La suerte del enano

Buen regreso de Gellida. Una novela que engancha y nos lleva con gran maestría por la investigación del caso. Totalmente recomendable y un acierto de novela para todos los gellidistas. Esperando una nueva aventura de Sara y Sancho. ¿Volverán? Esperemos que sí.

En La suerte del enano, he encontrado una obra sublime, con un punto irónico, una trama que encaja a la perfección. Una novela que me ha mantenido enganchada y que sin ser fan de las obras de arte, ha conseguido que despertara mi interés y que no se hiciera pesada en ningún momento. «La suerte del enano» de César Pérez Gellida es un novelón.

Con una tema que no es mi favorito en absoluto como es el trasfondo del tráfico de obras de arte, La suerte del enano, ha conseguido que en ninguna ocasión haya tenido la sensación de estar ante una trama que no me interesara. Más bien todo lo contrario, ha sido capaz de adentrarme en ella, de despertar mi interés y de tenerme pendiente de los acontecimientos en todo momento.

Una obra trepidante en la que están muy bien equilibradas tanto la acción como la investigación policial. No es de los libros que esperas una sorpresa tras otra puesto que conoces desde el principio quién es el criminal ya que nos va a contar con detalle cómo se lleva a cabo, y sin embargo, conforme te acercas al final surge una gran sorpresa. Cuando ya no lo esperaba -y en este caso tampoco lo estaba echando en falta- ¡boom! Y exclamación «¡qué cab***!» seguido de una gran sonrisa de satisfacción lectora.

Y es que César Pérez Gellida ha conseguido crear una trama sin fisuras, interesante, entretenida dejándonos ver las diferentes posiciones y personajes. Pero a la vez, consigue esconder lo suficiente para sorprenderte.
Con una trama principal que nos mueve entre los diferentes frentes de acción de forma que parece que estamos presentes. Nos da mucha información sin que seamos conscientes de ello, y es que se nota la gran labor de documentación e investigación que habrá tenido que hacer para este libro. Sin dejar nada al azar, tiene muy bien atada cada escena, haciéndola bastante realista.

La trama principal cuenta con otra pequeña investigación secundaria pero que viene a demostrar que los cuerpos de policía no llevan un solo caso a la vez como muchas veces nos quieren hacer creer en ficción. Así, de la mano de la inspectora notaremos lo asfixiante de su trabajo, la presión y cómo lo afronta. Lo que supone liderar un equipo y recibir ayudas externas internacionales. Y es que «La suerte del enano», como deja entrever la sinopsis, esconde algo que va más allá, dejando de ser una investigación local para ramificarse y convertirse en algo más grande.

Narración
La intensidad de la pluma del autor es alta. Si bien es una obra que se entiende a la perfección no puedo decir que su narración sea sencilla, ya que se marca algunas florituras porque puede y es que además consigue que queden espectacular en la obra. Frases que alarga a las que añade adjetivos que no esperas, un vocabulario en ocasiones que se escapa al cotidiano, y un deje de ironía que unidos compactan de una forma increíble.

592 páginas que se dividen en capítulos escritos en tercera persona y sin pelos en la lengua, usando la jerga necesaria si el personaje lo requiere. Los capítulos son largos y dentro de ellos se subdividen en partes más pequeñas situándonos en los diferentes escenarios lo que hace que no notemos si son largos o no.

«La suerte del enano» es una obra que cuenta con descripciones, con narración de los hechos, pero sin duda, la cantidad de diálogos existentes le dan un dinamismo espectacular a la obra. Diálogos que sirven para avanzar en la trama, para situarte y para ir conociendo a los personajes, algo nada fácil de lograr y que consigue con un excelente.

Tampoco puedo olvidar mencionar la existencia de una crítica implícita en la obra, de la existencia de frases de las que te hacen reflexionar. Para muestra un botón: «Ser libres, amigo mío, es razón suficiente para sonreír cada día, el problema es que nosotros mismos nos encerramos en prisiones invisibles de las que luego nos resulta imposible salir».

Un placer lector sin duda alguna.

Personajes
¿Y qué decir de los personajes? La inspectora Sara, una mujer que aparentemente puede con todo, con una gran presión, y con una vía de escape que se nos mostrará en el libro. Un personaje de lo más complejo y completo.

Junto a ella, el resto del elenco protagonista y secundario, hacen de esta novela una obra nada sencilla de elaborar. Y es que no hay dos o tres personajes sino unos cuantos más, todos diferentes entre sí, con sus peculiaridades, a los que iremos conociendo y siguiendo en sus idas y venidas. Esto es algo que iremos leyendo y que contribuye a darle mayor fuerza a la obra.

Valoración final
Para acabar la reseña de la suerte del enano, no puedo menos que recomendarlo encarecidamente. Si te gusta la novela negra, ¿a qué esperas para leerlo? Sin duda, una de las mejores lecturas del año, que se ha hecho esperar pero que ha merecido la pena.

Una novela negra que te lleva sin descanso por los criminales, por la investigación y por las oscuridades y luces de las personas.
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Quien no sea gellidista y le caiga esta novela en sus manos se declarará fan incondicional del calvo vallisoletano. Es un muy buen thriller, con un brillante uso del lenguaje, gran manejo de la tensión narrativa, personajes con peso y vuelta de tuerca final creíble. Y si sumamos a todo esto, retazos irónicos y guiños que provocan la sonrisa del gellidista, tenemos ante nosotros una de las mejores novelas policiacas de este año. Novelón policíaco made in Spain.

Mi primer contacto con este autor y me ha gustado mucho, me ha dejado alucinada el poder cautivador que posee.

Si quieres un buen thriller lleno de acción, este es el perfecto. No ha habido momentos vacíos en los que aburrirse o diese un respiro, es como "¡venga!"," ¿enserio?" más y más.

Menuda mente la de este escritor💯 capaz de anudar todas las piezas de un rompecabezas convirtiéndolo en un todo.

Mezcla violencia, investigación (¡Qué bien documentado está¡), con unos toques de humor buenísimos, mafias, intriga a más no poder y, sobre todo un robo muy peculiar en una ciudad Valladolid (lugar de nacimiento del escritor). Creo que esto ha jugado en su favor dándole una realidad a la trama y creando un transfondo idóneo para llevar a cabo el robo de una importante pieza del Museo Nacional de Escultura.

Al mando de la investigación la inspectora 'Sara Robles', una mujer perseverante, amante de su trabajo y adicta al sexo lo cuál le lleva a tener algunos inconvenientes. A esto le añadimos que trabaja codo con codo con su ex el inspector Sancho.

Mi enhorabuena al autor por esa calidad al narrar, vocabulario exquisito y creatividad prodigiosa.
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En esta ocasión he elegido este libro por diferentes motivos; primero porque nunca había leído nada del autor y solo hago que leer brillantes palabras sobre sus trabajos y sobre la corriente denominada "Gellidismo" que no es otra cosa que el que lee algo del autor, cae en sus redes y se convierte en ferviente seguidor. Segundo que hace un tiempo asistí a una charla del autor en León y la verdad que engancha con sus palabras y anécdotas divertidas. Tercero, soy de Valladolid y al enterarme que el libro se desarrolla en esta ciudad y que además narra un atraco al museo de escultura policromada era un gran incentivo. Cuarto, no soy fan de las sagas, por eso él hecho de que este libro sea independiente ( no se si habrá continuación, pero al menos éste sería el primero) me atraía.

Bueno, creo que todas estas argumentaciones son más que suficientes para empezar a leer La suerte del enano, como viene siendo habitual en mis reseñas no voy a desvelar mucho del libro, para eso está la sinopsis, además es un libro donde a parte de la rama principal que es el atraco y la investigación, hay mucho más que tendrás que descubrir leyéndolo, pero donde ante todo para mí el protagonista principal es el propio escritor que ante una narración en tercera persona nos irá desvelando ágilmente y de forma tremendamente locuaz la historia, por lo que parece en ocasiones que sea un audiolibro o que el autor estuviese a tu lado tomando cervezas y contándote anécdotas. Este punto quizás yo lo he sentido con más fuerza porque aunque no conozco personalmente al autor he encontrado mucho paralelismo con él, con su mundo y con el mundo de los personajes del libro, por poner ejemplos diré que somos casi de la quinta, yo fui "chamizo" y estudié en el Salvador, cuna del rugby donde uno de los personajes del libro curiosamente entrena a los chavales de las categorías inferiores, personaje llamado Chema ( me parece escuchar a Leo Harlem diciendo que siempre en todos los lugares tiene que haber un Chema...), también como no, el Zero Café, lugar que frecuenté antes de irme de la ciudad y que como curiosidad decir que en su día me desapareció de mi casa un mazinger Z que tiraba misiles por los puños y que mi hermano me dijo que se lo regaló al del Zero porque le gustaba mucho el personaje (vaya usted a saber si esto será verdad..) y que decir del farolito si trabajo en un teatro. Una más... que yo lo de tener la suerte del enano, lo he oído en mi casa desde que tengo uso de razón.

Al margen de este tipo de conexión, el hecho de que conozcas la ciudad va a hacer que disfrutes más del libro para poder ir identificando los lugares, la novela se convierte en un homenaje a la ciudad al estilo de otras novelas que han llevado por ejemplo a Vitoria en el caso de la trilogía de la ciudad blanca, o a Bilbao en el caso de la ciudad del alma dormida, en ciudades en las que hacer un tour de la novela, por lo que al terminar La suerte del enano te va a apetecer dar una vuelta por Valladolid, eso sí, teniendo cuidado por donde te metes, je,je.

La suerte del enano es una novela policiaca al uso con gran ritmo, que se desarrolla en su mayor parte en un tiempo lineal y breve ya que transcurre en el día del atraco y en los días posteriores, y con giros que no esperarás y que te dejarán con la boca abierta. Durante todo momento, incluso en momentos más serios, hay notas de humor, y donde el estilo del escritor te sorprenderá y te atrapará, éste estilo es una narración con la que puedes aprender muchas curiosidades, vocabulario y donde a los hechos sencillos se les dota de poesía, algo muy peculiar que hace este autor como nadie, una poesía que no es otra que realizar la narración como si fuese una cámara superlenta y donde la más sencilla de las muecas puede cobrar vida.

En la historia no faltan muertos, la sangre fluye pero sin abrumar y están muy bien dosificadas en toda la novela las muertes.

Los personajes tienen muchísima fuerza, de esos que te acompañarán tiempo después, algunos de ellos, por lo que he leído, son recurrentes de otras novelas y se convierten en guiños para sus habituales pero se desarrollan de forma completa para los noveles del autor. Todos los personajes tienen mucha importancia, desde los principales hasta algunos con menos peso pero que al final pueden tener alguna clave, un final agónico porque quieres que se desvele todo pero donde el tiempo cobra un nuevo cariz, dando un paso hacia delante y dos hacia atrás e incrementando así el suspense hasta bien agotadas las páginas.

La documentación en este libro es importantísima y estoy seguro de que el trabajo previo ha llevado mucho tiempo, donde el autor se ha metido en las entrañas de la ciudad (literalmente, porque ha tenido que bajar al alcantarillado y descubrir el mundo invisible que allí se encierra). Los conocimientos policiales del autor son ya bien conocidos por otros de sus trabajos y donde aquí hace gala de nuevo, incluso veremos el tramado de la mafia rusa, la hermandad conocida como Bratvá está presente en la novela, sin olvidar las leyes gitanas y sus códigos.
CONCLUSIÓN:

Una novela que me ha encantado y que a falta de un mes para terminar el fatídico 2020 puedo decir que será mi mejor lectura del año, de esas novelas que captan lectores para el género y donde el final del libro te dejará muy satisfecho.
Toda una película clásica escrita que nos deja en ascuas con una posible continuación.

Recomendada a todo tipo de lectores ya que no defraudará a los habituales del autor y del género, pero que además, atrapará a los no habituales.
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Hacia tiempo que tenía ganas de leer al autor por todas las buenas críticas que había visto de sus libros anteriores y la verdad es que ha sido todo un acierto y ha cumplido totalmente las expectativas.

Nos encontramos ante una trama sin descanso, con mucha acción, con giros, mafia, policía, ladrones...un libro que no podrás soltar una vez que lo comiences.
Con una ambientación genial que te hará imaginar perfectamente la historia, diálogos inteligentes, también cuenta con personajes muy reales y cercanos, personajes que logras amar y odiar al mismo tiempo, y con un final que me ha encantado.

En definitiva, un libro al que ni le falta, ni le sobra nada, una novela más que recomendada si os gusta el thriller y sin duda, un autor con el que repetiré.

Soy gellidista y no me duelen prendas en confesarlo. Descubrí a César con su primera novela “Memento mori” y consiguió lo nunca visto: que me enamorase de un asesino en serie. Desde entonces, sigo fielmente toda su obra. Por eso, no podía faltar a mi cita anual con César.

Una mujer mayor aparece muerta en su piso de Valladolid. Sara Robles, inspectora de homicidios, será la encargada de investigar si es una muerte violenta o un accidente. Pero no acaba de salir del piso de la fallecida que una llamada le informa de algo aún peor: un robo en el Museo Nacional de Escultura que se ha saldado con la muerte de dos vigilantes. Y eso no es lo peor, porque los muertos se le van acumulando a la pobre Sara. Como ella dice, tiene la suerte del enano, que fue a cagar y se cagó la mano.

“La suerte del enano” es una novela policíaca en estado puro. El meollo del asunto es una investigación policial que nos llevará al oscuro mundo de los robos de obras de arte. Y no sólo eso, pues las obras de arte a veces se roban no para el disfrute de un ricachón caprichoso sino para avalar crímenes aún peores. Y esos crímenes también saldrán en esta novela. Por eso, Sara y su equipo (Peteira y Matesanz) tendrán colaboraciones de excepción: policías especializados en la investigación de los robos de obras de arte y un policía especializado en la investigación del otro tipo de delito; su presencia en la novela me ha hecho muchísima ilusión.

Empecé a leer la novela sin haber leído siquiera la sinopsis y sin querer leer las reseñas que ya habían salido. Sí que había leído comentarios elogiosos pero no quise comprobar a qué se debían. Esto es: empecé a leer el libro sin tener ni idea de qué iba y pensando que era una novela totalmente independiente de las otras. Y sí lo es y no lo es. al final, de lo que me doy cuenta es de que toda la obra de César está relacionada entre sí, forma parte de un proyecto mucho más grande que una sola novela o una trilogía. Aunque esté relacionada de forma tangencial o sólo a través de algún personaje (como fue el caso de “Todo lo mejor” y “Todo lo peor”), siempre hay una relación. En este caso, la relación es obvia: Sara Robles ya apareció en la segunda trilogía y Peteiras y Matesanz lo hacen desde la primera, al mando de Ramiro Sancho. Así que, no formando ya parte Sancho del equipo de la policial de Valladolid, esta novela podría considerarse una especie de spin-off. Pero no sólo eso, sino que luego aparece algún otro personaje que también tiene relación con las novelas anteriores e incluso hay un recuerdo a una víctima de la primera novela… La conexión entre todo esto es magistral. Por una parte, César consigue que el que no le haya leído nunca pueda leer esta novela sin perderse nada. Por otra, da un caramelito a los que somos fans de sus personajes y del mundo que ha creado.

En esta novela César vuelve a su ciudad y a sus orígenes literarios: Valladolid. Una ciudad grande pero tranquila que ya se vio salpicada de sangre en tiempos de Augusto Ledesma y que, de nuevo, se va a ver envuelta en una trama muy compleja que pondrá a la ciudad en el centro de las noticias. No todos los días se roba una carísima escultura de Berruguete a través de un ingenioso butrón. Ni, afortunadamente, todos los días se deja en el intento un reguero de sangre. Valladolid es tan personaje como los personajes humanos y ha sido un placer pasearme por sus calles. Y es que yo no nací allí ni he vivido nunca allí pero toda mi familia es vallisoletana y he pasado todos los veranos de mi infancia en un pueblecito no muy lejano a la capital. Y reconocer algunas de las calles, de los sitios por los que se mueven los personajes ha sido un placer. Otros no los conozco (no tengo perdón pero no he visitado nunca el Museo de Escultura) y ya están apuntados para cuando nos dejen movernos y pueda, de nuevo, viajar a Valladolid.

Los personajes, como siempre, son tremendamente reales. Vamos, que si me pasa algo en mi próxima visita a Valladolid y tengo que ir a denunciarlo a comisaría, preguntaría por Sara Robles porque seguro que está por allí. En las novelas de César el tema personal es siempre muy importante. Es un autor que se ocupa mucho de dotar de realidad a sus personajes, de hablarnos de su vida personal y familiar, de cómo son. Y no sólo a los protagonistas como Sara sino también a los que tienen un papel más secundario como Peteira o Matesanz. Incluso los malos tienen muchísima fuerza en las novelas de este autor. Mi preferido, ya lo sabéis, es Augusto Ledesma, dudo que lo olvide nunca. Pero los malos de esta novela no son moco de pavo; además, los hay malos y los hay malos malísimos. Tanto que el lector está deseando que les pase algo para aplaudir con las orejas.

Por lo demás, “La suerte del enano” es un libro entretenidísimo. Novela políciaca pero también thriller. Un tocho de quinientas páginas que se hace corto y eso a pesar de que he intentado dosificarlo para que me durase un poco más y no se me hiciese tan larga la espera hasta la próxima novela de César. Aún así, lo empecé el lunes y el viernes ya lo había terminado. Y es que el viernes, habiendo pasado de la mitad, fue un no poder parar de leer: leí más de doscientas páginas de tirón: me daba pena pero tenía que terminarlo.

Conclusión final

“La suerte del enano” es un bombón para los gellidistas como yo. Una novela policíaca con una investigación al estilo clásico, con unos personajes con mucha fuerza y con varias sorpresas por descubrir. Muy recomendable.

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En La suerte del enano, regresa César Pérez Gellida a Valladolid, que será casi en exclusiva el escenario de esta novela. Lo hace además retomando el personaje de Sara Robles, jefa del Grupo de Homicidios de Valladolid como protagonista.
A Sara Robles la conocimos en Sarna con gusto, el comienzo de la segunda trilogía (Refranes, canciones y rastros de sangre). Aunque para ser sinceros, para nada me acordaba de ella. Quiero eso decir que, aunque no hayas leído esa trilogía, podrás leer perfectamente La suerte del enano sin ningún problema, porque va a ser en esta novela en la que se nos dé a conocer a fondo a Sara Robles, que a fin de cuentas va a ser la gran protagonista de esta novela.

La suerte, un tema recurrente en la novela ya desde el propio título, porque a la suerte y a la muerte tan solo les diferencia una letra.
Tal vez por eso hay tanto muerto en esta novela (hasta diez si no me he dejado alguno enterrado en una zanja) en la que, por más que no crea en ella, Sara arranca con tanta mala suerte que no puede parar de pensar en la suerte del enano. ¿No sabes cuál es?
«—La suerte del enano, que fue a cagar y se cagó en la mano».

¿Cómo es esa Sara Robles que protagoniza la novela? Apuntándose a esos personajes un tanto excesivos que pululan ahora por la novela negra, nos la presenta César Pérez Gellida como una adicta al sexo, por más que intente desdoblarse en dos en su mente para una lucha dialéctica entre Sara “la Puritana” y Sara “la Cachonda”, porque el combate lo gana siempre la misma.
Afortunadamente el personaje es mucho más que eso, porque Sara da lugar a unos ágiles duelos dialécticos, que a falta de Ramiro y Carapocha, tampoco están nada mal.

Algo que no le falta a La suerte del enano es humor negro, presente a lo largo y ancho de toda la novela. Muy curiosa es la manera de describir las muertes.
De hecho, buena parte de las muertes o heridas que se producen en la novela son descritas al modo de como lo hacían en CSI (¿hará cuanto que no veo esa serie?), solo que en lugar de ver la bala penetrando, por ejemplo, nos describe cómo lo hace y qué hace al penetrar en el cuerpo humano.


Pese a tanto muerto, no es la novela más violenta que ha escrito César Pérez Gellida. Nada que ver por ejemplo con aquella escena inicial tan impactante de Memento mori.
Porque los muertos son solo daños colaterales que van surgiendo en un atraco. Sí, muy bi8en pudiéramos pensar en La suerte del enano como en la historia de un robo perfecto, salvo que no vamos con los malos como ocurre en muchas películas de este subgénero (Ocean's eleven por ejemplo), sino con los buenos.
Un robo en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid del que van a llevarse nada más y nada menos que El martirio de san Sebastián, de Berruguete.



OPINIÓN PERSONAL

No sé si La suerte del enano es el comienzo o no de una nueva serie, protagonizada en este caso por Sara Robles. Lo que sí sé es que es una novela autoconclusiva. Lo digo porque ya antes de esta reseña algunos me lo habéis preguntado y otros estaréis pensando en si lo es o no antes de lanzaros a leer la novela.
Tampoco es necesario haber leído alguna de sus novelas anteriores, por más que se haga referencia al asesino de su primera trilogía o a hechos de la segunda, o incluso se cite al policía alemán de Todo lo peor y Todo lo mejor. Son meros guiños a los lectores habituales de sus novelas que en nada van afectar a aquellos que no las hayan leído.

Al hacer una reseña, muchas veces la última novela que leemos de un autor nos parece la mejor. No es en esta ocasión mi caso. Ha habido novelas de César que me han gustado más. Lo que sí puedo afirmar es que probablemente La suerte del enano sea la más divertida, probablemente porque el autor se lo pasó muy bien planeando atracos imposibles en su propia ciudad y escribiéndolos luego.
A pesar de que hay muchos personajes, a pesar de que a la pobre Sara me la tienen saltando de un sitio para otro, en ningún momento me he sentido perdido ni agobiado, que para agobios con los de Sara ya vale, que la pobre en medio de un asesinato le viene encima el caso del robo en el Museo, que nada tiene que ver, pero que pueden pasar páginas y páginas sin que ella pueda prestarle atención.

Una novela muy peliculera, que seguro disfrutaréis mucho aquellos que os gustan esas novelas o películas de atracos imposibles. Porque en el fondo de eso va la novela. Que haya muchos muertos o que intervenga la mafia rusa, es solo para darle más vidilla a la novela.

Resumiendo: si eres gellidista, te encantará esta novela. Si no lo eres, si aún no has leído nada de César Pérez Gellida, es una buena oportunidad para leer algo suyo.
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