—Podrías haberme comprado un collar —respondió—. Y podrías haberlo escondido. —Ella volvió la cabeza para poder besar la curva del cuello de él—. Podrías haberlo escondido solo para que yo pudiera encontrarlo. Pero no lo has hecho.
|
—Podrías haberme comprado un collar —respondió—. Y podrías haberlo escondido. —Ella volvió la cabeza para poder besar la curva del cuello de él—. Podrías haberlo escondido solo para que yo pudiera encontrarlo. Pero no lo has hecho.
|
Era feliz. Mucho. Y si nunca tenía un bebé, al menos tendría a ese hombre, ese hombre estupendo, maravilloso y excepcional que la entendía de una manera que la dejaba sin palabras.
|
Como he dicho, no fue amor a primera vista, porque no creo en esas cosas. En realidad, no fue nada a primera vista, pero hubo algo… una especie de comprensión compartida… cierto sentido del humor. No estoy segura de cómo describirlo.
|
Estaba muy nerviosa por volver a ver a Eloise. Se trataba de Eloise, ¡por el amor de Dios! Llevaban más de una década siendo amigas íntimas. Más que eso, como hermanas. Aunque, quizá… no tanto como ninguna de las dos había pensado. Ambas habían guardado secretos. Penelope tenía ganas de retorcerle el cuello a Eloise por no haberle contado lo de su pretendiente, aunque en realidad no tenía ningún derecho. Cuando Eloise descubriera que Penelope era lady Whistledown…
|
—Debemos encontrarle un marido a Posy. Él se detuvo a pensar. —Quizás ella no quiera un marido. —¡Claro que sí! —Se dice —opinó Benedict— que todas las mujeres quieren tener marido, pero según mi experiencia eso no es siempre cierto. |
—Esto es un partido de palamallo. No existe el juego limpio.
|
—Tienes demasiados nombres. —Pero no demasiados hijos. —Dejó de caminar y la acercó hacia él hasta que estuvieron frente a frente. Apoyó una mano suavemente sobre su vientre—. ¿Crees que podremos volver a hacerlo? Ella asintió. —Siempre y cuando te tenga a mi lado. —No —dijo él con dulzura—. Siempre y cuando yo te tenga a ti. |
¿Cuál es el título nobiliario de Anthony?