La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey

"Cómo debió llegar el libro a Guernsey? A lo mejor los libros tienen una especie de instinto secreto para acabar en el hogar de los lectores que resultan perfectos para ellos. Sería maravilloso que así fuera".

No sabía cuánto necesitaba una lectura así hasta que inicié este libro. Y es que si tuviese que describirlo con una sola palabra sería "acogedor". Cómo puede ser acogedor un libro ambientado un par de años de después del fin de la II Guerra Mundial? Pues este lo es. Y lo es porque profesa entre sus páginas un amor incondicional hacia la literatura como milagro en medio del caos de la contienda, y hacia los libros como salvadores, como instrumentos llenos de esperanza y consuelo cuando todo parece perder su sentido.

La sociedad literaria del Pastel de Patata de Guernsey se crea por casualidad, sin ninguna intención literaria, y acaba convirtiéndose en abrigo y apoyo para sus miembros, en un espacio de confort en medio de la incertidumbre y el miedo, y del que deseas irremediablemente formar parte.
Pero también acaba convirtiéndose en abrigo para Juliet que, sin buscarlo, acaba encontrando su sitio en esa pequeña isla.

Su formato epistolar al principio despista un poco, pero permite conocer a cada uno de los entrañables personajes que conforman esta historia a los que les une su amor por la literatura.

Es un libro de amor por los libros, de historias tristes con las que acaban haciéndose cosas bonitas. Si queréis una historia de esas que os calienten el pecho, dejaos arropar por este libro. Os costará despediros de Guernsey.

La Sociedad Literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey es una obra entrañable y maravillosa. Una novela epistolar que, aunque en inicio su lectura puede resultar un poco dificultosa, una vez sumergidos en su la historia, nos descubre y desgrana, paso a paso y carta a carta, como si de un minucioso retrato se tratara, las experiencias, caracteres e inquietudes de cada uno de los personajes que conforman y desfilan por esta obra. Ambientada al finalizar la 2ª Guerra Mundial, esta bella historia nos presenta una visión diferente de la misma, humanizando a ocupantes y a ocupados y mostrando a todos ellos como víctimas de la terrible situación que les tocó vivir.

Juliet Ashton, es una escritora de relativo éxito literario, una mujer valiente e independiente que un día decide aceptar la invitación de un desconocido para visitar la isla Guernsey y así conocer a los variopintos miembros de la sociedad literaria a la que pertenece surgida de forma casual durante la ocupación alemana de la isla durante la Segunda Guerra Mundial, unidos hoy por una relación de amistad y lealtad inquebrantables y por la memoria de Elizabeth, una mujer valiente y carismática, cuyo recuerdo sobrevuela la isla y a quien todos los miembros de la Sociedad evocan con nostalgia, con la esperanza de que un día regrese.

Una historia preciosa, para un libro conmovedor que nos revela de una forma maravillosa los lazos indisolubles que en ocasiones unen a los supervivientes que han compartido el paso de una guerra, creando entre ellos vínculos tan sólidos que convierten en familia a los que no lo son.

Un libro con un mensaje optimista salpicado de toques de humor que de un modo sensible y amable muestra sin restarle por ello realismo, las secuelas que las guerras dejan a su paso, para terminar convirtiéndose en un auténtico canto a la esperanza.

Juliet Ashton, una joven escritora en busca de inspiración para su nueva novela, recibe la carta de un desconocido llamado Dawsey Adam que viene en la isla de Guernsey. Desde este momento empieza un intercambio de cartas que lleva a Juliet a interesarse por la isla, sus habitantes y el misterioso club de lectura La Sociedad Literaria del Pastel de Piel de Patata de Guernsey, creado en circunstancias difíciles durante la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial.

Escrita íntegramente de forma epistolar, esta novela tiene como hilo conductor a la literatura y los libros como refugio, escudo y consuelo en tiempos de guerra. Aporta, además, una visión de lo que ocurrió en las Islas del Canal durante la ocupación alemana por parte de los variopintos habitantes de la isla, los verdaderos protagonistas de la historia.
Tierna y divertida, te deja con una sonrisa en la cara aunque acabe siendo resultando repetitiva.
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Es una novela epistolar, es decir la historia está contada por completo a través de cartas.
En este libro vemos como una escritora llamada Julie conoce por cartas a un grupo de personas que durante la guerra montan una sociedad literaria y poco a poco irá surgiendo una amistad que le cambiará la vida.
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Historia cortita y muy entretenida, me ha gustado mucho, es verdad que al principio me ha costado mucho meterme en la historia pero en cuanto he conseguido ubicarme bien y conocer a los personajes todo me ha gustado un montón.
Tiene momentos divertidos y momentos que te cabreas cuando cuenta cosas de la guerra, tiene una historia romántica muy tierna y unos personajes maravillosos que me han cautivado.
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Solo me queda deciros que lo recomiendo mucho porque he disfrutado mucho de su lectura y me ha gustado bastante, gracias a los que me lo habéis recomendado.

Una novela narrada en forma epistolar, donde varias personas se envían correspondencia.
La historia nos permite conocer como vivieron algunos de los habitantes de la isla de Gernsey, situada en el Canal de la Mancha, las consecuencias de la II Guerra Mundial, y cómo se fundó esta sociedad literaria.
El personaje de Juliet, llevará a cabo las investigaciones viajando desde Londres hasta la isla, allí descubrirá todo lo relacionado con el club de lectura y establecerá una bonita relación de amistad con sus miembros, todos ellos personajes entrañables. Una historia dura y muy tierna, una delicia.

Después de muchos años vuelvo a leer un libro epistolar y mientras pasaba las páginas, solo podía pensar “Ay, me estoy enamorando” … no teman, una vez que se comienza la historia nos llena tanto, que uno se olvida del género narrativo y solo pide que sea infinita.
Amor, amor, amor, amistad, nazismo, supervivencia y amor encontramos en esta deliciosa novela. Cartas van y cartas vienen y nos cuentan de risas, de lágrimas, de encuentros y separaciones, de vida y muerte, de horrores, de cómo estos extraños compañeros de viaje se reinventaron.
Esta historia tiene raíces profundas, nos habla de la capacidad humana de hacer brillar la luz en la más absoluta obscuridad, como hizo Julia con “Izzy Bickerstaff va a la guerra”, como Elizabeth amó al hombre y el fruto de ese amor fue perfecto, como Eli fue valiente y buen chico, como Amelia y Eban perdieron y vivieron para ayudar a superar el dolor a los que le rodeaban. Como la literatura los salvo a todos, acogiéndolos bajo su manto de estrellas, con personajes locos, malhumorados y maleducados, enseñándoles a conquistar viudas solitarias, mostrándole que la amistad es lo más sublime, dándole el poder de volar y evadirse de una realidad que mata el alma de a poco.
Un pastel de cáscara de patatas, sin grasa y con harina negra nunca llegará a ser manjar, pero cuando es lo único que se tiene y se comparte forma un vínculo indisoluble.
La isla de Guernsey es un personaje más, y que historia nos cuenta...
Mary Ann Shaffer y, después dando voz a esta, Annie Barrows, nos narran la historia de la joven Julia, periodista y escritora en el Londres de la postguerra, Julia es ingeniosa, ocurrente, irradia vitalidad y todo el que la rodea se siente irresistiblemente atraído. Dawaey es el hombre más sencillo que he conocido y de un corazón tan grande que no le cabe en el pecho, repara el techo de un Hotel y le da de comer a los cerdos, también hace que se borren los días grises de un campo de exterminio.
Elizabeth es el imán que los une a todos, es incluso de lejos la razón por la que seguir adelante y esperar el amanecer de cada día.
Mi personaje preferido es ISOLA, la amas y la amas, con ella no hay términos medios. Creo haber pasado la mejor temporada con ella en su casa, revolviendo la olla con esos brebajes misteriosos que es mejor no preguntar y menos aventurarse a tomar, me parece sentir su abrazo y todo su cariño, ah esas interminables conversaciones hasta entrada la noche, el olor a brisa fresca de mar, a hierba recién cortada, a libertad… Isola tiene remedios para todo en su puesto del mercado, nada se le resiste a su ingenio, es la persona que quieres tener cerca después de una jornada difícil.
Sidney, Shophi los amigos que se convierten en familia.
Yo también quisiera quedarme a Kit ;)
Mi muy buena amiga me dice “no te quedaste con deseos de más”, ¡eso obvio!, pero quizás con un golpe lo suficientemente fuerte en la cabeza, logro la amnesia y viendo el Post-it: “Libros a leer”, pueda revivir la emoción de la primera vez con “La sociedad literaria y del pastel de cáscara de papa de Guernsey”.

Había visto la película pero una amiga del blog me dijo que no podía dejar de leer el libro. Y por suerte le hice caso.
Fin de la segunda guerra mundial y un intercambio epistolar entre Londres y la Isla de Guernsey. Allí se crea una sociedad literaria por casualidad durante la ocupación alemana con gente que no leía casi nada.
La historia es una bocanada de aire fresco, en donde todos los personajes son muy queribles.
Y como plus, para un amante de la historia y la geografía como yo, se aprende de la ocupación alemana en las islas del Canal de la Mancha (que están mas cerca de Francia que de Gran Bretaña y que pertenecieron por un tiempo a los duques de Normandía) y de como es la estructura política de las mismas respecto a la Corona Británica. Muy recomendable.

¿Pueden los libros y el cruce de palabras con desconocidos reconfortar el alma? ¿Es posible que dichos actos puedan cambiar el rumbo de tu vida?

Juliet Ashton es una joven escritora londinense que busca inspiración para su próxima novela. En medio de una ciudad devastada por la Segunda Guerra Mundial, Juliet recibe una curiosa carta de un lector llamado Dawsey Adams, que vive en la isla de Guernsey.

Un cúmulo de coincidencias hará que ambos protagonistas intercambien cartas. Es así como Juliet tendrá conocimiento de la Sociedad Literaria que se ha creado en dicha isla durante la ocupación alemana. A partir de ahí, la correspondencia se amplía a distintos miembros de la curiosa Sociedad, llenando de intriga y entusiasmo unos días que para Juliet, se habían vuelto grises.

Cuando por fin Juliet decide viajar a este pequeño enclave del Canal de la Mancha, su vida dará un giro para siempre.

Un libro que habla del poder de la palabra, de la hermandad en tiempos difíciles y de cómo los libros nos acompañan para dar luz en momentos de oscuridad.

Una novela epistolar que he disfrutado mucho y que, sin duda, no dejará indiferente a ningún lector. Una novela en la que todos desearíamos escribir y recibir alguna carta en un bucle infinito.

Por qué he terminado el libro? Cómo superar que ahora extraño a sus personajes? Necesito una poción de Isolda o una broma de Julie.
Así mismo deja este libro. Sin ganas de que se acabe. Pertenezco por voluntad propia a “La sociedad literaria del pastel de piel de patatas de Guernsey”
Ameno, bien escrito, dulce. Otra manera de enfocar la Segunda Guerra Mundial, sacando de sus desventuras una historia para recordar.
Epistolar. Y cada una de sus cartas es una oda a la dulzura, por medio de ellas vas tejiendo la historia y te enamoras, sufres, amas, ríes, juegas, te emocionas, siempre algo pasa contigo menos quedarte vacío. Te llena de cosas, de mariposas.
Llena de personajes muy humanos y simpáticos, todos locos por los libros, que sobrellevaron la ocupación Nazi de su isla organizando reuniones de lecturas, alrededor de un pastel de piel de patatas. Una escritora sin tema para su próximo libro, lo encuentra en la carta de un desconocido por quien conoce esta extraña sociedad literaria.
Guernsey ya es un proyecto para mi, definitivamente la visitaré, cruzaré el Atlántico y el otro charco en La Mancha. Necesito ver con mis ojos esta isla que ya amo.

Una novela preciosa, que te llena el alma de principio a fin. La particularidad de estar compuesto por cartas no hace decaer para nada la atención, la autora lo maneja con una maestría maravillosa, cubriendo los diferentes detalles sin mayor problema.

Unas circunstancias inesperadas obliga a un grupo de vecinos a reunirse para comentar sobre libros, entre ellos apenas se conocían, y prácticamente no tenían por costumbre la lectura, sin embargo, lograron unirse más, apoyarse unos a otros y formar una gran familia, y como tal sobrellevar las dificultades de la ocupación alemana en su isla.

De igual forma, la casualidad hace que uno de ellos se encuentre con un libro que perteneció a una joven escritora, y al comunicarse con ella, surge la oportunidad de que el resto del mundo conozca la Sociedad Literaria y el Pastel de Piel de Patata de Guernsey, su historia y experiencias, a la vez que se entretejen nuevas relaciones y cambios de vida para varias personas.

Si no lo has leído, adelante, no te arrepentirás.