4,5 sobre 5 de nota. Pero tengo que decir que esta novela se merece las cinco estrellas , no solo porque al llegar al y medio en las puntuaciones siempre suela redondear la nota. También por la calidez que me ha dejado por dentro al cerrarla definitivamente y por lo mucho que he disfrutado leyéndola. Es un libro que mientras he estado con él me he dado cuenta que era justo lo que necesitaba en ese momento, una historia encantadora, amable, ágil y sencilla, pero con cierta profundidad. Desde luego ha sido una excelente toma de contacto con la prosa de L.C. Montgomery, una autora que me ha sorprendido muy gratamente . Nunca me ha llamado especialmente la atención leerme “Ana de las Tejas Verdes”, pero después de esto no lo descarto para nada. La novela recibe uno de sus títulos de su protagonista, Valancy, una joven de carácter apacible que ha llegado a sus 29 años siendo aún soltera. Sus existencia es gris y anodina, con su día a día marcado por la monotonía y los desprecios y las rígidas normas de su clan familiar y su madre, que no dejan de minusvalorarla y ridiculizarla, arrebatándole cualquier mínimo o tímido placer que pueda osar tener. Su única alegría es refugiarse en su mundo interior, su “castillo azul”, donde es amada y respetada. Todo cambiara cuando reciba una impactante noticia relacionada con su salud. A partir de ahí se dará un cambio de 180º en la vida de Valancy y su forma de encararla. Romperá con el pasado y con todo lo que conoce para enfrentarse con una nueva perspectiva e independencia a su vida, descubriendo su verdadera personalidad y una libertad y felicidad que nunca pensó que pudiera conocer o merecer. Como he dicho al principio, la historia es simple y sencilla. Apenas uno coge el libro se puede intuir como va a ir el asunto y que tono va a tener la lectura durante toda su duración. Su lectura es un plácido paseo que, aunque no carezca de sus sustos y sobresaltos, el lector nunca llega a sufrir especialmente con él (excepto por algún momento puntual en que es imposible no sentir rabia ante las situaciones que padece Valancy), sabe perfectamente de antemano que todo va a cerrarse de una manera satisfactoria y positiva. Realmente los giros que hay no son tanto para hacer sufrir al lector como para hacer que la historia se reactive o que se dirija hacia un nuevo horizonte. En ese sentido hay que reconocerle a la autora el mérito de lograr hacer avanzar su trabajo cuando parece que no va a llegar a ningún puerto. El ritmo narrativo es estupendo, ni muy lento ni muy rápido. Va al grano cuando es preciso, y se para donde tiene que hacerlo… durante la mayor parte de la lectura. Uno de los pocos peros que puedo ponerle a la obra es que en su última parte Montgomery se extiende, para mi gusto, demasiado en las descripciones del paisaje canadiense y de la isla donde tiene lugar la mayor parte de este trozo de la novela. Ese momento me ha parecido muy anti climático. Es cierto que las descripciones están soberbiamente bien construidas, el lector se siente transportado a los parajes que se describen como si estuviera ahí mismo. Pero al mismo tiempo me parecen excesivos y creo que no aportan nada al argumento, solo ralentizan la narración. Desde luego hay que tener algo muy claro: sería un error total minusvalorar esta obra y pensar que es algo sencillito o incluso tildarlo de ñoño o insustancial. Nada de eso. Hay una buena crítica de sarcasmo y de crítica hacia una sociedad patriarcal y carente de imaginación, en la que se valora más seguir las normas sociales y cumplir con lo que se espera de cada uno que la felicidad de sus miembros y el altruismo y respeto entre familiares. Amén de un mensaje acerca de la individualidad personal y la capacidad de actuar como uno crea conveniente en pos de la felicidad, un mensaje realmente empoderado y lleno de esperanza. Incluso en este sentido se puede intuir una forma bastante palpable un fuerte mensaje feminista. Pero si hay algo por lo que este libro ha sido una lectura sobresaliente y que me ha gustado tanto ha sido por ella, la protagonista que le da nombre, y su motor principal. Valancy es una heronia que no hace grandes hazañas, su grandeza reside en la evolución que sufre a lo largo de toda la novela y de la fuerza que desprende al buscar su lugar en el mundo y luchar por ser feliz. Es un personaje que desprende LUZ, asi en mayusculas. En serio que me cuesta acertar con las palabras para explicar lo muchísimo que me ha gustado esta chica. Si hay algo imposible en esta novela es no empatizar con ella y desear que todo le sea favorable. Ha sido una auténtica gozada leer como poco a poco va a revelándose contra el opresor sistema familia que ha conocido siempre y permitiendo que salga a flote su autentica personalidad. Ese viaje emocional ha sido muy bien llevado por Montgomery, convirtiéndose en el centro emocional de su trabajo y en la fuerza del mismo, lo que lo ha hecho algo realmente destacable. Por ello mismo, Valancy se lleva todo el mérito respecto al resto de personajes, ninguno de ellos se acerca a ella en matices y complejidad, todos pecan, en ese sentido, de ser un poco simples en comparación con ella.Eso sí, reconozco que las caracterizaciones de sus familiares me han gustado, me han parecido unas aceleradas críticas a la sociedad cargadas de ironía, que no tienen desperdicio. Me parece muy interesante y destacable dedicarle unos segundos de atención al posfacio acompaña la obra cuando está finalizado. A sido una lectura muy interesante y redonda que me ha permitido, por un lado, ahondar en la biografía de una autora de la que no conocía de nada conocer en mayor profundidad ciertos aspectos de la novela que me podrían haber pasado desapercibidos. Y por supuesto, también merece mención especial el trabajo editorial del sello DeEpoca. Es una edición muy cuidada y bonita, a la que acompañan artículos como una tarjeta y un marcapáginas con la portada de la obra (preciosa la imagen de la pintura que la ilustra) se le unen las ilustraciones que jalonan toda la lectura, y que me han parecido muy sencillitas a la par que bonitas, muy acorde con el espíritu de la novela. “Valancy Stirling” o “El Castillo Azul” ha sido una lectura encantadora que me ha dejado muy buen sabor de boca, con una moraleja dulce y positiva. Es un libro con más matices y capas de los que pueda parecer a simple vista, y lleno de todo tipo de momentos; momentos de felicidad, hermosas descripciones de la naturaleza canadiense, escenas graciosas cargadas de crítica y sarcasmo (ese capítulo dedicado a la cena del clan Stirling, donde sus miembros pueden empezar a vislumbrar como van a ser a partir de ahora las cosas con Valancy… sin palabras. de lo mejor del libro). Realmente es un libro que me ha gustado mucho, pero que me ha dejado una pena: creo que si lo hubiera leído en otro momento de mi vida, hace unos años, hubiera sido una lectura que me hubiera impactado mucho más, incluso podría haber sido uno de mis libros favoritos de la vida. Pero hoy por hoy se queda en una novelita entrañable y encantadora que me ha agradado mucho. Eso sí, protagonizada por una joven que hace real aquello de que lo sencillo también puede ser complejo, y cuya historia de superación personal creo que si me va acompañar durante mucho tiempo. + Leer más |
El primer recetario inspirado en la serie de novelas Ana, la de Tejas Verdes. Súmate a Ana Shirley y a los vecinos de Avonlea con este precioso recetario que reúne una colección de platos inspirados en la famosa serie de libros Ana, la de Tejas Verdes, de L. M. Montgomery.
Más información: https://www.planetadelibros.com/libro-ana-la-de-tejas-verdes-el-libro-de-recetas/357372