Frío verano de 1816. Un grupo de amigos pasan una larga temporada encerrados en casa leyendo relatos de terror y charlando sobre avances científicos (algunos, meras hipótesis) y experimentos, como provocar convulsiones musculares en ranas muertas. ¿Y por qué no escribimos historias de terror? Así nacieron dos obras maestras de la literatura fantástica, una de ellas: Frankenstein o el moderno Prometeo, escrita por Mary Shelley cuando tenía más o menos 20 años. 📚 - Se nos presenta una novela epistolar: esta historia está escrita en forma de cartas donde Robert Walton le cuenta, entre otras cosas, la historia de Víctor Frankenstein a su querida hermana Margaret. - Nuestro “creador” decide adentrarse en el maravilloso mundo de la fisiología y de la anatomía con tal obsesión que no piensa las consecuencias futuras tan catastróficas que tendrán lugar 😱 - No nos dejemos seducir por el influjo de la ciencia que tiene tan embelesado a Víctor, porque la joven Mary Shelley no profundiza para nada en este tema. - Una noche del mes de noviembre a eso de las una de la madrugada en el laboratorio, la creación de Víctor Frankenstein abre sus ojos. Éste, denominándose perturbado mental, siente tanto terror y repugnancia que huye del lugar horrorizado. - ¿Quién es el verdadero monstruo en esta historia? Juegas a crear vida profanando tumbas y torturando animales vivos, ¿y te horrorizas por tu creación abandonándola a su suerte? - Lamento decir que Frankenstein, ser soberbio y cobarde, no es santo de mi devoción 😒 📚 En conclusión: venganza, locura y obsesión cegadora, el mix perfecto para esta novela del terror gótico y pilar de la ciencia ficción moderna. Siempre voy a recomendar leer clásicos como este pero yo no puedo darle más de 3 NaN 📚 «“Nadie hace siglos, comprendía fenómenos naturales como la tormenta, los terremotos y la erupción volcánica, y sin embargo, hoy, cada vez sabemos más tanto del mundo visible como de las sombras de lo invisible.” Estas fueron las sabias palabras del profesor, o para ser más exacto, se trataba del mensaje que el destino me tenía preparado para conducirme a mi propia destrucción.» + Leer más |