aburrida, muchas acciones no tienen sentido, el padre de Kelton, por mucho que quiera proteger a su familia, no supo ver que sus acciones parecían demasiado "chulescas" y que tendría repercusiones, Brady el hermano mayor de Kelton, tampoco es que fuese muy listo, lo que le pasó fue por gilipollas (tío avisa que eres tú antes de entrar...), no hay otra manera más suave de decirlo.

Francamente me esperaba más un libro tipo la película Mad Max, así que no he sabido conectar con el libro, ya que ha sido demasiado "happy end" para mi gusto.
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Esta novela me ha fascinado. Desde principio a fin, ha conseguido mantenerme enganchada a la historia.💧 La carga crítica social es brutal. Nos encontramos con una historia que se desarrolla en el sur de California donde una de las protagonistas, Alyssa, vive con sus padres y su hermano en una zona residencial tranquila. La zona lleva años en sequía por lo que cuando un día, Alyssa ve que no sale agua del grifo, no se asusta. Piensa que puede ser una avería. Pero las cosas empiezan a complicarse cuando en el supermercado ya no queda agua y la gente empieza a comportarse de manera extraña.
Comienza, entonces, la restricción. No queda agua y los protagonistas de la historia van a tener que hacer cosas inimaginables para conseguir su único objetivo: SOBREVIVIR. 🔥Los personajes de esta historia me han encantado. Alyssa es sensata y responsable. Su hermano Garrett es un niño que, a pesar de su corta edad, sorprende con su ingenio y su forma de ser. También tenemos a Kelton, el vecino friki de Alyssa, que ha estado toda su vida secretamente enamorado de ella. Y a partir de los acontecimientos que suceden, empiezan a compartir más tiempo. Además, Kelton es, sin duda, el más inteligente y preparado para una catástrofe de este tipo. Su padre le ha enseñado bien. Las dos últimas incorporaciones a la historia son Jacqui y Henry, personajes que toman mucha relevancia.
Juntos, los cinco tendrán que ir sorteando diferentes piedras en el camino hacia la supervivencia y esas complicaciones demostrarán la humanidad (o la falta de ella) en cada uno.
Todo lo que va pasando en la historia ha llegado a parecerme tan real que me he sobrecogido en muchos momentos. Pensar que una sequía así ocurriera en la actualidad me parecía impensable, pero realmente no entendemos la importancia del agua. Me ha hecho reflexionar sobre el ser humano, su egoísmo y su empatía y sobre lo que somos capaces de hacer para sobrevivir. Da igual como seas, cuando algo así sucede, luchas con todas las consecuencias y, si alguien a quien quieres está en peligro, luchas el doble.

Hola, hace tiempo que no leía a este autor que me gusta tanto, lo descubrí con Everlost, un libro que os recomiendo mucho, pero ya se convirtió en un autor indispensable con Siega y Nimbo, sobra decir que están más que recomendados. Este autor siempre acaba por sorprenderme, él no nos muestra lo mismo una y otra vez, se reinventa con cada historia, además me parece perfecto que esté coescrito con su hijo, la verdad es que se complementan a las mil maravillas.



En mis comentarios en Twitter os decía que no paraba de tener sed, y es que no puede ser de otra manera, llegué a beber más de 4 litros (Yo no bebo nada de agua en todo el día), con la lectura era inevitable, y es que los autores saben como hacerte llegar esa frustración que sufren los protagonistas y los habitantes de Carolina. Pensamos que lo peor es una plaga de zombies pero hay que saber que sin agua no se puede vivir, acabamos muriendo si el cuerpo no se hidrata. Esto hace que una vez que las bebidas se agoten en las tiendas, los grifos estén secos y no haya en kilometros y kilometros ni una gota, pues la gente se transforme, es parte de la supervivencia, el cerebro nos causa malas pasadas y acaba por aparecer lo peor del ser humano. Esta psicología nos la muestran los autores en todo su esplendor, y de manera única y de forma real, no se andan con chiquitas, nos muestran la maldad que puede llegar a pasar por la cabeza de alguien para sobrevivir, aunque también nos muestra que hay también a sacar lo mejor del ser humano, su humildad y sacrificio por el bien ajeno, aunque en menor medida.



La narración es en primera persona, pero no tendremos solo una protagonista, aunque Alissa es la que comienza la historia. Iremos pasando de un personaje a otro, son en total cuatro y pese a que no nos caigan bien o nos caigan mal, veremos sus pensamientos plasmados, aunque a mí más de uno me daba más que una sorpresa. Y de eso está poblado el libro, las sorpresas son increíbles, además contra más se avanza más frenético se vuelve todo, más apocalíptico, hasta llegar a momentos en que pensé que nada podría salvarse. Por ello desde el primer momento he estado enganchada sin remedio, no he podido dejar de leer hasta llegar al final. Además también tendremos de vez en cuando otras historias de otros habitantes de California, ellos nos mostrarán otra cara de este desastre, también gracias a estas historias podremos saber mucho más de cómo se ha llegado a no haber ni gota de agua para la supervivencia, dando algo de intriga a la historia que me acabó encantando.



Como podéis ver me ha fascinado lo nuevo de Neal Shusterman y su hijo, han hecho un gran trabajo, no todos los libros apocalípticos tienen que tener zombies o bombas nucleares. Me encanta como nos muestran como nuestro mundo puede llegar a ese punto, las restricciones de agua que hoy en día en algunas épocas vivimos las sentimos como algo que hay que pasar, no hacer caso, además en el norte no creo que mucho pero aquí en la zona de Almería y Granada sufrimos mucha sequía, algo que no tenemos en cuenta. Una lectura que me ha abierto los ojos a que estamos haciendo muchas cosas mal, que podemos llegar a ese punto de no tener ni agua para sobrevivir, dando a la lectura una sensación más de realidad y fatalismo, un futuro muy probable. Un libro más que recomendable, pero con una botella al lado, no es broma, os dará mucha sed.
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Ha sido un libro original y algo angustioso pero que te muestra la humanidad en un estado de desesperación.
Me ha enganchado desde casi la primera página pero es cierto que esperaba muchísimo más del libro.
El final ha sido demasiado rápido. Después de tanto ocurrido, esperaba algo más.
Aún así, seguro que veré la adaptación y leeré algo más de estos autores :)

La historia comienza cuando nuestra protagonista Alyssa descubre que ya no sale agua de su grifo. El sur de California ya no tiene agua por los cierres en embalses que abastecían la zona de California del sur. al principio no le dan la importancia piensan que pronto volverá y se solucionará todo.


Aún así el tío de Alyssa, su hermano y ella se van al supermercado a comprar agua, pero cuando llegan ya no queda nada, ninguna bebida, ni refrescos, nada. Sin embargo Alyssa no es tonta, se dirige a la zona de congelados y empieza a coger bolsas de hielo. Como el carro va mal, un hombre se ofrece a ayudarlos y estaba a punto de quedarse con parte de su hielo, pero por suerte llega su tío al rescate, y pueden irse a casa con todas las bolsas de hielo que han conseguido.

Una vez en casa, limpian la bañera para poner todo el hielo a descongelar y así tener agua, lo que parece funcionar durante unos días hasta que el hermano de Alyssa tira unos productos químicos a la bañera de forma que pierden todo el agua que les quedaba. Desde ese momento todo se vuelve un caos, sus padres deciden ir a las playas donde se supone que iban a poner camiones desalinizadores para poder usar el agua del mar para uso diario. Sin embargo empiezan unas peleas y los padres de Alyssa no vuelven, por eso el vecino de los jóvenes se quedan con ellos, hasta el día siguiente que deciden ir a buscar a sus padres.

Una vez en la playa descubren que ha pasado algo y sus padres no están por ningún lado. Ahí conocen a otra joven que se une al grupo, y empieza su aventura en busca de agua. Una búsqueda llena de muerte, de traiciones y de lucha por la supervivencia.


Si a la falta de agua y la sequía le añadimos que hay varios incendios en la zona el encontrar agua aun es mas apremiante e importante para todo el mundo. Es un libro que te mantendrá pegado a sus paginas y no podrás parar de leer hasta llegar al final y saber como acaba la historia de Alyssa y sus acompañantes.

Sed es un libro que recomiendo leer en los meses mas lluviosos o con una botella de agua bien fría al lado. Porque la necesidad de leer que te genera el libro es muy agobiante. Yo tenía que leer el libro con una botella bien fresca de agua porque, la forma que tienen los autores de describir las escenas, la sensación, todo en general es indescriptible.

Me ha mantenido enganchada desde el principio. Una historia que te pone de frente con algo que damos por hecho y que nos dejaría desnudos ante nuestro propio yo si nos faltara. Los autores nos ofrecen distintos puntos de vista a lo largo del libro y nos enseñan situaciones de diferentes personajes durante la sequía, cosa que me ha encantado. Aunque el final me ha dejado un poco desinflada y más con lo que estaba disfrutando de la lectura

Puntuación: 3'5/5

La historia en sí, me ha gustado, es una forma muy buena de concienciar a la gente para valorar la naturaleza (el agua, los bosques, la lluvia, etc), para que intentemos no destrozarlo todo a nuestro alrededor, aunque ya esté muy herido, podríamos poco a poco "solucionarlo" (no solucionarlo del todo porque el daño es muy grande, pero si mejorarlo).

Los personajes... bueno, no sé porqué no he conectado con ninguno, quizás los que más me gustaban eran Garrett y Jacqui, de Jacqui su personalidad, y Garrett al ser el más pequeño, me daba ternurita.
Alyssa no me llegaba a entrar por el ojo.
Henry fue el odiado.
Kelton no me gustaba al principio nada, y aunque no he conectado como me hubiera gustado con él, es de los personajes que más ha evolucionado.

Me ha encantado que metieran capítulos o partes extras de otras personas, para ver como viven, qué sienten y les pasan a ellos, fuera de la vista e historia de los personajes.

El final no me lo esperaba, realmente pensé que sería diferente.

Alyssa vive con su familia al sur de California, en un barrio residencial muy apacible... Hasta que, un día, del grifo deja de salir agua. Tras padecer varios años de sequía, eso tampoco es extraño; allí todo el mundo está acostumbrado a ahorrar y no malgastar el agua en lujos innecesarios.
Pero esta vez ya no queda agua que ahorrar.
En muy poco tiempo, el supermercado se ha llenado de familias desesperadas y dispuestas a todo con tal de conseguir un bidón de agua. Y cuando sus padres salen en busca de provisiones y no regresan, Alyssa, su hermano, el peculiar vecino y un par de "amigos" que se encuentran por el camino no tienen más remedio que empezar a tomar decisiones difíciles para sobrevivir. Cueste lo que cueste.

Me ha encantado. Es algo que podría pasar y da miedo, he sentido rabia, tristeza, desesperación, impotencia... Aunque curiosamente sed no mucha 😅 conciencia sobre toda la que malgastamos sí, cómo poco a poco estamos cargándonos muchas cosas, pero sobre todo se sumergen en el tema de qué estaríamos dispuestos a hacer por conseguir algo que es tan difícil y cómo la privación de algo que es tan necesario te vuelve una persona completamente diferente, teniendo que tomar decisiones complicadas en situaciones extremas, no solo por la sed, por todo lo que puedes llegar a hacer cuando necesitas calmarla, si no por como te afectan los comportamientos y acciones de los demás.

De narrativa fácil, contada en primera persona por los protagonistas, y con algún apunte de voz en off, me lo he devorado en un día, te atrapa y no puedes soltarlo, con miedo a la par que intriga. Hay giros inesperados que me han gustado, otros no tanto (por pena) y el final me ha dejado muy satisfecha.