La buena suerte

La última publicación de Rosa Montero, comienza con un toque de misterio. Pues, nos presenta a un hombre llamado Pablo que viaja en un tren con destino a Málaga. Empezamos a sentir curiosidad e intriga cuando el misterioso personaje decide bajarse antes de su parada, en un pueblo cordobés conocido como Pozonegro. Pablo decide ocultarse en dicha localidad, comprando además un piso desde el que vislumbra el paso de los trenes y que no está en las mejores condiciones. A lo largo de toda la historia se nos van desvelando las respuestas a todas las incógnitas que nos surgen tras su lectura. Además de ir revelando poco a poco los secretos guardados por Pablo, se nos presenta a un personaje que al igual que el resto de mortales, sufre, siente culpa y no comprende del todo sus sentimientos. La buena suerte, habla también del Bien y del Mal y nos sumerge en una bonita y entrañable historia de amor. El relato, así mismo, incluye y trata temas de algún modo comunes como lo son el maltrato infantil, el abandono y la muerte de un ser querido, por ejemplo.

A pesar de ser una de las máximas representantes de la cultura hispana en la actualidad, hasta el momento no había leído nada de Rosa Montero. Gracias a este libro he podido descubrir su forma de escribir. La buena suerte, me ha gustado por distintos motivos. Tal y como comentaba con anterioridad, se tratan dramas de diverso tipo. El libro nos saca una que otra sonrisa, pues tiene un cierto toque de humor y quizá lo que más me ha gustado, es el hecho de la alternancia de puntos de vista. En cada capítulo, la voz que cuenta la historia es diferente, viendo así otra perspectiva y dándole más misterio. Me ha parecido también muy interesante que contaba historias escalofriantes que han sucedido en la vida real. Así pues, me han gustado la forma de narrar la historia y las temáticas tratadas, aunque la trama y el final no me han parecido tan maravillosos.

Con Rosa Montero tengo una relación bastante irregular. Algunas de sus novelas me han fascinado por completo (por ejemplo La carne, Historia de un rey transparente, La hija del caníbal o Temblor entre otras) y otras con las que no he sentido mucha conexión e incluso no he llegado a entender muy bien. No en el sentido de saber que cuenta la historia y tal sino que he acabado de saber a dónde quería llegar. Y quizás esto es lo que me ha pasado con La buena suerte. Os cuento primero de que va y luego entro en detalles sobre la parte personal.
La novela cuenta con un comienzo potente. Un hombre viaja en el tren y, debido a lo que percibimos como un impulso, se baja en un pequeño pueblo donde aparentemente no hay nada. El hombre lleva suficiente dinero encima y compra de inmediato un destartalado piso al lado de las vías del tren. Parece que quiere comenzar desde cero. Pero ¿de qué o quien se esconde este hombre?

Como veis un punto de partida que te queda pegada literalmente a la novela ansiosa de saber que secretos esconde este hombre y porqué actúa como tal. No os voy a contar nada más. Y no es que sea una historia de misterio propiamente dicha. No. No es así. Pero buena parta de la novela Rosa Montero nos va dando la información con un gotero de forma que lo queremos hacer es adelantar para saber. A menudo incluso contradictoria sin que sepamos la realidad.

Yo creo que sería mas adecuado decir que esta es una historia de personas y de vidas. de sufrimiento, de tristeza, de culpa y de redención de los pecados. Una novela llena de contradicciones. Una novela que te golpea con una realidad apabullante y en la que, sin embargo, también encontramos cierto sentido del humor. Una novela, paradójicamente y a la vez, llena de positividad en la que se nos lanza el mensaje de que "La alegría en un habito" (cito textualmente). Y al final nos hace reflexionar sobre la felicidad. Quizás varie nuestra percepción de ella al leer este libro. Porque a pesar del sufrimiento también es una novela que nos habla del deseo, de la necesidad de ser queridos y arropados, de las ganas de empezar desde cero.

La novela se desarrolla en un pequeño pueblo llamado Pozonegro. Un lugar en el que sus habitantes conocieron tiempos mejores cuando la mina aún era explotada. Ahora solo queda la suciedad y la misma oscuridad que dejó el yacimiento de hulla. Son muy pocas las descripciones que la autora nos da sobre el lugar y sin embargo, desde el principio lo imaginamos perfectamente.

La novela está enfocada de forma que la narración va variando y a la vez que tenemos una visión global de la historia también tenemos una mas particular de cada personaje. Los personajes son excepcionales. Hay una chica llamada Raluca que sin duda ha despertado todo mi interés. Un personaje de esos "achuchables" a los que te gustaría proteger y de esas personas que yo creo que a todos nos gustaría tener en nuestra vida. Merece muchísimo la pena conocer su historia vital

Pero a pesar de todas estas bondades, que las tienes, La buena suerte es una novela a la que creo que le falta algo para ser redonda. No se lo que es pero al terminarla no me ha dejado ese buen sabor de boca y regusto que te hace encumbrar una novela. Es una buena novela pero no especial.
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Rosa Montero es una de esas pocas autoras que pueden desenvolverse cómodamente en cualquier género literario; ya sea en el intimista, el biográfico, la ciencia ficción o, como en su última obra, en un thriller existencialista.

La buena suerte, publicado por Alfaguara, es una novela que trata sobre la belleza de la vida, a pesar de todo el mal que pueda haber en ella. Y ese amor por la existencia humana es algo que comparten todas los libros de la autora; por eso, cuando los lees, aunque haya momentos de dolor, siempre te dejan una sensación de esperanza y de confianza en que, al final, todo acaba solucionándose.

El mal en el libro está encarnado por la psicopatía, por ese daño atroz que pueden hacer ciertos individuos que carecen de empatía, y para ilustrarlo la autora cuenta varios casos reales; pero también hace referencia al papel que juegan los padres y la educación en la formación de esos psicópatas y cómo, ante situaciones de violencia o abandono, hay personas que reaccionan con más agresividad, encerrándose en si mismas o buscando el lado hermoso de la vida.

Pablo, víctima de los abusos de su padre alcohólico, presenta problemas en su relación con los demás y no sabe expresar sus sentimientos; esto hace que no dé a su hijo, un chico problemático y huérfano de madre, el apoyo que este necesita. Por su parte, Marcos, el hijo de Pablo, se convierte en un joven violento y sin escrúpulos, pero es difícil saber si es así por una maldad pura que habita dentro de él, por la muerte de la madre y el abandono del padre o por una enfermedad. Y luego está Raluca, que dice que siempre ha tenido buena suerte, aunque es la que peor lo ha pasado en la vida.
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Todo un mundo en 250 páginas. Amor y odio, esperanza y abandono, felicidad y desamparo, huida y lucha. Una historia simple bajo la que que caben mil lecturas. Una disección precisa, sin vericuetos ni giros laberínticos. Es uno de esos libros que si te pillan desprevenido y con la guardia baja te ensartan hasta la empuñadura. ¡Qué bien escribe Rosa Montero! ¡Cómo convierte el espacio en un personaje más! Ese pueblo, Pozonegro, que puedes ver, por el que puedes pasear y que casi puedes sentir. Que atrapa y somete a los protagonistas con su fealdad intentando impedir que puedan huir de su pasado.
¡Como va construyendo los personajes! Poco a poco, con los diálogos, con los pensamientos. Es sublime el retrato de Benito Gutiérrez, zafio e ignorante que cree que merece una vida mejor porque está convencido de que es superior al resto. Seguro que todos conocemos a alguien parecido.
Un libro que ha caído en mis manos por casualidad y que ha sido una auténtica sorpresa. Lectura altamente recomendable.

No me ha entusiasmado la historia de la novela, se me queda un poco corta. Pero me gusta cómo escribe Montero y esa cosa tan suya de ir trufando el texto de historias y curiosidades relacionados con la temática del libro. Quizá por ello mis libros favoritos de ella son los de no ficción. Me gusta mucho su forma de acercarse y ofrecernos los datos que va recopilando.

La buena suerte habla sobre tenerlo todo y no tener nada. Su protagonista un hombre exitoso, con un estatus social alto huye de una vida hueca cargada de insatisfacción. Novela a ratos oscura, escarba en el comportamiento del ser humano pero aderezada con situaciones cómicas y aportando la frescura y espontaneidad de su protagonista femenina. Un pasado turbio, un presente crudo pero al que la autora con gran acierto brinda un futuro esperanzador.
La novela se construye desde un Pozo Negro literal, es una historia de amor de personajes antagónicos y misteriosos dónde vence lo sencillo y lo real, contada desde un punto dónde a los dos protagonistas les va despertando la curiosidad y la atracción. Te conecta desde el principio, te sientes dentro por la facilidad de describir lo cotidiano y te mantiene enganchado hasta el final.
Abre una ventana a la esperanza, a la oportunidad y a la capacidad de reinventarse. Fue una recomendación y acertaron.🎯

Tenía ganas de volver a leer a Rosa Montero, y he de decir que me ha dejado muy buen sabor de boca.

Se trata de una novela que incluye algunos toques típicos de un thriller, donde te deja con la sensación en cada capítulo de saber más sobre la historia. Una historia donde aparecen pocos personajes pero todos ellos muy entrañables. Algo a destacar de la autora es la gran delicadeza que usa a la hora de crear cada personaje.

Todo comienza cuando Pablo, un prestigioso arquitecto del que se puede decir que lo tiene todo, va camino en AVE hacia Málaga para asistir a un congreso, y decide de repente bajarse en Pozonegro, un pueblo ficticio cercano a Córdoba. Una decisión que cambiará su vida por completo. Sin pensárselo dos veces decide comprarse ese mismo día un destartalado apartamento cercano a las vías del tren, con el fin de rehacer de cero su vida.
Esta intrigante decisión consiguió que no pudiera separarme del libro para conocer los motivos por los que realiza esta desconcertante acción.

Otro de los personajes principales que aparecen en el libro es Raluca, la nueva vecina de Pablo, un personaje maravilloso a la que le coges cariño desde primer momento. Un personaje femenino y valiente cargado de optimismo, con un gran corazón y que aún casi sin conocerlo, mira por el bien de Pablo, ayudándole incluso a encontrar trabajo como reponedor del supermercado donde ella también trabaja.

Existen otros personajes del pueblo más oscuros que no se fían de la impulsiva decisión del arquitecto tras descubrir su gran fortuna, ya que les parece raro que se haya ido a vivir a este pequeño pueblo. Se preguntan qué puede llevar a un hombre que lo tiene todo a dejar todo de un dia para otro. ¿Quizás será la búsqueda de la felicidad en las pequeñas cosas?

En resumen, se trata de una novela con una historia muy humana donde la autora saca lo mejor y lo peor de cada personaje, añadiendo una gran metáfora como es la de bajarse del tren, bajarse de la vida para comenzar de nuevo con el fin hacer mejor su vida. Un impulso repentino que cambiará la vida de Pablo de forma radical.
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A lo mejor soy la única a la que le pasa esto, pero... ¿por qué cuando un libro va de intenso suele divagar tanto? No me refiero a las reflexiones que aporta, sino a que se olvida de que existe la elipsis narrativa y nos tenemos que comer, junto a los personajes, hasta lo que echan por el water.

Habré leído dos libros (tres con este) de Rosa, así que aún estoy analizando su estilo narrativo. Sin embargo, con este me ha costado saber que es ella, precisamente por esa dispersión. El ritmo se distrae, cae en lo soporífero en algunas ocasiones y da la sensación de dejarse muchísimos hilos abiertos que ni siquiera comprendo a santo de qué los ha introducido, porque han aportado poco o nada a la historia o a los personajes.

A excepción de Raluca, el resto de personajes me parecen un poco muertos por dentro. Les falta chicha, les falta frescura. Raluca, con sus excentricidades, acaba siendo a quién mejor conocemos, porque Pablo, su protagonista, es hermético dentro y fuera de la narración.

Y para que conste en acta: lo he leído como audiolibro, narrado por Emma Suarez, que ha hecho un estupendísimo trabajo con las voces de los personajes.

La buena suerte no siempre está donde tú pensabas que podías encontrarla, y la historia que nos cuenta esta novela es una buena muestra de ello.
Escapando de una realidad que no quiere afrontar, que le asusta, huyendo de uno mismo y de lo que alguna vez fue, el protagonista llega a un pueblo en medio de la nada, pero que podría ser cualquier pueblo de nuestra España vaciada.
Allí se reencontrará a sí mismo, o tal vez, a la nueva persona en la que se ha convertido, y "la buena suerte".